SANTA FE EN LLAMAS

Celia Arena, la otra ganadora del concurso de fiscales

La ministra de Gobierno, espada política de Omar Perotti, dirigió el proceso de selección. De la papa caliente al tridente de mujeres para conducir la persecución criminal.

A fines del año pasado, Celia Arena, la ministra de Gobierno de Santa Fe heredó una papa súper caliente. Se puso guantes de amianto y el miércoles pasado la entregó con algunos machucones, pero dorada y con una leve costra en sus paredes, como se debe. La espada política del gobernador Omar Perotti condujo el proceso que decantó en el envío de pliegos para la futura conducción del Ministerio Público de la Acusación (MPA), que ahora solo espera el aval de la Legislatura.

Quien primero tomó el tema, cuando los plazos para iniciar los concursos ya eran amenazantes, fue el secretario de Justicia Gabriel Somaglia. Sin embargo, más temprano que tarde fue acusado por la oposición por irregularidades en el inicio del proceso. Además, quedó pegado al escándalo de presunto espionaje ilegal en la provincia que puso contra las cuerdas al exministro de Seguridad Marcelo Sain. Un asunto sensible, necesitado de prolijidad y transparencia, arrancó de la peor manera.

Arena tomó la posta en octubre, con el apuro de la oposición y condujo el proceso hasta el final. Debutó en el tema con una reunión con diputados y diputadas en su propio despacho. Escuchó la bronca y las demandas y se puso a trabajar. Había que empezar de cero con el riesgo en el horizonte de que el MPA quede acéfalo. Sabía que el primer paso era clave: tenía que conformar un jurado prolijo y que estuviera a la altura en virtud de lo sensible que se cocinaba, y que las entrevistas se transmitieron en vivo. Necesitaba solidez en las ternas para no ceder ante los factores de poder.

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La ministra se encargó de los diálogos con la oposición, discutieron criterios y le envió a Perotti las exposiciones de cada una de las personas finalistas. Con toda la información, se sentó en la mesa con el gobernador y el ministro de Gestión Pública, Marcos Corach. Ella sugirió el tridente de mujeres: Cecilia Vranicich como jefa de las fiscalías, Maria Eugenia Irribarren a cargo de Rosario, la regional más caliente y Estrella Moreno Robinson, para conducir la defensa pública.

La propuesta cerró por varios factores, pero tres fueron centrales. El primero fue la coherencia interna que podían aportar los perfiles al funcionamiento del Ministerio Público de la Acusación. Allí pesó que Vranicich no viene de familia judicial y su perfil técnico: presentó un plan de trabajo tras años de evaluar en detalle el funcionamiento de cada una de las fiscalías en su rol de Auditora. También tuvieron en cuenta su buen diálogo con distintos sectores políticos y también de Tribunales.

En segundo lugar, la discusión por la paridad en los cargos y la perspectiva de género en los fallos. Desde cómo se aplica de manera progresiva la ley provincial que prevé una distribución equitativa de los puestos de jerarquía en la Justicia hasta comunicados de la Campaña Nacional por el Aborto, la discusión estaba instalada y encendida. Si bien el concurso es meritocrático, en la evaluación integral, fue un eje que no pasó desapercibido. Ante igual mérito e igual capacidad, se puso un plus a que la candidata fuera mujer. Y por último, pero no menos importante, la rosca: sabían que si el nombre del candidato generaba mucho cortocircuito, le regalaban a la oposición la oportunidad de votar de manera unificada contra el Ejecutivo.

La discusión final se dará en el Parlamento local, pero el poroteo indica que los pliegos enviados saldrán sin contratiempos y quedará conformada la cúpula encargada de la persecución criminal para los próximos seis años. En la decisión más importante para los próximos años en administración de justicia, las mujeres estuvieron al frente.

Vranicich, la elegida de Omar Perotti para conducir la fiscalía general.
Jorge Nessier, apuntado para ser el nuevo fiscal regional de Santa Fe.

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