El presidente Javier Milei logró una contundente victoria electoral que le permitirá engrosar sus bloques en ambas cámaras del Congreso. No tendrá mayoría propia, pero con aliados, de mínima, iniciará el 10 de diciembre con capacidad de defender eventuales vetos a leyes adversas.
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Si bien la elección legislativa deja una foto de los recintos, la coyuntura política de cada sesión determinará el realineamiento de fuerzas. En esta nota, las cinco claves que marcarán el parlamento que viene para la segunda parte de la gestión libertaria.
Alianza de Javier Milei
La Libertad Avanza superará con creces el tercio de ambos recintos si consolida los acuerdos que tiene con el PRO y con un sector del radicalismo que formó parte de las listas oficialistas de este domingo. Entre los amarillos ya hay internas: Mauricio Macri pide sostener la bancada propia, pero Patricia Bullrich tiene más reparos.
Los gobernadores radicales Alfredo Cornejo (Mendoza) y Leandro Zdero (Chaco) repiten que sostendrán sus bloques puros. Martín Menem quiere formar un interbloque para contener a toda la tropa en Diputados y replicar la experiencia en el Senado. La negociación empezará este lunes.
También podría echar mano a partidos provinciales que tendrán representantes sueltos (Salta, Misiones y Neuquén), aunque en ninguna cámara le garantizarían mayoría al Gobierno. Provincias Unidas será decisivo.
¿Cómo sigue Unión por la Patria?
El peronismo tuvo un domingo paradójico. Si hace unos meses alguien decía que podía sostener el tercio en el Senado (donde perdió seis bancas) y mantener la misma cantidad de representantes en Diputados, cualquier figura del PJ firmaba gustoso.
Desde este lunes el peronismo debatirá una estrategia y la discusión más dura será en Diputados, donde hace meses que existen varios sectores que no quieren seguir conviviendo con La Cámpora. Los cercanos a gobernadores, los sin tierra y hasta el massismo lo piden.
La opción podría ser conformar un interbloque, como ya existe en el Senado y le permitió a José Maynas coordinar la tropa sin sobresaltos, aunque con diferencias planteadas en reuniones semanales.
Ambos superarán un tercio, un número mágico para formar parte de una eventual discusión sobre pliegos para ocupar la Corte Suprema de Justicia o un candidato a la Procuración General. La única opción que tendrá Milei para no pedir ayuda a Cristina Fernández de Kirchner en esta negociación será dividir el interbloque UP. Ya lo intentó el año pasado y no pudo.
El lado B de cada bancada deberá remar mucho para tener los 37 del cuórum, cuando además de los partidos provinciales jugarán un rol clave los resabios radicales, que podrían dividirse entre oficialismo y oposición.
Las fuerzas en extinción
Al menos en el Congreso, la elección de este domingo no le puso el clavo en el cajón al PJ -o al kirchnerismo- sino a las fuerzas que protagonizaron la experiencia Juntos por el Cambio.
La subsistencia del PRO dependerá de la arquitectura que diseñe Macri, mientras que la UCR y la Coalición Cívica empezaron a despedirse del Congreso, al menos con la identidad que supieron tener.
El radicalismo cuenta 12 bancas propias en Diputados, aunque suma a quienes irán con Provincias Unidas (como la tropa de Martín Lousteau), el oficialismo (Mendoza y Chaco) y quienes no definieron destino, como Karina Banfi y Pablo Juliano.
En el Senado hay nueve radicales, también con destinos tan disímiles, como sentarse con Patricia Bullrich o Anabel Fernández Sagasti. La Coalición Cívica tendrá sólo dos votos en Diputados y dejará de protagonizar los debates.