En paralelo a la interna grande que estresa al PJ y robustecido por figuras del Congreso y el mundo sindical, un sector del peronismo de Río Negro, con representación en Bariloche y Viedma, pretende imponerse en la interna por las listas de 2025.
Los mentores buscan equilibrio local en medio de la tensa negociación nacional. Armado y territorio, las claves. Los nombres que suenan.
En paralelo a la interna grande que estresa al PJ y robustecido por figuras del Congreso y el mundo sindical, un sector del peronismo de Río Negro, con representación en Bariloche y Viedma, pretende imponerse en la interna por las listas de 2025.
Con la decisión de participar en los comicios del año próximo, cuando la provincia pondrá en juego tres bancas en el Senado y dos en la Cámara de Diputados, en el corredor que va de la capital a la ciudad lacustre buscan conformar una “opción a la rionegrina” del justicialismo. Sin importar las posturas ante la puja entre Cristina Fernández de Kirchner y el gobernador riojano, Ricardo Quintela, avanzan en la construcción desde las bases de un partido que sufre hace más de una década de serios inconvenientes de legitimidad.
En la capital rionegrina, el sindicalista Pablo Barreno es la cara visible del naciente grupo que proyecta detener la inercia de los últimos tiempos. Salió a recorrer la provincia y logró que la senadora Silvina García Larraburu receptara sus inquietudes de cara al armado que deberá atravesar la lógica de las candidaturas.
Barreno también sumó charlas con otras figuras del armado barilochense: la concejala Julieta Wallace, referentes de agrupaciones como el exfuncionario kirchnerista Osvaldo Nemirovsci y el candidato a vicegobernador del frente Vamos Con Todos en 2023 Leandro Costa Brutten. Hasta se plegó la exlegisladora y exintendenta barilochense María Eugenia Martini, que suplantó a Omar Goye en el Centro Cívico luego de su escandalosa destitución en 2013.
A lo largo y a lo ancho de Río Negro, el peronismo no logra salir de la encerrona que le impide fundarse en un espacio atractivo para el electorado. La idea es modificar de plano esa perspectiva, enfrentando a la conducción que responde al senador camporista Martín Doñate.
Doñate aspira a retenar su banca en el Senado, cuyo mandato vence el año que viene, y desea, a través de un grupo de intendencias, consolidar la estrategia de supervivencia. El parlamentario fue uno de los primeros que salió a respaldar a la expresidenta en su cruzada para presidir el PJ y por estos días reúne avales para la lista “Primero la Patria”.
Como expresión refractaria a Doñate se consolida el eje San Carlos de Bariloche-Viedma, que toma vigor con figuras de representación territorial. La intendenta de Catriel, Daniela Salzotto, es una de las que garantiza la gestación de este espacio que pretende fracturar a la conducción pejotista en manos del intendente de Lamarque, Sergio Hernández, brazo ejecutor de La Cámpora.
Por fuera de las fronteras de la Patagonia, el PJ rionegrino ya se definió por el respaldo a Cristina. Lo (no tan) llamativo es que no es unánime la postura de las diversas tribus locales, enfrentadas entre sí por la dirección en las últimas instancias electorales.
De esos temas dialogaron Barreno y Salzotto en el encuentro que mantuvieron en el municipio petrolero hace unos días, durante la gira del exlegislador para empezar a reunir masa crítica a su favor.
Como explicó Letra P, la actualidad del PJ es compleja. La derrota de 2021 en aquella instancia de medio término reseteó el sistema de alianzas, propiciando un acuerdo con el gobernador Alberto Weretilneck en la elección ejecutiva provincial de 2023.
Con el gobierno de Javier Milei y modificada la relación de Weretilneck con la Casa Rosada, la conducción del PJ volvió a distanciarse del mentor de Juntos Somos Río Negro.
Aquella fractura todavía genera resquemores, a pesar del entendimiento en la Legislatura de los bloques peronistas en contra de las políticas de JSRN.
Las diferencias se demostraron en la visita de Quintela a General Roca y en la organización del acto por el Día de la Lealtad del próximo 17 de octubre. Barreno convocó a Viedma y levantaron la mano en todos los circuitos, pero se espera que otros espacios convoquen por su lado a recordar la gesta del pueblo peronista en favor de su líder.
La relación con la intendenta de General Roca, María Emilia Soria, la figura con representación política y territorial de mayor calibre, no es un problema para el dirigente sindical. Si bien la construcción tiene autonomía, no colisiona en nada con el proyecto para 2027 que puede albergar la jefa comunal. Al menos de esa forma lo entienden en la unidad básica de la comarca viedmense.
Hoy la relación es correcta, pero dista de una armonía total. El andar del tiempo definirá cómo se complementan si finalmente definen enfrentar al pejotismo camporista que hoy conduce al partido.