Facundo Manuel López, mano derecha del gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, es uno de los nombres que suenan para la elección legislativa de este año. Por fuera de su papel en el armado electoral, el jefe de la bancada de Juntos Somos Río Negro (JSRN) en la Legislatura, teje y espera un impacto favorable con el oleoducto Vaca Muerta sur.
Luego de la sesión en la que se homologó el acuerdo con las operadoras que construyen el ducto a Sierra Grande, en la que junto a otros espacios salieron a defender el estatus diferencial de la Patagonia, López vaticinó un cambio de era que posicionará a la región como un área estratégica para el país. Con un rol más activo, alejado de ese trabajo en las sombras que le hizo ganar un espacio estratégico en la mesa chica de Weretilneck, suma protagonismo por fuera de la capital y la vida parlamentaria.
“Hasta ahora, no éramos grandes jugadores en materia energética. Con este acuerdo, posicionamos a Río Negro como la salida al mundo de lo que se extrae en Neuquén ”, festejó López, ante la consulta de Letra P. Desde Viedma, centro de la administración pública y punto neurálgico para la toma de decisiones, coordina acciones en varios frentes: lo legislativo y la rosca, parte esencial de su rol como alfil de Weretilneck en todos los frentes.
“Sumado al proyecto Calcatreu o el proyecto Ivana, más los 35 proyectos que se manejan en minería, estamos camino a un nuevo polo productivo de Río Negro. Nos transformamos en provincia minera, explotando hidrocarburos y de transporte para lo que sale de Vaca Muerta”, machacó el abogado, jugador clave en la relación del Ejecutivo y otros áreas del Estado, como la Justicia.
Año bisagra para Río Negro
López analiza, en esa perspectiva, una coyuntura desafiante para su partido, Juntos Somos Río Negro, que encara la compleja tarea de retener dos escaños: uno en el Senado y otro en la Cámara de Diputados. La contienda es compleja por la tendencia a favor de La Libertad Avanza, que viene de obtener un triunfo en suelo porteño y se prepara para competir en la provincia de Buenos Aires.
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De las tres bancas que se renuevan en la cámara alta, JSRN tiene la representación de Mónica Silva, exministra de Educación rionegrina que completará el mandato de Weretilneck. El hoy jefe provincial, luego de un particular acuerdo, logró abrirse paso en un enmarañado mapa electoral. A la espera de una polarización feroz, se construye una alternativa netamente patagónica. También el provincialismo arriesga el lugar de Agustín Domingo, figura relevante en San Carlos de Bariloche.
“Con el mismo compromiso y responsabilidad, como cada instancia electoral, le ofreceremos al electorado una opción puramente rionegrina. Defenderemos los intereses provinciales, contra las miradas centralistas que hoy representan el kirchnerismo y el gobierno nacional”, repite a este medio.
Un mandato de estirpe federal, entiende López, diferencia al modelo provincialista rionegrino creado a imagen y semejanza del Movimiento Popular Neuquino (MPN), fuerza que hoy se encuentra en notable retroceso, pero que parió a Rolando Figueroa. “Es un año desafiante, con las mejores personas en octubre. Cuantos más partidos provinciales lleguen al Congreso, más federalismo”, insiste.
El ajuste en la Patagonia
“Tenemos una enorme expectativa en lo que viene, vamos a hacer notar nuestra postura. Las provincias se hacen cargo de áreas sensibles como educación, seguridad, justicia, de obra pública y de acompañar a los sectores productivos”, recuerda el legislador, que fue incluido en la danza de nombres para competir a fin de año.
El plan, comprende, es “hacerse cargo” ante el abandono de la Casa Rosada. Terminación de rutas, infraestructura, potencialidad del rol estatal como escape a la motosierra libertaria. "Eso vamos a decirle a nuestra gente", cerró.
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Qué se juega en octubre
La elección de medio término llegará en un fin de año caliente. Tres lugares en el Senado y dos en la Cámara de Diputados, ese es el premio por el que se pelea JSRN con el peronismo, el amplio abanico libertario y el PRO. Según los primeros sondeos que manejan en la política rionegrina, la oposición a la Casa Rosada no tiene una tarea sencilla por delante. Y Weretilneck lo sabe.