No existe una sola gran pecera adonde ir a buscar los votos que se necesitan para llegar al ballotage. Hay varias donde pescar; pequeños márgenes electorales distribuidos y diferenciados a los cuales apuntar. Cada una de esas peceras requiere una técnica, una caña y una carnada distinta. El diagnóstico y la recomendación forman parte de las conclusiones centrales del análisis del escenario a dos semanas de las PASO que hizo la mesa chica del comando de campaña de Sergio Massa. En el documento, que circula desde hace algunas horas, aparece resaltada en rojo una cifra: 14%. Es el porcentaje de los más de 7,1 millones de sufragios que sacó Javier Milei que el peronismo quiere recuperar, un universo que en 2019 eligió al Frende de Todos (FdT) y está algo descreído de la política, pero que hoy tendría dudas de volver a votar al libertario. Casi un millón de electores en el microscopio del Frente Renovador (FR).
Sobre ese 14 por ciento pondrá ahora el foco el peronismo, a través de campañas segmentadas y focalizadas con el objetivo de que vuelvan a elegirlo y le garantice al ministro candidato un lugar en el ballotage de noviembre; "más allá de que estén enojados", resumen en el massismo.
La estrategia ya empezó a tomar forma en la campaña del titular de Hacienda. En la modalidad de los anuncios que hizo a lo largo de todo el domingo a través de sus redes sociales, Massa buscó capitalizar el efecto de las medidas en cada uno de los sectores a los que estuvieron apuntadas: trabajadores formales, informales, beneficiarios de planes sociales, pymes, monotributistas, jubilados, economías regionales, productores rurales pequeños y medianos, personal de casas particulares... Sobre cada segmento, una medida; sobre cada sector del electorado, un estímulo a votar al oficialismo.
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"La que viene es una campaña segmentada y profesional", resume alguien que conoce bien el laboratorio político massista. La idea es dirigirse lo más focalizadamente posible a cada porción de electores donde hay posibles segmentos para pescar. Más profundidad y llegada en la "creación de contenidos" para interpelar a los votantes enojados a través de las redes sociales.
Ahí está la batalla central y no ya en la calle, en el sentido tradicional en el que lo entiende la política, dicen. "No es un tema de pintadas, afiches o pasacalles. Milei ganó sin que nadie lo viera en la vía pública", grafican.
Autopsia electoral
Con todos los números de la PASO sobre la mesa y los resultados de lo que se conoce como el "forense electoral", en la mesa chica de la campaña massista hay una llama de ilusión encendida. A pesar del triunfo del libertario, que desde el 13 de agosto sigue creciendo en adhesión de votos según corroboran, el escenario que quedó planteado desde la elección a esta parte es muy bueno, juran. "Somos competitivos para entrar al ballotage y convertir a Massa en el próximo presidente", intentan contagiar optimismo.
La autopsia electoral es el principal insumo sobre el que trabaja el laboratorio massista. La información permite saber cómo se votó en cada provincia, en cada barrio; dónde fue más gente a votar, dónde hubo corte de boleta y, sobre todo, dónde se puede mejorar la perfomance. Con esos datos buscan orientar mejor la campaña.
En el laboratorio massista ven que Bullrich pierde votos de adultos mayores y clase media. En el laboratorio massista ven que Bullrich pierde votos de adultos mayores y clase media.
El massismo mira ahora el movimiento de votos post-PASO. La primera conclusión a la que arriba es que Miei parece seguir creciendo en la adhesión, aunque por ahora está lejos de poder ganar en primera vuelta. Es que, si bien logró hacer que su voto fuera transversal en varios sentidios (edad, sexo y composición social), tuvo resultados muy dispares.
Massa también creció después de las primarias, según sondeos. Suma buena parte de los votos que fueron a Juan Grabois, pero también en parte del resto de los votos "huérfanos", como el de las fuerzas que no pasaron el filtro de las PASO.
En contraposición, Patricia Bullrich parece desinflarse por sus problemas para retener los votos de Horacio Rodríguez Larrreta. En el laboratorio massista ven que la ex ministra de Seguridad pierde votos de adultos mayores y clase media.
Reparto proporcional
En líneas generales, los expertos del comando del campaña oficialista aseguran que ya hubo un 8 ó 9 por ciento del electorado que migró su voto porque en las PASO lo hizo por una fuerza que no pasó el filtro y que esa mudanza se dio de manera más o menos proporcional entre Massa, Milei y Bulllrich.
Por eso, en un escenario de fuerte dispersión electoral la clave estará en ir a buscar los márgenes de votos posibles en las distintas peceras. La de los ausentes de las PASO es una posible. "Podría crecer la tasa de participación, pero se distribuirían de manera proporcional, con cierto sesgo favorable a Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza. No todos los ausentes son votos para UP", resumen los analistas que trabajan con datos en el comando de campaña de UP. No es el único objetivo. "Hay que ser creativos y conectar con los enojados. Ese 14 por ciento de los votos que sacó Milei fueron al peronismo en 2019 -resumen-. Si lo hacemos bien, podemos poner a Sergio en el ballotage", se entusiasman.