NOVENA SECCIÓN

Axel Kicillof le está ganando la interna a CFK

Suma victorias parciales en la disputa con el kirchnerismo. Del primer golpe en contra, al contraataque. Las seis razones y los amigos del campeón.

La interna bonaerense -una pelea de impacto nacional, pues lo que verdaderamente se discute es el liderazgo de la fuerza pensando en 2027- se convirtió en una batalla naval en la que cada jugada está medida y meditada para ir ganando terreno y debilitando al rival. En ese marco, Kicillof fue consiguiendo casi todo lo que se propuso desde que cortó el cordón umbilical con CFK, cuando evitó respaldar la candidatura de la expresidenta a la conducción del PJ.

Aquella acción inesperada para el kirchnerismo, pero sostenida por Kicillof y quienes lo empujaron a discutir la conducción, fue la línea de largada de una serie de ataques y contraataques legislativos y en otros ámbitos que continúa por estas horas, con una tendencia favorable al gobernador.

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Axel Kicillof y Cristina Kirchner.

Axel Kicillof y Cristina Kirchner.

Presupuesto 2025, primer round

Cuando asomaba diciembre pasado, la Legislatura bonaerense empezó a moverse con el ritmo habitual que supone esa etapa en cada año, en la que se discuten el Presupuesto, la ley fiscal impositiva y, en muchos casos, el endeudamiento que el gobernador envía al parlamento para marcar la hoja de ruta del año entrante. Aquello se convirtió en un laberinto de curvas tramposas y callejones sin salida, que le dio la bienvenida a Kicillof en el espinoso camino de enfrentar a Cristina.

La noche del 12 de diciembre, un grupo de intendentes y la tropa legislativa cristinista, junto a parte de la oposición, redactó y bajó al recinto de Diputados un texto paralelo del presupuesto, con tachaduras y modificaciones que nadie cercano al gobernador avaló, en una sesión que duró minutos y que no prosperó, cuando las autoridades de la cámara se enteraron que el Senado que conduce Verónica Magario había bajado la persiana para no tratarlo.

Una semana más tarde y sin avances, la Legislatura dio por terminado el debate y Kicillof prorrogó el Presupuesto 2024, con un ajuste y una reconfiguración económica y financiera que dejó sin fondos especiales para obras y seguridad a los municipios, entre otras cosas. Si bien el gobernador no pudo negociar lo que necesitaba, salió por arriba de la encrucijada, que más tarde le serviría como herramienta para volver a negociar con el kirchnerismo y la oposición.

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Dichiara Tignanelli Garciarena. La Legislatura bonaerense no sacó el Presupuesto 2025 de Axel Kicillof.

Dichiara Tignanelli Garciarena. La Legislatura bonaerense no sacó el Presupuesto 2025 de Axel Kicillof.

El desdoblamiento, el cruce del Rubicón

El anuncio del desdoblamiento electoral marcó el quiebre definitivo con La Cámpora y los satélites del kirchnerismo. CFK había sido clara en un encuentro del PJ bonaerense en Moreno: no era conveniente desdoblar la elección, había que nacionalizar la discusión. La presión de los 42 intendentes kicillofistas para que adelantara los comicios provinciales y pudieran tener injerencia en el armado de las listas hizo efecto y el gobernador, en una conferencia en la que se lo notó tenso, cruzó el Rubicón.

Tras ello, superó con éxito un intento del kirchnerismo de votar en la Legislatura un proyecto de elecciones concurrentes con las nacionales, una guerra a cielo abierto que sin una tropa demasiado numerosa fue creciendo con los meses y pudo obstruir la embestida K, para darle paso a la siguiente jugada interna, la suspensión de las PASO.

Para las PASO, la suspensión

Con aquel decreto del adelantamiento de las elecciones bonaerenses al 7 de septiembre, Kicillof firmó otro artículo en el que preveía la suspensión de las PASO, una herramienta históricamente utilizada -y creada- por el kirchnerismo para dirimir candidaturas. El camporismo intentó con algún espacio del radicalismo sostener las primarias, hasta que el contexto político no dio para más. Prácticamente todos las fuerzas pedían la suspensión, tras la resolución del Congreso de hacer lo propio con las nacionales.

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Cristina Fernández de Kirchner y Teresa García.

Cristina Fernández de Kirchner y Teresa García.

Desdoblar y mantener las PASO se traducía un una decisión burocrática y tediosa por la que los bonaerenses deberían ir a votar tres veces y por la que Kicillof debía hacerse cargo. Sus 11 representantes en Diputados intentaron voltearlas en una sesión pedida por La Libertad Avanza a la que no bajó ningún otro integrante de UP, lo que marcó una nueva ruptura interna. No aquel día, pero sí unas semanas después, las primarias se suspendieron y el gobernador se anotó otro punto.

La batalla de los plazos electorales

El proyecto de suspensión de las PASO preveía además un corrimiento en el calendario electoral que la Justicia Electoral le había solicitado al Ejecutivo con el argumento de los pocos días que quedaban de margen entre la presentación de las listas y la oficialización de las boletas. En el primer intento, el Senado avanzó con lo primero pero dejó los plazos tal como estaban, lo que trabó las negociaciones durante varios días.

El kirchnerismo pedía explicaciones por las que debía modificarse ese calendario y manifestaba que si las elecciones hubieran sido concurrentes -como sucedió siempre hasta la decisión del gobernador- el tema plazos no hubiera sido un problema. En esa tesitura se mantuvo hasta que la Justicia Electoral fue a una reunión en la Legislatura a explicar punto por punto por qué debía hacerlo.

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La Junta Electoral de la provincia fue a la Legislatura bonaerense a pedir la modificación del calendario electoral.

La Junta Electoral de la provincia fue a la Legislatura bonaerense a pedir la modificación del calendario electoral.

Esta no puede leerse como una victoria kicillofista (no es algo por lo que el gobernador presionó demasiado), pero sí debe admitirse que un calendario sin modificaciones podría haber embarrado la elección, con impugnaciones de candidaturas a pocas horas de los comicios y una discusión que probablemente terminaría judicializada. Si ese alivio no cuenta como punto a favor, al menos se evitó un gol en contra.

El contraataque doble de Axel Kicillof

Una publicación de posteos sincronizados de un grupo de intendentes cristinista llamó la atención el último día de abril. Casi con las mismas palabras, le agradecían al gobernador y a la Legislatura la condonación de la deuda que los municipios tenían con la provincia por dos fondos que el Ejecutivo otorgó en 2020, durante la pandemia, y en 2023. La amabilidad de aquellas expresiones escondía cierta picardía. Estaban celebrando lo que una comisión conjunta en Diputados amasaba sin presencia kicillofista: le dio despacho a un proyecto por el que las intendencias no debían devolver ese dinero y recibirían un reintegro aquellas que ya lo habían devuelto.

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Ese texto estaba listo para discutirse en el recinto cuando, ese mismo día, Kicillof envió un mega paquete económico que incluía un pedido de endeudamiento, la prórroga de emergencias en distintas áreas, la suspensión (no condonación) de la deuda de los municipios y -aquí el vuelto del Presupuesto 2025- un fondo de fortalecimiento para las intendencias que la gobernación afirma no haber podido ofrecer antes por la no aprobación de la ley de leyes. La sesión se cayó, los intendentes no obtuvieron esa condonación y el paquete aún no se debatió.

El mismo dispositivo utilizó el gobernador con las reelecciones indefinidas, un tema siempre incómodo pero que la política se lanzó a dar. El kirchnerismo intendentista del conurbano le dio vida a un proyecto que elimina la prohibición de postularse más de dos mandatos consecutivos en los cargos legislativos y excluyó de ese texto a la postulación de intendentes. Eso enfureció a los jefes comunales del Movimiento Derecho al Futuro, la marca política de Kicillof.

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Cuando el lunes pasado el Senado convocó a sesionar para tratar esa iniciativa, la senadora kicillofista Ayelén Durán ingresó otra en la que sí estaban incluídos los intendentes. Además de la legisladora de la Sexta sección electoral, Pedro Borgini, Federico Fagioli y Sofía Vanelli, todos de UP, no aseguraron sentarse a dar cuórum para tratar el proyecto kirchnerista, al que empujaron al vacío. La sesión se terminó cayendo y el gobernador bloqueó otra jugada de su adversario interno.

Los amigos del campeón

Todo lo mencionado le dio crédito al gobernador para avanzar en su propósito inmediato con más espalda y sin perder soldados. No obstante, el resultado final del 7 de septiembre a la noche indicará si aquello sirvió para darle paso al proyecto nacional Kicillof 2027 o termina atentando contra sus aspiraciones. Todas las decisiones que tomó hasta ahora le permitieron sumar puntos en su favor, pero también serán las cartas que le hagan perder cualquier tipo de esperanza presidencial si el resultado es adverso. Kicillof será señalado como el padre de una eventual derrota.

Enfrentar a CFK no fue negocio para otros que lo intentaron antes. Kicillof lo hizo sin perder su identidad política ni moverse un centímetro de su narrativa histórica -no se deskirchnerizó-, lo que le puede valer el apoyo general del peronismo si todos los triunfos parciales se coronan con la victoria general. Si no es así, habrá tenido la valentía de disputar la conducción del movimiento, pero los amigos podrían buscar otro campeón a quien abrazar.

CFK y Axel Kicillof.
Senado bonaerense

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