RUIDOS EN LA LÍNEA

Maximiliano Pullaro faltó a un acto con Patricia Bullrich en Santa Fe para eludir una inauguración a medias

Sobre la hora, dejó sola a la ministra, que presentó el edificio de la cárcel de Coronda. La Casa Gris dice que no está operativo. La novela de las diferencias.

Sobre la hora, y aunque su equipo de prensa había anunciado que estaría allí, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, pegó el faltazo al show penitenciario que organizó Patricia Bullrich para inaugurar la cárcel federal de Coronda. A su lado adujeron una poco creíble “agenda complicada” y apelaron al silencio. De fondo, la discordia por el estado del complejo.

Algo sucedió entre las 8.10 de la mañana, cuando el equipo de prensa del gobernador anunció que participaría de la inauguración, y las 10.50, cuando se supo que Pullaro no viajaría a Coronda. El primer argumento del gobierno provincial, casi un acto reflejo, fue aducir una “agenda complicada”. De fondo, surgió otra vez una diferencia de estilos entre administraciones: la ministra de Seguridad llegó a inaugurar una cárcel que no tiene ni agua potable y que estaría operable en más de tres meses. “De eso no podemos ser parte”, soltó como toda explicación una figura con despacho en la Casa Gris.

Formal, intentando mantener los puentes existentes, Pullaro envió a su ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, en representación de su gobierno. Existieron también mensajes políticos. Al lado suyo, Bullrich paró a Gabriel Chumpitaz, uno de los diputados santafesinos que está descontento con los lugares que su partido obtuvo en el gobierno de Unidos para Cambiar Santa Fe y también con la conducción de Gisela Scaglia al frente del PRO. Chumpitaz, junto con José Núñez, amenazan hace algunas semanas con romper y aliarse a La Libertad Avanza. Comenzó la campaña.

Las diferencias entre Maximiliano Pullaro y Patricia Bullrich

La justificación expresada por el entorno del gobernador no termina de ser suficiente. La tendencia a excederse en los fuegos artificiales comunicacionales de Bullrich viene desde hace un año y ha causado otros ruidos con el gobierno de Pullaro. Era claro que la inauguración de la cárcel federal de Coronda no sería una excepción. Sin embargo, el equipo del gobernador anunció su presencia tres horas antes del acto. ¿Qué pasó en el medio? Sobre ese punto, en la Casa Gris mantienen el silencio.

PullaroBullrich1.jpg
Patricia Bullrich y Maximiliano Pullaro.

Patricia Bullrich y Maximiliano Pullaro.

La discusión por la forma de comunicar la merma en los hechos de violencia en Rosario, por ejemplo, fue otro episodio donde se cristalizó la diferencia entre Santa Fe y la Casa Rosada: mientras que Bullrich la anunció con bombos y platillos, Pullaro eligió la cautela a sabiendas de que todo podría complicarse rápidamente. Algo similar sucedió con el video con la supuesta amenaza narco que recibieron el gobernador y la ministra a principios de diciembre: el gobierno se subió al tema con todo su despliegue mediático, pero en Santa Fe bajaron el tono y hasta dudaron de su veracidad.

El show de Patricia Bullrich

En algo le asiste razón al pullarismo: la palabra “show” no es antojadiza para referirse a la inauguración que no fue. La cárcel aún no está lista para recibir internos y no lo estará hasta marzo del próximo año, con viento a favor. Hoy, por ejemplo, no tiene agua potable. Para la inauguración, se trasladaron un centenar de presos a las 6 de la mañana, pero se los llevaron cerca de las 8. El hecho lo reveló Ricardo Ramírez, intendente de Coronda. “Me sorprendí cuando la ministra dijo que esos presos ya estaban acá”, dijo el alcalde. “Fue una puesta en escena”, se quejó en una entrevista con medios santafesinos. Esta parodia habría desencadenado la ausencia del gobernador.

Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/PatoBullrich/status/1870169141157437734&partner=&hide_thread=false

Ni siquiera están aún dadas las condiciones para que puedan instalarse las 150 personas empleadas con sus respectivos grupos familiares en la zona. En esa coordinación están trabajando ambos gobiernos: aún no están asegurados los alojamientos, el transporte, la salud y la escolaridad. La secretaria de Asuntos Penales santafesina, Lucía Masneri, es el enlace que el gobierno provincial puso a disposición para estos menesteres que aún no están resueltos. Un detalle: esa cantidad de empleados se puede duplicar en el mediano plazo.

La cárcel de la discordia

Los ruidos en torno a la cárcel federal de Coronda habían comenzado a principios de año, cuando la Casa Gris pidió que la Nación le cediera la obra -avanzada ya en un 98%- para terminarla y ponerla en funciones. Bullrich se negó y se generó el primer conflicto en un vínculo que venía sin rispideces. Encima, pocos días después, la obra se paralizó por falta de pago. En Santa Fe mascullaron bronca, pero no quisieron escalar el conflicto. “En una semana la tendríamos funcionando y con presos adentro”, se lamentaban en el gobierno provincial.

Justamente se desató otro contrapunto con respecto a la cantidad de plazas. Según los criterios utilizados por el Servicio Penitenciario Federal, la cárcel tiene una capacidad para 464 internos. Sin embargo, para el Servicio Penitenciario Santafesino entran casi el doble. El dato es importante: el sistema santafesino tiene capacidad para siete mil presos, pero tiene alojados once mil -más otros mil trescientos en comisarías-, por lo que está sobrepoblado. La situación se agrava día a día: cada 48 horas se suma un promedio de siete presos en Santa Fe.

caarcel federal coronda.jpg
La cárcel federal de Coronda, en el centro de la polémica.

La cárcel federal de Coronda, en el centro de la polémica.

La situación es reconocida en el gobierno provincial. “Los tenemos como podemos, preferimos un preso incómodo a un vecino preocupado”, explican. Encima, su sistema aloja unos 700 detenidos federales por los cuales la Nación no aporta siquiera recursos para mantenerlos. “Ellos no tienen sobrepoblación porque, cuando sufren ese riesgo, descargan en las cárceles provinciales”, se quejan en Santa Fe.

Un detalle más: la nueva cárcel de Coronda no tiene lugar para presos de alto perfil, como están catalogados varios de los internos federales en penales provinciales. En consecuencia, no podrán ser trasladados al nuevo complejo penitenciario federal. La solución que se cranea exige una relojería precisa: que el SPF traslade presos de mediana o baja peligrosidad desde otras cárceles donde sí hay lugar para internos de alto perfil, para así hacer lugar para que puedan ser trasladados fuera de la provincia a quienes aún aloja el sistema santafesino.

José Núñez, el diputado del PRO Santa Fe que reniega de la conducción de Gisela Scaglia.
Patricia Bullrich le negó la cárcel federal de Coronda a Maximiliano Pullaro

También te puede interesar