ELECCIONES | 31 DE AGOSTO

Corrientes: cómo es el plan de Tincho Ascúa para saltar la pelea entre Valdés y Milei y llegar al ballotage

El candidato del peronismo está convencido de que la elección se definirá en la segunda vuelta del 26 de octubre. Expectativas, números y el factor Amarilla.

En el peronismo de Corrientes están convencidos de que el próximo gobernador se definirá en un ballotage. Para llegar a ese lugar hay que pasar el 31 de agosto, la fecha elegida por Gustavo Valdés para votar por su sucesor. Con números favorables en la mesa y las campañas locales como estrategia, Tincho Ascúa asegura que tiene con qué ilusionarse.

Este lunes, Ascúa recibió a Wado De Pedro y presentó el plan de producción de su programa de gobierno. "Es hora de que Corrientes tenga un gobierno peronista y volvamos a estar orgullosos de su potencial", dijo De Pedro. "Somos el partido de los trabajadores y las enormes mayorías olvidadas que están sufriendo la motosierra y la insensibilidad del gobierno provincial", agregó Ascúa.

Más allá de las propuestas, quizás lo más importante sea la foto de la reunión, que afianza una idea de equipo que desde hace rato se le venía reclamado al peronismo correntino. En el salón Iberá del Hotel de Turismo de Corrientes estuvieron los candidatos a intendentes y legisladores provinciales, así como los equipos técnicos y postulantes a las concejalías de toda la provincia. Cada uno de esos actores cumple un rol protagónico en la campaña del peronismo correntino, que espera empujar la elección desde el territorio para sumar unas 15 intendencias más a las que ya gobierna. Entre ellas, la capital.

Los números en la mesa del peronismo

El peronismo de Corrientes ocupa las intendencias de cinco distritos en toda la provincia. La más grande es la que gobierna el propio Ascúa, Paso de los Libres. En la mesa de Limpiar Corrientes, como se llama el frente provincial, apuntan expectantes a Bella Vista, Mercedes, Curuzú Cuatiá, Monte Caseros y, sin descartar Goya, también se ilusionan con la capital provincial.

Reconocen que el trabajo de Germán Braillard alimenta esa expectativa en la ciudad de Corrientes, pero también destacan que la fragmentación les juega a favor en la mayoría de los distritos. “En algunas ciudades la oferta no se divide en cuatro, sino en cinco o seis propuestas, por lo que mantener la unidad interna nos ayuda. Las intendencias se ganan por un solo voto”, explican en el primer anillo de la mesa peronista. Trasparentan que la expectativa es llegar al ballotage con seis de las diez intendencias más grandes bajo el ala.

Germán Braillard y TIncho Ascúa campaña Corrientes 2025
Tincho Ascúa de recorrida con Germán Braillard, el candidato de Limpiar Corrientes en la capital provincial.

Tincho Ascúa de recorrida con Germán Braillard, el candidato de Limpiar Corrientes en la capital provincial.

A nivel provincial sí puede haber segunda vuelta, está proyectada para el 26 de octubre y ese es el objetivo del equipo de campaña de la fórmula que completa el candidato a vice, César Lezcano.

El promedio de las encuestas que manejan, y que se publican a diario en los medio locales, ubican a Ascúa en el piso histórico del peronismo correntino, en alrededor de 25 puntos, apenas a cinco de Valdés, que apoyado en la estructura del oficialismo empezó a crecer desde el comienzo de la campaña. De todos modo, entienden que subir más de diez puntos en menos de un mes de campaña resultaría una epopeya casi imposible, razón por la cual tienen el objetivo de mantenerse como los perseguidores inmediatos.

El factor Javier Milei

El tercer lugar en los sondeos que maneja el peronismo es para Lisandro Almirón, el candidato de La Libertad Avanza. Si bien el diputado violeta no es un factor que les preocupe demasiado, no sucede lo mismo con Javier Milei. El Presidente es quien tracciona los votos y un buen número de sus seguidores está dispuesto a votar lo que él indique, sin que importen demasiado los nombres.

No se trata de una lectura caprichosa, sino que está sustentada en estudios que miden a los candidatos sin el sello electoral, a la marca en soledad y a focus específicos donde “los candidatos de Milei” aparecen con una fuerza mucho más amenazante que en las consultas tradicionales.

Ante eso, también resultará clave la participación, que no se estima muy por encima de la media en este 2025, aunque sí en los valores más altos de esas experiencias anteriores. Dependiendo de ese número, Ascúa se encontrará ante un escenario que podría perjudicarlo o favorecerlo.

Ante una participación muy baja, la estructura del oficialismo aparecerá con mayor fuerza y Vamos Corrientes, el sello de Valdés, podrá aprovechar para arrimarse a su objetivo de imponerse en primera vuelta. Ante la rareza de una afluencia que se ubique muy por encima del promedio, las hipótesis varían si el sector que engorda los números son votantes del interior provincial desencantados o si los que se movilizan son los electores de clase media urbana, más proclives a simpatizar con nombres libertarios. Allí es donde la ecuación podría complicarse para Ascúa.

Las diferencias con Ricardo Colombi

“En una campaña de cuartos, lo que importa es el piso”, dicen en el peronismo correntino para explicar la diferencia entre las posibilidades de Ascúa y las del tres veces gobernador Ricardo Colombi. Al líder de Encuentro por Corrientes le reconocen mayores posibilidades de reunir voluntades para un ballotage, pero no creen que esté en condiciones de alcanzarlo. De hecho, en los sondeos que maneja la rosca del PJ, siempre aparece en cuarto lugar.

Sucede que, a diferencia de un Colombi que se instaló sacando a relucir su experiencia en la gestión y adoptó una cuidada estrategia de transversalidad, Ascúa explotó una postura de denuncia pública que desde el primer momento lo diferenció del resto de sus rivales. Lo hace en cada pueblo que recorre, pero también cada vez que irrumpe en los medios de alcance nacional o que prende la cámara de su teléfono para grabar los mensajes que luego se viralizan en las redes militantes.

A veces, cierto desparpajo le permite una mayor cercanía con el electorado. Lo hace con la certeza de ser el único candidato que puede desligarse de lo que pasa a nivel nacional y lo que sucede con la administración provincial. Para atrás, tampoco hay mucho que recriminarle, ya que la última vez que el peronismo ganó una elección en la provincia, Ascúa todavía no había nacido.

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En una campaña que se definirá por oposición, ese parece ser su principal activo, que además lo pone a disputar en el terreno discursivo de La Libertad Avanza, a quien se para a señalar todo el tiempo cuando habla de los efectos de las políticas nacionales en la provincia, en un gesto que nacionaliza la disputa pero se aferra al territorio. Su objetivo es el sillón de Ferré.

El espejo Amarilla

El nombre Limpiar Corrientes surgió de la certeza de que más del 60% del electorado correntino prefiere un cambio de rumbo en una provincia que gobierna el mismo partido hace 25 años. Con todo, un porcentaje similar sostiene una postura de férreo antikirchnerismo.

Por esa razón, Ascúa evitará abusar de la referencia partidaria y, aunque sabe que la nacionalización será inevitable, intentará poner el foco en la idea del cambio. Tiene a su favor una base peronista que, aunque con fisuras, logró unificarse detrás de su candidatura y apuesta a seducir a un votante desencantado con el sistema y sus actores principales, que generalmente elige a la oposición. Ese que votó a Mauricio Macri en 2015, a Alberto Fernández en 2019 y a Milei en 2023.

El peor de los escenarios, el que amagaba con una alianza entre los Valdés y los Milei, quedó atrás y las distancias parecen profundizarse día a día. Ahora, en el peronismo dicen que el núcleo duro del mileísmo votará en blanco en un ballotage sin una boleta violeta en la oferta, pero entienden que están en condiciones de convencer a quienes eligen “votar en contra”.

Como ejemplo cercano, asoma el de Ramón Amarilla en Misiones, un candidato que le robó la bandera antisistema al mileísmo y logró interpelar a aquellos a los que las fuerzas de gobierno ya no podían seducir. Ascúa y un peronismo raro que se sostiene afuera del poder desde mediados de los 70 cree que está en condiciones de hacerlo y dar vuelta la página.

Ricardo Colombi quiere volver a gobernar Corrientes. 
Elías Suárez es el candidato del oficialismo en Santiago del Estero. 

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