Rolando Figueroa dejó caer a su vice. Mensaje directo a un oficialismo multicolor y terreno allanado para la batalla 2025. Nadia Márquez, amiga/enemiga.
Rolando Figueroa, gobernador de Neuquén.
La crisis institucional que originó el escándalo de corrupción en torno a la vicegobernadora deNeuquén, Gloria Ruiz, dejó expuesta a cielo abierto una forma de conducir sin contemplaciones por parte del gobernador Rolando Figueroa.
La idea de cohesionar su fuerza política, sin que nadie saque los pies del plato, se manifestó en el accionar de la última semana. A todo o nada, la suspensión inauguró un proceso inédito, que tiene sus costos ante la sociedad, pero que corta de raíz cualquier intento de independencia.
En la Patagonia se sabe muy bien que la batalla electoral de 2025, cuando se renueven tres bancas en el Senado y otras tres en la Cámara de Diputados, colisionará las dos grandes fuerzas en Neuquén: el espacio que comanda el gobernador y el que representa al gobierno nacional.
Las denuncias que terminaron en la eyección de Ruiz de la Legislatura significaron la estocada final para destruir la relación política entre compañeros de fórmula que desbancaron al Movimiento Popular Neuquino (MPN) en 2023. La exitosa jugada electoral implosionó al año de mandato cuando, atónita, Ruiz observó cómo allanaban su oficina, la Casa de las Leyes que comandaba su hermano e inmuebles vinculados a su familia.
Como explicó Letra P, la suspendida vicegobernadora avanzó en el contacto con sectores libertarios y comunicó diferencias de estilo sobre diversos temas de gestión. En reserva, desde que asumió, trabajó por un proyecto propio que se diferenciara del gobernador, con la parada previa de la instancia de medio término como escenario de disputa. Todo sucedía mientras, como investiga la Justicia neuquina, se daban hechos que alertaron al funcionariado.
Los gestos que graficaron aquella jugada fueron sus declaraciones, que incluyeron gestos con el candidato a gobernador de Javier Milei en 2023, el empresario de medios Carlos Eguía, y la visita al imponente edificio de calle Leloir de Victoria Villarruel, donde escenificaron juntas el juego de las vices díscolas. Ruiz siempre construyó por fuera del espacio del gobernador.
Por lo bajo, se gestó un acercamiento a la diputada Nadia Márquez, otra de las mujeres del oficialismo provincial que construyó –desde su apego a LLA– una senda paralela. Márquez suena para competir en la instancia nacional como candidata a senadora por La Libertad Avanza y trascendía, siempre como parte de la especulación, el apellido Ruiz (sobre todo el del hermano de la vicegobernadora suspendida) para darle vigor a la boleta del León.
Antes del revuelo, un hombre del PRO como el legislador Marcelo Bermúdez había dejado abierta la posibilidad de un acuerdo con Milei. “Vamos a discutirlo con Rolo, pero mi visión es respaldar el ordenamiento macro del Presidente”, le blanqueó a Letra P Bermúdez.
Las aspiraciones de robustecer un espacio filolibertario retumbaron en la Casa de Gobierno neuquina. Como cabeza del partido amarillo en el distrito, Bermúdez fue uno de los más duros contra el entorno de Ruiz, en un cambio de actitud. En la sesión especial del último miércoles pidió conocer al detalle cada uno de los puntos que dejaron afuera a la vice, otrora figura de gran importancia en el frente.
A horas de la suspensión, el clima en el parlamento se puso espeso. La comisión que definirá el destino político abrió la convocatoria a todos los resortes del Estado neuquino con capacidad de explicar lo sucedido desde la órbita legislativa.
El cimbronazo del corrimiento de Ruiz, el ascenso de Zulma Reina y el reacomodamiento del organigrama parlamentario, se desarrolla a la par de una visible campaña oficialista acompañada por intendencias, bancadas y diversos espacios estratégicos para la provincia de Vaca Muerta.
La campaña, responden fuentes de Neuquinizate a Letra P, es la gestión. “La gente te va a juzgar por lo que hagas, las obras, la gestión. La peor solución es llenar de familiares el Estado”, resumió un dirigente que integra el espacio, en clara alusión a la conducta que le reprochan a Ruiz.
“Si no había solución, esto nos llevaba puesto”, razonó alguien de reporte diario al esquema del gobernador.
Con la necesidad de atravesar esta tormenta de la forma menos dolorosa y que evite resquebrajar su imagen, Figueroa avanza hacia un escenario de polarización contra los esquemas libertarios, sin dejar de construir una “relación razonable” con la Casa Rosada.
Salir rápido de lo que será un mojón en su mandato, emerge como vital.