ECOS DE LA OLA VIOLETA

Sin interlocutor designado, la Casa Rosada tiende los primeros puentes con los gobernadores

El oficialismo busca acuerdos para aprobar el Presupuesto y sus nuevas reformas. Posible foto de Javier Milei con mandatarios y el rol de Lisandro Catalán.

Fuentes de la administración libertaria aseguran que el jefe de Estado tampoco descarta ponerse él mismo al frente de los acuerdos, así como se sentó en las mesas políticas lanzadas al calor de la derrota del 7-S. La participación de Milei podría materializarse en una próxima fotografía con un grupo de gobernadores. En Balcarce 50 mencionan una decena de ellos, sin identificar, con quienes estarían en contacto.

Más allá de las reformas que tiene en mente Milei, prometidas a Washington (laboral, tributaria y previsional), que deben pasar por el Congreso, hay un tema más inmediato para que la Casa Rosada se contacte con los gobernadores: la negociación del Presupuesto 2026. Sin embargo, el Gobierno podría patear su tratamiento para las extraordinarias, al menos según el plan de Martin Menem, el titular de la Cámara de Diputados, que quiere votar la ley de leyes con la nueva conformación del Congreso.

La Casa Rosada y los primeros contactos informales con la oposición

Sin cambios de gabinete en lo inmediato - todo indica que podría haber novedades recién el 10 de diciembre, cuando se plasme la nueva conformación del Congreso - el vínculo entre el Gobierno y la oposición quedó distribuido en, al menos, cuatro sectores libertarios distintos. Uno es representado por el asesor Santiago Caputo; otro por el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem; un tercero por el ministro de Interior, Lisandro Catalán; y un último por la titular de la cartera de Seguridad, Patricia Bullrich, que asumirá en diciembre una banca en el Senado por la Ciudad de Buenos Aires.

El loteo del rol político fue el que puso en tensión interna al Gobierno en varias oportunidades, producto del doble y hasta triple comando en las negociaciones con las provincias, que involucraban cuestiones electorales que lideraba Caputo, por un lado, y los Menem, por el otro.

Hasta ahora, el asesor presidencial fue el que llevó la mayoría de los diálogos con los gobernadores y algunos líderes de la oposición, como Cristian Ritondo, Rodrigo de Loredo y Miguel Ángel Pichetto. Según pudo saber este medio, el integrante del triángulo de hierro, quien diseñó la estrategia narrativa de la histórica remontada electoral, tampoco cortó ninguno de los vínculos con los gobernadores que construyó hasta ahora. De hecho, muchos de esos contactos los delegó en parte de su mesa chica, asesorada su principal operador, Manuel Vidal.

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Santiago Caputo, asesor en la Casa Rosada.

Santiago Caputo, asesor en la Casa Rosada.

Martín Menem circunscribe su influencia, casi con exclusividad, a la Cámara de Diputados. Si bien también recibió algunos llamados del interior del país, uno de ellos de parte del mandamás cordobés, Juan Schiaretti, la mayoría de sus contactos son con los bloques de los partidos aliados.

Con el batacazo del domingo, en la Casa Rosada dan como un hecho que el riojano continuará al frente de su rol legislativo, pese a que quienes conocen a Menem aseguran que se sentiría mucho más cómodo ocupando un lugar en el Ejecutivo, ante un eventual recambio de gabinete.

Como Menem en la cámara baja, Bullrich pretende convertirse en la interlocutora natural del oficialismo en el Senado. En la cúpula libertaria reconocen que la actual ministra de Seguridad podría ser muy útil en dicho rol, sobre todo después de haber admitido las enormes dificultades que tuvo para ocupar ese lugar el presidente del bloque libertario, Ezequiel Atauche. Quienes conocen a la extitular del PRO aseguran, incluso, que buscará reconstruir el vínculo entre Milei y Victoria Villarruel o, al menos, hacer todo lo posible para que no entorpezca las deliberaciones de La Libertad Avanza.

Las dudas sobre la interlocución del Gobierno

Por ahora, Catalán es el único que tiene agenda oficial prevista con mandatarios. Y si bien es parte de su rol oficial e institucional, todavía nadie se anima en la Casa Rosada a pronosticar cuál será su futuro: si pese al buen vínculo con las provincias, continuará como ministro de Interior después del 10 de diciembre.

En las últimas semanas, su nombre se mencionó en varias oportunidades en la lista de funcionarios que serían desplazados del Gobierno, bajo la premisa de darle mayor amplitud y dinamismo a una cartera históricamente vinculada a los acuerdos y el barro de la política. Sin embargo, la épica remontada electoral del último domingo disipó, al menos por ahora, la mayoría de estas versiones. No por nada, el ministro del Interior recibió este mismo lunes en su despacho a la Encargada de Negocios de la Embajada de Estados Unidos, Heidi Gómez Rápalo.

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Lisandro Catalán, ministro de Interior.

Lisandro Catalán, ministro de Interior.

En Balcarce 50 hay quienes mencionan que otra de las razones por las que Catalán continúa en su cargo es la protección de Francos, el jefe de Gabinete que siempre puso como condición tenerlo a su lado para hacerse cargo de la coordinación ministerial. El problema para el ministro es que la continuidad de su jefe también es puesta en duda a partir del 10 de diciembre, con lo que se abre la duda si el ministro de Interior se irá con él o se quedará a reforzar los puentes con las provincias.

"Lisandro es Guillermo, a tal punto que si Guillermo se va en algún momento va querer darle continuidad a su gestión dejando a Lisandro", resumió el vínculo entre ambos una fuente muy relevante de la Casa Rosada que no forma parte de este equipo político.

El futuro del gabinete estará determinado por los acuerdos que construya el Gobierno con la oposición en las próximas semanas. Eso no quiere decir que la cúpula violeta le abrirá el gobierno a los aliados, sino, más bien, que determinará los nuevos nombres de los funcionarios en base a quiénes logren imponer su estrategia en la mesa presidencial: si Caputo y su idea de entregar las provincias a cambio de gobernabilidad y apoyo en el Congreso, o Karina, y su propuesta de teñir el país de violeta de nuevo en 2027.

Santiago Caputo, Luis Caputo y Mariano Cúneo Libarona.
Javier Milei, en Casa Rosada.

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