El viernes, tras recibir a la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, Victoria Villarruel definió los integrantes de las tres bicamerales que presidirá el Senado. Una es la de fiscalización de organismos y actividades de inteligencia, donde la vicepresidenta no nombró oficialistas y promoverá como titular a Enrique Goerling Lara, del PRO, cercano a Mauricio Macri.
Goerling Lara es de Misiones y asumió en diciembre tras integrar la lista por gestión de Humberto Schiavoni, exjefe del bloque PRO en el Senado y apoderado del partido desde su creación, por su confianza con Macri. En noviembre, el flamante senador fue uno de los primeros miembros del PRO en el Congreso en respaldar a Milei para el ballotage.
La incidencia de Macri en la bicameral es todo un cambio de época: fue esa comisión la que, bajo la conducción del diputado kirchnerista Leopoldo Moreau, denunció tareas de inteligencia ilegal durante su Gobierno.
En la resolución firmada por Villarruel, Goerling Lara figura primero en la lista de cuatro designados a la bicameral. Según los usos y costumbres de la Cámara alta, esa posición significa que será promovido como presidente. Fuentes cercanas a la vice confirmaron a Letra P que ese es el plan.
Victoria Villarruel y la interna libertaria
Villarruel quiere dominar la bicameral que, en reuniones secretas, controla las actividades de espionaje de la Agencia Federal de Inteligencia y de áreas similares que funcionan en la policía federal y en las fuerzas armadas. Sólo su presidente puede convocarla y fijar la agenda.
La vice disputa el dominio de esta comisión con Nicolás Posse, quien es la voz de mando del titular de la AFI, Silvestre Sívori. Decidido a ser el Gran Hermano del Gobierno, el jefe de Gabinete busca unificar el trabajo de espías de la AFI y quiénes hacen esas tareas en otras carteras. Para cumplir ese objetivo, necesita tener incidencia en la bicameral que lo supervisará.
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Mauricio Macri con Martín Goerling Lara.
El dato que llamó la atención del Congreso y que puede atribuirse a otro capítulo de la interna libertaria, es que Villarruel no le asignó lugares en la bicameral de inteligencia a ningún miembro del bloque La Libertad Avanza. O nadie le dio confianza o prefirió asociarse con un delegado de Macri.
La vice distribuyó los cupos a partir de la votación del 13 de diciembre, cuando las bancadas no peronistas se unieron y repartieron las vocalías de toda las comisiones.
Unión por la Patria considera que esa votación no es legítima y por eso no envió los nombres de los tres representantes que le fueron asignados.
Los otros integrantes
Además de Goerling Lara, estará en la bicameral por el Senado la radical Mariana Juri, cercana al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo.
Otro miembro es el entrerriano Edgardo Kueider, quien en 2023 abandonó la bancada peronista junto al correntino Carlos Espínola y armaron el bloque Unidad Federal, junto a la cordobesa Alejandra Vigo, esposa del exgobernador Juan Schiaretti.
La cuarta vocalía en la bicameral fue para Edith Terenzi. Radical de origen, integra el bloque Cambio Federal, junto a su coterránea Andrea Cristina y al salteño Juan Carlos Romero. Terenzi es aliada del gobernador de su provincia, el PRO IgnacioTorres; y al igual que Kueider, votó en contra del DNU 70/23.
Para que la bicameral comience a funcionar, resta que Martín Menem designe los siete integrantes por Diputados y no hay indicios de que ocurrirá pronto. A no ser que reciba una orden de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, con quien tiene trato diario.
Mientras el presidente de la Cámara baja no complete el trámite, los sistemas de espionaje del país quedarán sin control. Un hecho inédito. El riojano tampoco definió la composición del resto de las bicamerales, aun cuando la mayoría serán lideradas por algún referente de Diputados.
Las otras comisiones
En la resolución que firmó este viernes, Villarruel también nombró a los integrantes no peronistas de otras dos bicamerales: la permanente de la Defensoría del Pueblo y la de la biblioteca del Congreso.
Ambas tienen en común que este año deben estar presididas por un vocal del Senado. Según el orden del listado, la de defensoría del pueblo será encabezada por María Victoria Huala, del PRO de La Pampa, donde el año pasado militó para Horacio Rodríguez Larreta.
Esta comisión tiene como cuenta pendiente promover al Defensor del Pueblo de la Nación, un cargo que está vacante desde 2009 porque no hay consenso para nombrarlo. Se necesitan dos tercios de ambos recintos. Imposible en estos tiempos de fragmentación.
También está pendiente la designación de un nuevo procurador penitenciario. Integrarán esta comisión además la rionegrina Mónica Silva, cercana al gobernador Alberto Weretilneck. El jueves, Silva dejó sin cuórum a la comisión de Trabajo y Previsión Social. Los otros miembros son el radical pampeano Daniel Kroneberger y la libertaria Vilma Bedia, marginada por llenar su despacho de parientes.
La caja de la biblioteca
La bicameral de la Biblioteca del Congreso sería presidida por la tucumana Beatriz Ávila, una aliada del PRO que mantiene su monobloque. La completarán por el no peronismo el radical Pablo Blanco y dos miembros de LLA: Bruno Olivera Lucero e Ivana Arrascatea.
Esta comisión debe controlar el funcionamiento de la biblioteca, uno de los presupuestos más grandes del Congreso. En 2017 fue muy cuestionada por Macri por la cantidad de empleados que cubren sus cuatro edificios. Milei, todavía no dijo nada. Tendrá dos miembros del Senado para revisar los gastos.