El armador libertario recibió al diputado del PRO en su oficina. Coincidieron en avanzar en un armado electoral en Buenos Aires. Los cruces, a un costado.
Sebastián Pareja y Cristian Ritondo se reunieron para avanzar en un acuerdo electoral entre La Libertad Avanza y el PRO
Luego de una semana de alta tensión política, provocada por distintos cruces mediáticos entre libertarios y macristas que embarraron los acuerdos electorales en Buenos Aires, el armador de La Libertad Avanza, Sebastián Pareja, y el presidente del PRO bonaerense, Cristian Ritondo, retomaron el diálogo político.
El encuentro duró una hora y media en las oficinas que el ingeniero electoral de LLA tiene en el centro de la Ciudad de Buenos Aires. Según pudo saber Letra P, coincidieron en avanzar con los acuerdos para que ambos partidos enfrenten de manera conjunta al oficialismo que representa el gobernador bonaerense Axel Kicillof, pese a las diferencias cada vez más marcadas entre sus jefes, la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, y el exmandatario Mauricio Macri.
"Tenemos que ordenar lo antes posible los acuerdos en 135 distritos, ocho secciones electorales y comenzar a ver la lista de todos los diputados nacionales, porque si no lo hacemos ahora, vamos a tener grandes dificultades a último momento y no lo vamos a lograr", resumió una fuente al tanto de la cumbre.
El encuentro se dio a días de que Pareja cruzara a Mauricio Macri, a quién acusó de perder el control político de su partido. "A los del PRO no había que comprarlos, estaban regalados", fue la respuesta del armador, ante la sugerencia del exmandatario de que el oficialismo se encargó de "comprar" dirigentes para que se pasaran a sus filas.
La instantánea, que se encargaron de difundir en ambos sectores políticos, llega en momentos de tensiones cruzadas por ver cómo se conforman los acuerdos electorales en la provincia de Buenos Aires. De hecho, no sólo tiene como protagonistas de la pelea a Pareja y los representantes del partido amarillo tras los cruces mediáticos, sino, también, a otros funcionarios de primera y segunda línea de la Casa Rosada que rechazan el rol de armador del funcionario karinista.
Parte de esta disputa interna, que la cúpula libertaria intenta que no escale hacia la agenda nacional en medio de la campaña, quedó expuesta como nunca la semana pasada, a instancias de una intervención directa de Milei. Si bien el jefe de Estado rechaza inmiscuirse en estos asuntos propios del barro de la política, ordenó el jueves pasado la reincorporación a LLA de una funcionaria que había sido desplazada del espacio por militar dentro de Las Fuerzas del Cielo.
Tal como dio cuenta Letra P, Marina Biagetti había denunciado que el coordinador de LLA en Junín y titular del PAMI local, Alberto Pascual, que a su vez responde a Pareja, la echó del partido por integrar la agrupación que conducen que Daniel Parisini y Agustín Romo, dos figuras relevantes en el ecosistema digital del oficialismo que trabajan para Caputo. Enterado del caso, el Presidente pidió la reincorporación de Biagetti y el desplazamiento de su verdugo.
Esa decisión ordenó un ámbito menor del territorio, sin embargo, significó un mensaje relevante en una escala mayor, en la que se enfrentan los armadores tradicionales de LLA y los militantes de las redes sociales.
En paralelo, sorprendió también la decisión del Gobierno de eliminar este martes el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU) que preside Pareja, justo cuando el armador era señalado por parte del triangulo de hierro. De todos modos, en el equipo del funcionario nacional aclararon que la disolución de este organismo clave en el acceso a la vivienda no cambiará en "nada" su rol dentro del Gobierno, una función que, de por sí, ocupaba sólo en los papales si se tiene en cuenta que la mayor parte del tiempo lo dedica a diseñar la estrategia electoral de LLA.
Un acuerdo en la provincia de Buenos Aires tiene bendición política de Milei y Macri. Sin embargo, sus intereses políticos y sus exigencias para enfrentar juntos al kirchnerismo los distancia cada vez más. A esto se suma que tanto mileístas como macristas reconocen que las definiciones bonaerenses llegarán recién después del 18 de mayo, fecha en la que se llevarán adelante los comicios porteños.
El Presidente, a través de su hermana Karina, quiere quedarse con la conducción estratégica de las elecciones y que no haya un acuerdo de cúpulas, sino que el oficialismo nacional incorpore elementos amarillos a sus filas como sucedió con Diego Valenzuela y Diego Kravetz. Por su parte, Macri quiere defender la identidad del PRO, impulsando un nuevo frente electoral, que contemple como prioridad a los 12 distritos que gobierna en Buenos Aires.
"Si entre PRO y la UCR nos ponemos de acuerdo en las secciones y los distritos no necesitamos a LLA. Podemos ganar solos y ampliar nuestra base en la Legislatura. Aún así, queremos un acuerdo porque juntos somos más fuertes para ser una alternativa en 2027 y para eso Mauricio puso dos condiciones: hacer un frente y que no toquen nuestros distritos", resumió las exigencias una de las espadas políticas del líder del PRO.