La motosierra afilada de Javier Milei contra las universidades públicas generó la reacción del mundo estudiantil, pero sin buscarlo también abroqueló gran parte del espectro político. En Santa Fe se espera una marcha masiva frente al rectorado de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), semillero del radicalismo. José Corral y Mario Barletta, dos de sus máximos exponentes y rivales entre sí, bancaron la movida.
Este martes se harán actos a lo largo y a lo ancho del país en defensa de la educación y la universidad pública. La movilización a nivel nacional es apoyada por las 73 universidades, gremios, partidos políticos, entre otros espacios de la sociedad civil y tuvo el aval explícito, mediante un comunicado, del Consejo Universitario Nacional (CIN). La UNL se sumó a la iniciativa y llamó mediante sus canales oficiales a marchar.
Letra P confirmó que la mayoría de los espacios políticos capitalinos y la provincia se harán presentes y manifestarán en contra de los recortes del gobierno nacional al presupuesto universitario. El radicalismo no pudo mirar para otro lado y, a pesar de encontrar muchas coincidencias con Milei, movilizará sus bases para defender el lugar que actuó y actúa como cantera de su dirigencia política.
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La UNL y el semillero morado
El radicalismo, y más precisamente la Franja Morada, construyó un imperio político al interior de la UNL y domina gran parte de sus facultades. Creó una maquinaria que funciona a la perfección, tanto en su captación como en el funcionamiento. Al calor del fuego universitario se forman dirigentes que luego saltan a las grandes ligas de la política y con el apoyo de su estructura muchas veces terminan teniendo éxito electoral.
Para tomar dimensión, de los últimos cuatro intendentes de la ciudad de Santa Fe, dos surgieron de Franja Morada y se posicionaron como figuras fuertes en la política local y también provincial: Barletta fue rector desde 2000 a 2007, y Corral,fue secretario de Extensión y General. Ambos son “morados”, con los años la relación se fragmentó y se terminaron generando dos tribus diferentes, pero con los mismos orígenes.
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Fachada de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL.
El actual intendente, Juan Pablo Poletti, no militó en ese espacio pero sí obtuvo el apoyo de Barletta y eso generó que haya varios integrantes en su gabinete que son de ese espacio. Alejando Boscarol, secretario General y mano derecha del mandatario, o Guillermo Ferrero, Secretario de Gestión Urbana, son algunos de los nombres.
Algo similar ocurre en la provincia, donde hay distintos funcionarios de segunda y tercera línea que responden a ambas tribus. Por otra parte, tienen presencia en Diputados y también en el Concejo, donde la presidencia está a cargo de Adriana “Chuchi” Molina, mano derecha de Corral.
En defensa de la UNL
El rector de la institución, Enrique Mammarella, se posicionó rápidamente en defensa de la universidad pública, aunque sin declaraciones resonantes y evitando tener múltiples apariciones en los medios. “Todos los días aparece una consigna nueva: un día es el adoctrinamiento, otro la falta de control. Nos están empujando con consignas, no digo mentirosas, pero por lo menos distorsionadas para que estemos a la defensiva”, se quejó Mammarella en Aire de Santa Fe.
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La autoridad máxima de la casa de estudios tiene el recorrido suficiente como para moverse con cierta independencia y no tener jefaturas, aunque no está exento del circuito de poder institucional y político. Mantiene el apoyo y buenos vínculos con el corralismo y el barlettismo y hace equilibrio entre ambos espacios.
Así como en su momento Milei criticaba a Raúl Alfonsín el ucerreísmo salía en su defensa, ahora el mandatario tiene la mira puesta en las universidades. El jueves, en Diputados, Corral acompañó un proyecto en defensa de la universidad y todo su grupo asistirá a la marcha. Sin margen de acción, el radicalismo tuvo que salir a defender sus cimientos políticos y cerró filas para pararse en la vereda de enfrente del libertario.