En la previa del cierre de alianzas, el PRO no se podía poner de acuerdo ni en la cantidad de apoderados que tendría el partido. Por eso, en la noche del martes, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich hablaron por teléfono, una práctica no demasiado habitual entre las dos figuras presidenciables amarillas. A esa altura, el más reciente factor de tensión entre ambas, Juan Schiaretti, estaba ya fuera de la ecuación. Despendiendo en qué trinchera se pregunte, se adjudican la iniciativa del llamado para descomprir: el larristismo dice que el jefe de Gobierno fue el primero en marcar el celular de la exministra y el bulrrichismo, que fue al revés.
El orden de los factores no altera el producto: la comunicación selló una pax armada, al menos para transitar el miércoles para cerrar la composición de Juntos por el Cambio para las elecciones 2023: sin el gobernador cordobés adentro, una jugada que molestaba tanto a halcones del PRO como al radicalismo mediterráneo, tampoco hubo cambio de nombre, como pretendía el flamante incorporado José Luis Espert, que quería pegarle a JxC el término "Libertad" que lleva su sello.
En relativa tranquilidad, después de días caldeados, los presidentes de los partidos del conglomerado opositor - Gerardo Morales (UCR), Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica), Federico Angelini (PRO) y Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano Federal)- definieron qué otros espacios integrarán la alianza opositora: se trata del Partido Demócrata Progresista, el GEN y Unir.
Junto a todos los apoderados de cada partido, la mesa de JxC definió un piso de 20% para la posterior integración de las listas de Parlamentarios del Mercosur, un guarismo que podría servir como guía para cada una de las negociaciones provinciales que se llevarán a cabo en los cierres distritales. Morales fue el encargado de aclararlo, pateando el debate de la letra chica del resto de los pisos a cada provincia, donde el equilibrio de poder entre PRO y la UCR varía.
Como contó Letra P, Bullrich temía que le metieran a Schiaretti por la ventana antes de que firmaran la constitución de la alianza. Las conversaciones entre Larreta y Schiaretti, por el momento, pasaron a un cuarto intermedio, ya que el alcalde insiste con plantear la ampliación de la coalición. Resta ver qué alternativas surgirán en el larrestimo para sumar al Peronismo Federal a su paquete accionario electoral.
