Tras meses de parálisis, habrá dos sesiones en una semana. Debuta un nuevo escenario, crítico para el macrismo.
Jorge Macri reactiva la Legislatura con dos sesiones que le darán un pantallazo sobre la posibilidad de construir consensos.
La Legislatura porteña volverá a sesionar después de casi cinco meses de parálisis y una elección local que puso en jaque el poder del PRO en la Ciudad de Buenos Aires. Con dos sesiones convocadas, Jorge Macri tendrá un pantallazo de las posibilidades de acuerdo con sus exsocios y la gobernabilidad de un distrito clave.
Con la presencia del Jefe de Gabinete de Ministros porteño, Gabriel Sánchez Zinny, la Legislatura romperá este martes la hibernación en la que se sumergió durante el calor del verano, cuando sesionó por última vez en un lejanísimo mes de febrero. De hecho, el informe semestral que brindará la mano derecha de Macri será la primera sesión ordinaria del año después de la apertura del año legislativo que encabezó el propio Jefe de Gobierno el 1 de marzo.
No obstante, la atención política del ecosistema porteño no estará colocada en la exposición de Sánchez Zinny, sino en la sesión del jueves prevista para las 12. Ese día volverá al ruedo el debate legislativo después de las elecciones del 18 de mayo, en el que por primera en 20 años, el PRO quedó en un tercer lugar. Desde diciembre, el oficialismo profundizará su debilidad parlamentaria frente a la embestida de La Libertad Avanza y el fortalecimiento del peronismo.
"Se fijó esa fecha porque terminó el Mundial de Clubes y habrá más legisladores oficialistas en Buenos Aires", chicanean en el bloque del peronismo para explicar una convocatoria parlamentaria que, en rigor, se viene construyendo desde hace semanas. Desde la vicepresidencia de la cámara, a cargo del oficialista Matías López, se planteaba la necesidad de sesionar antes del receso de mitad de año. La sesión tendrá relevancia porque será el primer poroteo para ponderar la capacidad del macrismo para construir o relanzar nuevas y viejas alianzas.
El punto de partida no es promisorio, al contrario, la conformación actual de la cámara mantiene muy ajustadas las chances del oficialismo de aprobar proyectos propios como la modificación del Código Fiscal, la adhesión al RIGI o la eliminación de tasas, que integran la orden del día de la sesión del 3 de julio. Hoy el bloque de Unión por la Ciudad, la denominación que mantiene el peronismo, cuenta con 18 bancas; los libertarios con ocho y la izquierda con tres, lo que deja al macrismo casi sin margen de maniobra para aprobar por mayoría simple cualquier iniciativa. Ni hablar de iniciativas que demanden una mayoría especial.
Como anticipó este portal, Macri quiere reeditar los acuerdos con las fuerzas que supieron ser aliadas e integraron Juntos por el Cambio, pero que se fueron alejando en un diáspora debilitó al oficialismo. Además del diálogo avanzado con los radicales, también pelea por sellar definitivamente un acuerdo con Graciela Ocaña, que le daría oxígeno legislativo. El jueves podría haber una definición sobre el tema que hoy gira al rededor de versiones sobre un ofrecimiento del PRO para que la líder de Confianza Pública sea la candidata a senadora nacional en octubre y el tironeo por parte de Horacio Rodríguez Larreta que quiere también acordar una hoja de ruta común.
El exalcalde porteño, que asumirá en diciembre como legislador, también mantiene el suspenso sobre qué harán los actuales diputados que le responden. Emmanuel Ferrario y Claudio Romero se mantuvieron hasta ahora dentro del bloque oficialista, una convivencia que no parece posible que continúe después de una campaña electoral en la que sus primeras semanas fueron dedicadas a desgastar a Larreta, que, a su vez, no ahorró en críticas en sus excompañeros. Hasta hoy, la Presidencia de la cámara, en manos de la vice jefa de Gobierno Clara Muzzio, no había recibido el pedido de inscripción de un bloque larretista, aunque mañana podría anunciarse la conformación de un interbloque integrado por larretistas y legisladores de Ocaña que se llamaría "Volvamos Buenos Aires".
De quienes sí hubo un pedido explícito de reagrupamiento es de los libertarios blue, la tropa que le responde a Ramiro Marra y que quedó desterrada de las fuerzas del cielo tras la pelea con Karina Milei. El financista libertario, junto a Eugenio Casielles y Jorge Reta, informaron a la presidencia de la cámara la conformación un nuevo bloque que se llamará "República", por lo que le pusieron fin a la disputa por el nombre de La Libertad Avanza y sellaron definitivamente la ruptura con el oficialismo nacional.