"Venir a un jardín de infantes y pintar 'fueron 30.000 desaparecidos' es como ir a un cementerio y pintar a un Oso Barney", descalificó Victoria Villarruel las protestas de militantes de Derechos Humanos que expresaron su repudio al procesismo de la compañera de fórmula de Javier Milei. Todo mal: la candidata a vice volvió a banalizar la memoria de las víctimas del terrorismo de Estado y quedó en ridículo al confundir oso con dinosaurio.
Villarruel ha negado infinidad de veces -la última, a los gritos en el debate con Agustín Rossi- el número icónico de 30 mil desaparecidos de la dictadura. En su prédica procesista, propuso desmontar el Museo de la Memoria que funciona en el predio de la ex-ESMA para destinarlo "al disfrute de la población".
Este domingo, en el jardín de infantes donde le tocaba votar, en la localidad de Caseros, aparecieron pintadas en repudio a esos dichos.
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"No sé que les puede molestar; ellos han tenido hijos de terroristas en cargos de gobierno. A los violentos les molesta que la democracia implique incluírnos a todos", se quejó la candidata y lanzó la comparación con "el oso Barney", en referencia al protagonista del programa infantil de TV Barney y sus amigos, que, en rigor, era un dinosaurio.
Acaso Villarruel prefiera los osos. Acaso los animales extinguidos con la glaciación le recuerden a la canción de Charly García.
