Después de la derrota electoral del PRO, el alcalde pierde a Tuta Torres, su principal armador. Será reemplazado por Ezequiel Sabor, cercano al expresidente.
Jorge Macri pierde a uno de sus principales funcionarios y hombre de confianza que será reemplazado por Ezequiel Sabor, un funcionario cercano a Mauricio Macri.
El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, desplazó a uno de sus principales hombres de confianza. Cesar "Tuta" Torres dejará la Secretaría de Gobierno para ser reemplazado por Ezequiel Sabor, un actual asesor de la gestión metropolitana, cercano a Mauricio Macri, que hizo carrera en el PRO.
Con una onda expansiva en diferido, la derrota electoral del PRO el 18 mayo empezó a tener consecuencias en el armado político del alcalde Macri. El fracaso de la estrategia de desdoblamiento que implementó para intentar frenar el avance de La Libertad Avanza, se llevó puesto a uno de sus funcionarios de mayor confianza.
En las próximas horas se formalizará el desplazamiento de Torres, anticipada por el diario Perfil, del cargo de secretario de Gobierno de la Ciudad donde fue designado en diciembre de 2023. En la Ciudad, el ahora exfuncionario replicó la función que cumplió en Vicente López, donde era fue mano derecha de Macri y su armador político. Su desembarco porteño fue interpretado como un gesto de independencia o autonomía del jefe de Gobierno frente a su primo Mauricio, que pugnaba por controlar al gabinete porteño.
La decisión del alcalde de negar cualquier tipo de acuerdo con LLA, que se expresó en la estrategia electoral para municipalizar la pelea porteña, fue instrumentada por Torres y, con la derrota, se convirtió en el blanco predilecto de las críticas por el desarrollo de la campaña, pero, sobre todo, por el resultado que dejó al PRO en un inédito tercer lugar.
Antes de que termine la semana, se publicará en el Boletín Oficial que Sabor será el nuevo secretario de Gobierno y Vínculo Ciudadano. Si bien ya reportaba en el gobierno porteño como jefe de la Unidad de Asesores, su desembarco junto a la salida de Torres, fue interpretado puertas adentro del PRO como una factura por el fracaso de la estrategia electoral que desafió al expresidente.
Sabor y Torres son viejos conocidos de la política porteña aunque el funcionario desplazado cruzó la General Paz para aportar al armado amarillo, mientras que el futuro secretario se mantuvo en el distrito donde forjó una relación cercana con Mauricio Macri y con terminales en la CGT. Su derrotero en la función pública abunda en puestos claves como haber sido el Director General de Concesiones, durante el primer gobierno del jefe del PRO, pasando por subsecretaría de Trabajo porteña, desde donde pegó el salto al gobierno nacional como Secretario de Trabajo.
El quiebre de la relación entre el entonces presidente Macri y el camionero Hugo Moyano, le valió a Sabor una salida muy cuidada del cargo; fue "eyectado" a la embajada argentina en España donde representó al país. En la Legislatura porteña apuntan que su retorno a la Ciudad fue impulsado por Santilli, que le propuso como síndico en el Ceamse, donde dos años después fue el encargado, en medio de la pelea de Macri con Claudio "Chiqui" Tapia por la implementación de la ley de Sociedades Anónimas Deportivas, que debía dejar la vicepresidencia del organismo administrador de los residuos del AMBA.
Pese a que en el Gobierno porteño circunscriben los cambios a la salida de Torres, en Uspallata y en la Legislatura proliferan las versiones y rumores sobre nuevos enroques que oxigenen la gestión. Según quién sea la fuente, los eventuales cambios serían producto de la factura que el presidente del PRO le pasa a su primo por haberse cortado solo para definir la estrategia porteña; o un gesto para volver a tentar a los viejos socios de Juntos por el Cambio para retomar un diálogo roto.
La incógnita no se limita a las causas de los cambios posibles, sino también al alcance que podrían tener. Desde cambios cosméticos hasta una reformulación estructural, se mencionan todas las opciones. En particular, en la danza de rumores se pone el foco en el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, que maneja Ignacio Baistrocchi, que es una de las áreas más criticadas por los vecinos porteños, pero también podría haber cambios en Infraestructura. Los cambios en el área que conduce Pablo Bereciartúa, podrían servir, dicen, como el relanzamiento gubernamental que incluiría un ambicioso plan de obras.
En paralelo, la posibilidad de una reducción de la estructura de gobierno, promovida por Macri y agitada por LLA, pone en la mira a Hernán Lombardi. El exministro de Cultura de la Nación, controla el ministerio de Desarrollo Económico y el de Cultura, este último a través de Gabriela Ricardes, un poder que no ostenta ningún otro sector del oficialismo.