En el gobierno de Río Negro que conduce Alberto Weretilneck ven como una oportunidad despegarse del kirchnerismo que representa el senador Martín Doñate, que jugó de aliado en el “gran acuerdo rionegrino” que llevó al mandatario por tercera vez al poder en las elecciones de 2023. La jugada se origina ante la unidad de La Cámpora y el peronismo ortodoxo de Martín Soria por el manejo del PJ local.
La expresión final del quiebre entre los socios fue el Congreso peronista del último sábado, cuando la conducción formalizó a Soria al frente del órgano que define la política de alianzas del PJ. El diputado es un rival directo de Juntos Somos Río Negro y voz cantante del sector más crítico a la gestión provincial.
Las diferencias entre quienes hasta hace unas horas jugaban en yunta se expresaron en diversos ámbitos de la política doméstica. El último fue el anuncio de Doñate de articular un nuevo plan de salud, con un video amistoso con las protestas de trabajadores y trabajadoras de la salud rionegrina, que atraviesan una situación crítica por el ajuste reinante.
La provincia de la Patagonia enfrenta una crisis en la mayoría de las dependencias públicas y los hospitales se convirtieron en punto neurálgico de movilizaciones en demanda a una recomposición salarial.
Adiós al “gran acuerdo” en Río Negro
La fractura quedó expuesta en diversos escenarios. El Congreso que entronizó a Soria fue la excusa ideal para todas las partes involucradas.
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Socios. Alberto Weretilneck y Martín Doñate triunfaron el 16 de abril.
Lo cierto es que el distanciamiento del kirchnerismo duro de Juntos Somos Río Negro pretende garantizar para Doñate un lugar en 2025, tiempo en que la provincia renueva tres bancas en el Senado y dos en Diputados. La aspiración de renovar el escaño del camporista fue codificada como una oportunidad en el entorno del gobernador.
“Es el momento de volver a las fuentes, tenemos una oportunidad de despegarnos”, le comentó a Letra P una voz resonante dentro del poder provincial, que celebra la salida del justicialismo aliado.
Oportunidad para Alberto Weretilneck
Los desencuentros entre socios comenzaron en el cierre del gabinete. En un bordado de rionegrismo puro, y en negativa a que se sumen figuras del kirchnerismo, el mentor de provincialismo convocó a leales, sin caras conocidas del PJ o la UCR.
Por aquella decisión, las rispideces se trasladaron a la Legislatura. Empoderando al peronista Pedro Dantas como interlocutor con el gobierno rionegrino, le bajó el precio al bloque PJ-Nuevo Encuentro, la reserva K del parlamento. Esa muestra de distanciamiento cada vez más notable profundizó la brecha entre socios con algunas votaciones en contra, como en la modificación de la Ley Minera, un tema clave en la suerte de una gestión signada por los números en rojo.
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Daiana Neri, referente kirchnerista, entre Alberto Weretilneck y Facundo López. Sonrisas incómodas en la capital de Río Negro.
La gran excepción se dio con Daiana Neri, referente de La Cámpora en General Roca y rival de la familia Soria. La última semana, cuando la espuma del enfrentamiento estaba en lo más alto, se la pudo ver junto a Weretilneck, López y al rector de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), Anselmo Torres, en el lanzamiento de la diplomatura de sustentabilidad minera.
El arribo de Neri a la Unidad Provincial de Enlace con las Universidades (UPEU), espacio de reciente creación para buscar acuerdos en las casas de estudio, parecía calmar los ánimos con la pata kirchnerista. Nada de eso ocurrió y las diferencias se profundizaron.
Otro destino tiene el radicalismo, que logró colar segundas y terceras líneas en el gabinete, además de ocupar casilleros en las empresas públicas. Mientras referencias ineludibles con los 28 años de gobierno radical se observaban en los ministerios, muy poco del peronismo amigo recaló en las oficinas de Viedma.
Integrantes del "gran acuerdo", la legisladora Lorena Matzen y el legislador Ariel Bernatene son la garantía de la alianza entre la UCR y Weretilneck, que mutó a lo largo de los últimos 13 años.
Turbulencia parlamentaria
Las chicanas de López a Doñate inauguraron la temporada de respuestas por Twitter. Ana Marks, legisladora electa en la colectora peronista de Weretilneck, continuó el debate por las redes.
“Hay cosas más graves e importantes que atender hoy en Rio Negro”, dijo la barilochense, en referencia a lo vertido por el alfil de JSRN y delegado del gobernador en la capital provincial. “Lo asusta la crisis o está asfaltando el camino para irse con Javier Milei para aprobarle por migajas sus nefastas leyes”, lanzó.
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Este desafío puede incidir en el parlamento. Actualmente, de un cuerpo con 46 bancas, el peronismo se encuentra fraccionado en dos bloques: el del PJ-Nuevo Encuentro y en el de Vamos Con Todos. En total, suman diez votos con cinco escaños por lado.
JSRN, que posee 19 bancas, necesita de cinco para alcanzar la mayoría. Por ahora, si no hay nuevas réplicas en el mercado de pases parlamentario, los aportes del radicalismo o la CC-ARI pueden ser vitales.