Continúa la frenética negociación en Río Negro para presentar candidaturas a la Cámara de Diputados. La provincia renueva este año tres bancas y las principales fuerzas buscan las mejores opciones, a pesar de las diferencias internas. Tanto Unión por la Patria, Juntos por el Cambio y Juntos Somos Río Negro, ultiman detalles para coronar en armonía esta instancia. Un factor es determinante: si el liberalismo consigue sello de distrito para acompañar a Javier Milei, puede meterse en la discusión.
Las dos fuerzas nacionales negocian a contrarreloj la mejor opción electoral. Como en todo el país, la rosca de candidaturas pone sobre la mesa una serie de opciones e históricas diferencias que se consolidaron en el tiempo.
En Unión por la Patria, las miserias afloran constantemente. Desde que la actual conducción del Partido Justicialista (PJ) decidió confluir en el gran acuerdo rionegrino del gobernador electo Alberto Weretilneck, una porción minoritaria del panperonismo declaró la guerra a quienes observan como "traidores". Hoy, la resistencia a la conducción partidaria la encarna el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Martín Soria, y su hermana María Emilia Soria, intendenta de General Roca.
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Martín Soria quiere ser diputado nacional por Río Negro.
Con una fractura expuesta en el PJ, el pasado miércoles se desarrolló la reunión de autoridades de sellos que integran el nuevo frente. Demarcaron límites y equilibrios. Algunas voces insistieron en atravesar el fin de semana largo para que se aclare el panorama en torno a las candidaturas, de las que poco se sabe. Como explicó Letra P, Soria es el único que manifestó el deseo de recuperar la banca en la Cámara de Diputados.
La otra parte, ultrakirchnerista y que se reporta al senador Martín Doñate, insiste en la misma teoría. “Hay que pasar el fin de semana”, advierten. Entre los nombres que circulan para competir, figuraba la diputada nacional Graciela Landriscini, que compitió en la elección de abril bajo el paraguas de Nos Une Río Negro.
En Juntos por el Cambio la situación es igual de compleja. Los socios de la alianza, el PRO, la Unión Cívica Radical (UCR), la CC-ARi y el flamante Unidos por el Progreso y la Libertad, deben atravesar las PASO para saber quién lo representa. Al menos, hay tres candidaturas decididas a competir en las elecciones primarias.
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Juan Martín y Aníbal Tortoriello compiten por el dominio de JxC y el PRO.
Desde el macrismo fueron propuestos Sergio Capozzi y Roberto Brusa. El primero se reporta al esquema del legislador Juan Martín. El segundo es apadrinado por el diputado Aníbal Tortoriello, presidente del PRO Río Negro y último candidato a gobernador de Cambia Río Negro.
El radicalismo, que volvió en sus pasos tras la ruptura de principios de año, también imagina una propuesta. Lorena Matzen, legisladora electa e impulsora del acuerdismo que pregona el jujeño Gerardo Morales, ratificó las diferencias con el resto de los partidos, citó su comunicación con Martín y hasta deslizó la chance de alcanzar lista de unidad. El gran obstáculo, advirtió quien fuera candidata a gobernadora en 2019, es Tortoriello. “El problema es el presidente del PRO, que no convocó al diálogo. Estamos consientes de que es necesario una lista consensuada, podemos lograrlo”, consignó Matzen, en declaraciones a CNN Radio de General Roca.
Si el acuerdo entre los espacios de Morales, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta no puede darse, el radicalismo tiene su propuesta que surgirá de la mesa de diálogo del comité provincia integrada por Matzen, Ariel Bernatene y Pedro Sánchez. Se habla de las intendencias como proveedoras de nombres para competir.
Oficialismo en espera
Juntos Somos Río Negro avanzó con el cierre para San Carlos de Bariloche. El acuerdo significó un quiebre en la dura interna que atravesaron la gobernadora Arabela Carreras y Weretilneck. Saldada esa diferencia, que dejó bien posicionada como candidata a la actual mandataria provincial, el partido se dedica a definir la boleta corta para agosto.
Como instancia límite, el oficialismo rionegrino convocó a sus autoridades a General Fernández Oro el miércoles que se viene, para darle forma a la propuesta electoral. Hasta hoy, dos nombres son alternativa: Luis Di Giácomo y el vicegobernador Alejandro Palmieri.
Di Giácomo demostró capacidad para moverse en el Congreso, retomó el diálogo con el ministro Sergio Massa y condujo un bloque clave al que se sumaron el Movimiento Popular Neuquino (MPN) y el Frente Renovador por la Concordia del misionero Carlos Rovira.
Palmieri conduce la Legislatura rionegrina, pero tiene experiencia en lo parlamentario. Fue jefe de bancada antes de ser vicegobernador y se desempeñó en la cartera de Economía provincial. Sus origines en la política están ligados al justicialismo ortodoxo de Carlos Soria, cuando el Gringo era intendente de Roca.
Lo que sí genera dudas en el entorno de Weretilneck es la posibilidad de que el sector libertario compita. Atento a las encuestas, el gobernador electo intenta bloquear cualquier movimiento del intendente de Campo Grande, Ariel Rivero.
El expicchettista fue candidato por Primero Río Negro, un partido provincial que llevó el león de Milei. Los casi 10 puntos obtenidos en abril le habilitaron dos legisladores en el esquema parlamentario desde diciembre y le habilitaron a buscar sello de distrito. En su momento, como contó Letra P, se pensaba en el partido FE -que está ligado al gremio de peones rurales UATRE- como tangente para ser opción en las PASO. Por ahora, toda posibilidad está abierta.
