UNO, DOS, ULTRAVIOLETA

Santa Fe: quién es Agustín Pellegrini, la sombra de Romina Diez al que le toca jugar en la cancha grande

Mano derecha de la diputada, el candidato libertario es avalado por Karina Milei, pero tiene resistencias internas. Obediencia total y culto al perfil bajo.

La irrupción de Agustín Pellegrini como candidato de La Libertad Avanza en Santa Fe fue, para muchos, una sorpresa. Con apenas 25 años y un perfil bajísimo, se convirtió en el elegido para encarnar la apuesta libertaria en la provincia. No fue una decisión improvisada: detrás está el aval de Karina Milei y, sobre todo, la confianza absoluta de Romina Diez.

En los pasillos libertarios nadie duda de su rol. Pellegrini es la sombra de Diez, su alfil más cercano. La jugada de entronizarlo definió la boleta santafesina con una marca de origen: pura cepa del mileísmo duro. Operador, ejecutor, quien tuvo la tarea de caminar la provincia en pleno armado de La Libertad Avanza como sello provincial y el que asume las tareas incómodas. Reservado, calculador, poco proclive a hablar con los medios y alejado de la exposición en redes sociales que sí cultivan otros militantes libertarios, quienes lo conocen subrayan que su rasgo más distintivo es la obediencia total a Diez.

“Es leal cien por cien. Nunca lo escuché dudar ni criticar”, lo define alguien que lo trató de cerca. En esa clave, otro habla de la tarea del joven, también vicepresidente del partido en Santa Fe, como quien “completa” a la diputada. “Y cuando tiene que liquidar a alguien, lo hace. Brutalmente”, refieren. De allí algunos ruidos internos.

Juventud, para bien y para mal

El nuevo Congreso tendrá una característica inédita hasta ahora: muy posiblemente cuente en sus bancas a jóvenes nacidos en este milenio. En ese segmento se encuentra Pellegrini, nacido el 20 de marzo de 2000. En su juventud, el estilo del candidato genera un halo de misterio en torno a su figura.

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Poco se sabe de su familia -sí que su padre se dedica al negocio de los seguros- y nada de su formación académica. “No parece que tuviera 25 años. Es muy parco”, cuentan a Letra P. Su salto a la candidatura nacional se explica menos por méritos visibles que por la confianza de Diez y el aval del armado nacional que encabeza El Jefe, con quien también estrechó vínculo. En las últimas horas estuvo en Buenos Aires, en una foto junto a los cabezas de lista, pero no se lo vio en Rosario para la visita del presidente a la Bolsa de Comercio.

Su candidatura, sobre todo estando a la cabeza de la nómina, trajo cola. En algunos espacios de militancia cuestionan que la inexperiencia y falta de imagen hacen peligrar la elección y que el partido, bajo su influencia, no logró crecer en el territorio. “Divide aguas por la corta experiencia”, sostienen en sectores liberales en que miran de reojo y discuten, siempre en estricto off the record, la decisión.

Algunos incluso remarcan que su función no fue otra que la rosca interna y la estrategia organizativa, pero nunca en términos ideológicos. “La función de él era hacer crecer el partido. Y el partido no creció”, señala un referente. Sin embargo, quienes defienden su postulación lo destacan como el más ordenado de todos, pragmático y capaz de ejecutar sin titubeos lo que la conducción decida. “Lo he visto operando y cómo desgasta a los rivales”, reconoce un experimentado.

Nadie puede decir, eso sí, que sea un paracaidista. "Cuando toda la camada de gente que está hoy en la política se vaya, en algún momento nos va a tocar a nosotros", decía en una entrevista en 2022. "El liberalismo llegó para quedarse, creo que se va a ir consolidando mucho más -agregaba por aquel entonces-. Por eso es importante el laburo que hacen hoy Javier Milei, Romina Diez, de sentar las bases, para que en el día de mañana cuando los jóvenes lleguemos, no tengamos que luchar siempre lo mismo".

Los días de definición

El cierre de listas en Santa Fe estuvo marcado por negociaciones tensas y definiciones que se llevaron hasta el propio domingo. Hasta el tramo final se especuló con que Romina Diez pudiera encabezar la nómina, pero finalmente optó por no presentarse y apostar por Pellegrini.

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Esa decisión selló un movimiento que dejó afuera a sectores aliados y reforzó la identidad de “pura cepa libertaria” en la boleta. Desde Buenos Aires, Karina, envuelta por estas horas en el escándalo de presunta corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), respaldó la jugada y ordenó alinear la lista con figuras de máxima confianza. Esa cerrazón que incluye a la militancia y personas del ecosistema libertario genera tensiones también hacia adentro. “Desconcierta el manejo”, reconocen en la intimidad libertaria.

Un nombre bajo el paraguas Javier Milei

“Más que nunca, el voto es a Javier”, dice otro referente. La opinión generalizada deja de manifiesto que el sello tendrá un rol preponderante, más inclusive que en la contienda provincial, en la suerte de Pellegrini y de muchas de las listas libertarias a lo largo y ancho del país, con candidatos prácticamente sin imagen pública.

En los primeros días de campaña, el movimiento de LLA se dio en esos términos: abroquelarse en Buenos Aires con la ya citada foto. La expectativa es que de aquí al 26 de octubre se repita el esquema habitual de los candidatos en Santa Fe: sin sobreexposición en medios tradicionales, batalla en redes y una apuesta, más que nunca, al empuje vinculado a la imagen del sello y el Presidente.

Agustín Pellegrini, primer candidato a diputado de La Libertad Avanza en Santa Fe, junto a Romina Diez y Karina Milei.
Javier Milei y Karina Milei.

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