El campo, dividido por las retenciones cero: los grandes aprovechan, los medianos piden previsibilidad. La decisión de Javier Milei y Toto Caputo busca asegurar dólares antes de las elecciones, pero reabre la disputa entre exportadoras y pequeños productores. El agro advierte que la quita temporal de retenciones generará distorsiones y presión sobre los precios internos.
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La decisión del Gobierno de suspender hasta el 31 de octubre las retenciones a granos y carnes generó un vendaval de reacciones en el agro. Si bien las exportadoras y los grandes productores celebraron la medida, los medianos y pequeños la consideran electoralista, de corto plazo y con efectos colaterales en los precios de los alimentos.
En los hechos, la eliminación temporal de los derechos de exportación busca forzar el ingreso de unos u$s 7000 millones en las próximas semanas, monto suficiente para descomprimir el mercado cambiario hasta las legislativas.
Javier Milei La Rural
Javier Milei en la Sociedad Rural. El Gobierno anunció 40 días de retenciones cero para el campo.
“Es una distorsión brutal del mercado que puede generar injusticias, un engaña pichanga hasta el 31 de octubre”, dijo a Letra PJuan Pablo Karnatz de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
Concentración y disputa por la renta
La medida llega en un momento clave: los productores ya pusieron en marcha la siembra 2024/25, y la foto del sector revela la fuerte concentración del negocio. Casi el 60% de la soja la producen apenas el 10% de los actores, con explotaciones promedio de 1500 hectáreas.
Según la Sociedad Rural Argentina, resta comercializar el 43% de la producción total de la campaña: 55,4 millones de toneladas de granos. Ese stock es el que el Gobierno busca acelerar para robustecer reservas.
El presidente de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara, fue tajante: “El Gobierno necesita dólares y está dispuesto a cualquier cosa para conseguirlos, eso genera muchas inequidades”. A la vez, apuntó al contexto internacional: “China demanda grano y no quiere comprarle a Estados Unidos; eso abre contratos en Brasil y Argentina”.
El primer respaldo oficial llegó desde la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA-CEC), que nuclea a gigantes como Cargill, Bunge y Dreyfus. Su presidente, Gustavo Idígoras, sostuvo que “toda medida que implique eliminar retenciones es bienvenida, aunque sea temporal”.
En contraste, Andrea Sarnari (Federación Agraria Argentina) criticó que los pequeños ya vendieron su producción y quedan fuera de los beneficios: “Los exportadores se llevan la ventaja, mientras que los productores chicos necesitamos recursos para invertir en la siembra que empieza ahora. Los tamberos y ganaderos van a sufrir un cimbronazo”.
Carne más cara, corto plazo asegurado
El anuncio incluyó la eliminación de retenciones para carnes bovinas y avícolas. Pero aquí también surgieron reparos. Mario Ravettino (Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas) señaló que no está claro a qué categorías alcanza, y asesores de feedlots advirtieron que el mayor costo del maíz encarecerá el engorde de novillos.
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La inflación de Toto Caputo
NA
Ignacio Kovarsky, titular de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) sintetizó la crítica de los medianos: “Es una medida buena pero cortoplacista, pensada en la necesidad del Gobierno. No incentiva la producción y encarece a pollos, cerdos y tambos”.
Los consumidores, mientras tanto, verán el traslado a góndola. La Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra) señaló que, más allá de los costos de insumos, habrá aumentos por estacionalidad en noviembre y diciembre.
Lectura electoral del campo
El oficialismo explicitó el objetivo en el decreto: los exportadores deberán ingresar las divisas en un máximo de tres días hábiles desde la DJVE, para asegurar oferta inmediata de dólares.
El agro adelanta retenciones para cubrirse con un dólar barato.
Luis Picat, diputado de la Liga del Interior y productor cordobés, interpretó el gesto en clave política: “La baja de retenciones es un reclamo histórico. Lamentablemente es temporal y eso genera distorsiones. El Gobierno deberá definir su posición hacia la cosecha 2026”.
El también exintendente de Villa María agregó: “Los productores podemos demostrar que una baja sostenida de retenciones implica más dólares, más producción y más plata en el interior”.