El Pesidente anunció subas de partidas para universidades, jubilados y personas con discapacidad sobre una inflación fantasiosa del 10%. La obsesión fiscal.
En un discurso en el que mencionó 29 veces la palabra "fiscal", tanto para resaltar las bondades del "equilibrio" y el "orden" como para denunciar la tragedia del "déficit", Javier Milei usó la cadena nacional en la que presentó, en términos extremadamente elípticos, su proyecto de Presupuesto 2026 para realizar una rotunda ratificación de su modelo de ajuste.
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Electoral y políticamente golpeado, dijo que el dinero que se destinará a las universidades nacionales, jubilaciones, salud, educación y pensiones por discapacidad le ganarán el año que viene a la inflación prevista. Lejos de asegurar una recomposición de esos ítems en términos reales, invitó a la sociedad a creer que la mejora nominal de esas partidas superará la inflación que Toto Caputo decidió dibujar en el proyecto, la que, sugestivamente, evitó mencionar.
Minutos después, con el texto ya circulando, se conoció el tamaño de la fantasía. "Se estima", dice el proyecto, un tipo de cambio de "1423 pesos en diciembre de 2026 y que el IPC desacelere a un 10,1% interanual en el mismo período". O sea que el dólar será bastante más bajo que el de hoy y que la inflación se cortará a un tercio respecto de la esperable para este año.
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Toto Caputo prevé que la inflación se desplomará al 10,1% el año que viene, aun cuando el dólar acecha y no puede descartarse que otra devaluación la vuelva a empinar.
Esa omisión discursiva y la propuesta de una "regla de estabilidad fiscal" –"piedra angular" del plan, dijo el mandatario–, que obligará a "ajustar partidas" en caso de que "los ingresos caigan o los gastos superen lo previsto", permitieron descubrir el ardid aun antes de que se conociera el llamativo pronóstico de 10,1%.
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Javier Milei se abraza con la titular del FMI, Kristalina Georgieva.
Presidencia
Las promesas que Javier Milei no cumplirá
Las tensiones sobre el dólar permiten pensar que la sociedad debería enfrentar una nueva megadevaluación del peso después de las elecciones legislativas del 26 del mes que viene, con el consiguiente impacto en precios. Así, una proyección avara de la inflación para el año próximo encubre, más que una mejora de las partidas para esos sectores sensibles, una nueva retracción.
Y sobre lo pasado, lo perdido desde 2024… olvido y perdón.
Grabada poco antes de las 18, la cadena duró 15 minutos. El mensaje fue elaborado bajo la supervisión de Santiago Caputo y recibió aportes de Toto Caputo, el candidato bonaerense José Luis Espert y el vocero Manuel Adorni, quienes visitaron al Presidente antes de enfrentar las cámaras.
Santiago Caputo supervisó la elaboración del discurso de Javier Milei.
"Este Presupuesto le asigna 4,8 billones de pesos a las universidades nacionales, aumenta el gasto en jubilaciones en un 5% y en salud en un 17%, ambas partidas por encima de la inflación. El gasto en educación también aumenta un 8% por encima de la inflación", señaló Milei en su discurso. De entrada la referencia fue confusa, pero a continuación quedó claro que hablaba de lainflación prevista, no la que realmente se produzca.
“Por otro lado, habiendo realizado las auditorias pertinentes, el monto recibido por cada pensionado por discapacidad también aumentará en un 5% por encima de la inflación de 2026”, añadió.
Es toda una novedad que las auditorías en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) hayan terminado; habría que avisarles a sus gerentes, que siguen haciendo desfilar de modo incesante a personas que deberían estar concentradas sólo en atender su salud. No dijo, en tanto, si cumplirá con la ley de emergencia en la materia sancionada por el Congreso, reversión del veto que le había aplicado en primer lugar.
Prácticamente se descuenta que la Cámara de Diputados revertirá este miércoles el veto a la emergencia en salud –fondos para el hospital Garrahan– y, si los envíos discrecionales de aportes del Tesoro nacional (ATN) a Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Chaco no torcieran voluntades volubles, también el aplicado a la ley de financiamiento universitario.
Ajuste, el único camino de Javier Milei y Toto Caputo
La "regla de estabilidad fiscal", sumada al ajuste perpetuo que promete, son casi un seguro de más y más ajuste; el de 2026 sería de 1,4% del PBI.
De hecho, en caída desde marzo, la actividad sufre hoy lo que se conoce como "trampa de austeridad", esto es un ajuste que, al deprimir la producción, reduce los ingresos tributarios y genera a continuación un círculo vicioso de recortes, recesión y más recortes... Así, la proyección de crecimiento del 5% para el año que viene parece otra fantasía grande.
¿Mandarán este proyecto al Congreso para que sea aprobado o para que, en medio de una polémica monumental, sea retirado otra vez y Milei pueda seguir manejando discrecionalmente el dinero que aportan los contribuyentes?
"Podemos afirmar, como hemos hecho en tantas otras veces y pese a las turbulencias coyunturales, que lo peor ya pasó", arengó a televidentes que el 26-O deberán votar. Curioso: casi lo mismo había dicho el 10 de diciembre de 2024, al cumplir un año de gestión, una copia de lo que había prometido Mauricio Macri en marzo de 2018, frente a la Asamblea Legislativa. Después, se sabe, pasarían cosas.
"Hoy, con orgullo y esperanza, puedo decirles que hemos superado la prueba de fuego (…). Esto no quiere decir que hayamos llegado a puerto, pero sí quiere decir que podemos terminar el año con alivio y de que hemos dejado atrás lo peor", dijo ayer. El recurso estaría por perder efectividad.
Macri Economía Congreso
Mauricio Macri, en el Congreso. "Lo peor ya pasó", dijo en marzo de 2018.
Podría, de hecho, afirmarse lo contrario. Un plan económico pobre y fuera de control requerirá más y más ajuste para atender los pagos de la deuda. Tanto la fijada en dólares, inmanejable con un riesgo país que se empina hacia los 1200 puntos básicos, como la pactada en pesos, que se abulta aceleradamente debido al demencial nivel que se ha establecido para las tasas de interés, recurso de corto plazo para contener las presiones cambiarias.
Al menos, Milei evitó este lunes hacer suyas las palabras que usó Nicolás Avellaneda en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso de 1876: "Hay dos millones de argentinos que economizarían hasta sobre su hambre y sobre su sed para responder en una situación suprema a los compromisos de nuestra fe pública en los mercados extranjeros".
Hoy somos 47 millones, pero la deuda a repartir sobre las espaldas de los argentinos es mucho, mucho más grande.