A medida de Trump: Javier Milei llamó al diálogo para hacer las reformas que prometió y que espera Washington
A pesar de la victoria, se mantuvo moderado. Abrió una nueva etapa de consensos, tal como se lo pidió EE.UU. Las claves del triunfo y la euforia del búnker.
El giro narrativo del Presidente se debió a un nuevo diseño estrategia de su mesa política, aunque, también, a la presión que ejerció la administración Donald Trump para que construya una nueva mayoría.
El mandatario lo dejó en claro a lo largo de todo su discurso, que brindó desde el primer piso del Hotel Libertador, donde montó nuevamente el búnker de campaña. "Hay decenas de diputados y senadores de otros partidos con los que podemos encontrar acuerdos básicos. Nos alegra saber que en muchas provincias la segunda fuerza no fue el peronismo sino el oficialismo provincial que son racionales, procapitalistas”, sostuvo Milei en su discurso.
Luego de nombrar a cada uno de los integrantes de su mesa chica, el líder libertario celebró la nueva composición del Congreso desde el 10 de diciembre y envío un mensaje de unidad a los bloques y espacios aliados. Arriba del escenario, todo un gesto, lo acompañaron la secretaria general, Karina Milei, y el asesor presidencial Santiago Caputo.
Los festejos de Javier Milei y sus candidatos
Desde temprano, en el salón principal del Hotel Libertador se percibía un aire de sobrado optimismo, aunque para ese momento nadie se animaba a confirmar un triunfo sobre el peronismo en la provincia de Buenos Aires. La mayoría de los presentes todavía tenía en su memoria el baldazo de agua fría del 7 de septiembre y preferían mantenerse cautelosos.
No fue hasta las 20.30, unas dos horas antes de que subieran al escenario Patricia Bullrich y Diego Santilli, los dos únicos candidatos que se dirigieron a las 400 personas que celebraron en el búnker, que los números que llegaban ya empezaban a hablar de un triunfo irreversible del oficialismo, con la provincia de Buenos Aires como el principal motor del batacazo.
Las razones esgrimidas de la remontada, con la que coincidieron la mayoría de los funcionarios y candidatos con los que pudo hablar Letra P en los pasillos del Hotel Libertador, no sólo tuvieron que ver con la implementación de la boleta única de papel (BUP), que el propio Presidente destacó en su discurso; sino, sobre todo, con una nueva estrategia política que tuvo a Milei como protagonista.
"El Presidente se puso la campaña al hombro, como no había sucedido en septiembre y con eso la rompió", comentó exultante un funcionario de Casa Rosada, luego de recordar algunas de las principales recorridas del mandatario a lo largo y ancho del país en las últimas semanas.
Para la dirigencia territorial, incluyendo a figuras del PRO y a viejas estructuras por fuera de La Libertad Avanza, el triunfo se logró también por una evidente desaceleración del peronismo, que puso todo el aparato provincial y municipales al servicio de los comicios del 7 de septiembre y no para para las nacionales. "Los intendentes fueron a menos y eso se notó en la calle, lo cual nos benefició. Cristina tenía razón", comentó a Letra P un hombre de larga trayectoria política, en referencia a la oposición de la expresidenta al desdoblamiento decretado por Axel Kicillof.
La Casa Rosada y la Casa Blanca, en sintonía
Con el peronismo en retirada y Milei al frente de la campaña nacional, en el triángulo de hierro presidencial destacaron la elaboración de cinco puntos para dar vuelta la elección, después de las derrotas en comicios desdoblados como Buenos Aires, Santa Fe y Corrientes: haber recuperado parte de la épica libertaria del 2023, con un Milei en modo rockstar; haber revivido el vínculo con la juventud militante, que se vio sobre todo en el acto junto a Las Fuerzas del Cielo en el Movistar Arena; y haber trazado un discurso algo más empático con una sociedad acorralada por el ajuste, dejando en claro que era necesario continuar con el mismo modelo a pesar de todo.
"El Presidente empezó a hablar de la importancia de valorar el esfuerzo de la gente, haciendo énfasis en que estábamos a mitad de camino. Y la gente lo entendió", sintetizaron en la cúpula libertaria. Estos ítems fueron los que llevaron a Milei a hablar en su discurso de las nuevas reformas que tiene en mente para el último tramo de su mandato. "La reforma laboral, jubilatoria y tributaria son nuestra prioridad", comentaban debajo del escenario mientras Milei hablaba. La Casa Rosada y la Casa Blanca tienen el mismo objetivo.
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Javier Milei, sobre el escenario del búnker de LLA.
Por esta razón, Milei anticipó una nueva etapa de consensos, tal como le sugirió Washington. "Hoy pasamos el punto bisagra, comienza la construcción de la Argentina grande”, afirmó el jefe de Estado, parafraseando el Make America Great Again (MAGA) de Trump, escoltado por su hermana y su asesor, quienes decidieron pausar sus diferencias para apuntalar una nueva estrategia de campaña.
El cambio discursivo
Moderado, Milei desechó su habitual libreto anticasta, repleto de ataques a la oposición, e hizo un llamado a parte de la oposición para acordar las nuevas reformas, muchas de las cuales había dejado plasmadas hace un año en el Pacto de Mayo.
La postura que tomó el líder libertario en medio de la celebración fue un giro narrativo rotundo al discurso que sostenía en la primera parte del año, ante de la paliza del 7-S. Apoyado en su su momento en las encuetas que le auguraban un triunfo en los comicios desdoblados, Milei le hablaba en tono desafiante a la oposición: "Los espero el 11 de diciembre", desafió en julio.