El gobernador de La Pampa fue a la muestra rural en Santa Rosa. Fue tratado con respeto crítico. Pidió más integración con la industria y distribuyó reproches.
Sergio Ziliotto se animó a refregarle al campo que el presidente Javier Milei es el verdadero enemigo, porque conspira contra la producción. El gobernador de La Pampa participó este sábado de la apertura de la 98° edición de la tradicional exposición rural y agropecuaria de Santa Rosa.
La cumbre anual de las patronales del campo, con la organización de la Asociación Agrícola Ganadera que representa en el territorio a la Sociedad Rural, le abrió las puertas al gobernador y lo trató con respeto, aunque crítico, en un contexto en el que la oposición política lo acusa por la creación de nuevos impuestos y lo culpa de la decisión del Banco Nación de cerrar su gerencia zonal.
El anfitrión Ignacio de la Iglesia, presidente de la Agrícola, fustigó las decisiones políticas estatales sin discriminar demasiado entre Nación y Provincia. Tanto él como el representante de CARBAP tomaron alguna distancia de las exigencias de los ruralistas del norte, la zona más próspera de la provincia, que apuran a Ziliotto para que arregle con Milei.
La relación del campo pampeano con el gobierno provincial peronista ha estado marcada por los vaivenes de la historia, pero nunca fue tan extrema como la que se vivió a nivel nacional en la época de Resolución 125. Igual, hubo momentos de tensión con gobernadores que desde este mismo escenario escucharon retos y a recibieron dardazos en vivo.
Ziliotto no dudó en asistir y llevó el mensaje que viene sosteniendo en otros ámbitos: a La Pampa no le queda otra que resistir porque la deuda del gobierno de Milei con el distrito ya supera los $70.000 millones y eso afecta a toda la provincia, incluyendo al campo.
Este sábado, la merma en la cantidad de gente que asistió a la clásica muestra, encima con el clima a favor, fue la demostración del duro momento económico que se vive.
El gobernador llevó para la ocasión un repaso con números incluidos que deja bien parado a su administración en comparación con otras jurisdicciones. Lanzó algunos anuncios moderados en medio de la crisis, pero sobre todo, se esforzó por repetir que el "enemigo" es Milei y sus políticas públicas.
Se agarró de palabras del propio presidente de la Agrícola: fue De la Iglesia el que dijo, y Ziliotto replicó: “El Estado es uno de los grandes socios del campo” y por eso “necesitamos trabajar en conjunto".
El gobernador peronista también definió estrategias para lo que viene. “Es imprescindible lograr un mayor volumen de integración entre el sector agropecuario y de su industria transformadora”, afirmó.
En esa línea, refrescó el informe de la CEPAL que indica que el sector agropecuario representa el 18,9% del Valor Agregado Bruto de La Pampa y el 11,3% del empleo privado registrado. Son cifras que reafirman una idea: el sector agropecuario por sí mismo no genera tanta mano de obra ni tanta riqueza como plantean sus promotores. Por eso Ziliotto añadió: “Si sumamos la capacidad de la agroindustria, vemos que su participación crece un 70 %”. “Ante tamaña realidad, vamos a profundizar la intervención estatal”.
El gobernador se golpeó el pecho con una verdad que ni los ruralistas más opositores le desmienten: “Somos un gobierno que dialoga con todos los actores políticos, económicos y sociales de la provincia. Lamentablemente, no podemos decir lo mismo a nivel nacional”.
“Aunque cada vez que fuimos convocados estuvimos presentes, ese diálogo desapareció ante nuestra postura de reclamar lo que nos corresponde y nos han quitado al conjunto de la sociedad, a todos los sectores, incluso al campo pampeano”, tiró por elevación.
El discurso del mandatario repasó que en La Pampa hay 12 millones de hectáreas declaradas en emergencia, lo que permite acceder a alivios impositivos: el 84% del territorio, como consecuencia de fenómenos climáticos dañinos. En ese caso, sonó a reproche ante la demora de Nación en formalizar los trámites para que los beneficios se hagan efectivos.
Uno de los aportes innovadores fue el anuncio de que La Pampa pondrá fichas en la producción industrial de cáñamo, aunque todavía se están dando los primeros pasos. Las referencias a la Argentina del Topo no cesaron: Ziliotto mostró números del derrumbe de la actividad económica, la recaudación y el empleo. “La fuerte caída y la quita ilegal de recursos coparticipables impactan sobremanera tanto en las finanzas públicas como en el sistema productivo”, advirtió.
"El Estado provincial se ve impedido de mantener el nivel de inversión pública destinada a fortalecer la económica provincial. Lamentablemente, ha desaparecido ese escenario productivo, laboral y social positivo con el que cerrábamos el año 2023”, se quejó.