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Mauricio Macri 2024: ¿faro moral o vetador serial?

En la mesa chica del expresidente aseguran que no aceptaría ningún cargo. Mientras negocia puestos para el PRO, discuten la letra chica del pacto de Acassuso. Dos opciones: ser Carrió o ser Cristina.

Mauricio Macri no quiere cargos, pero sí los honores. El expresidente blanqueó el viernes que apoyará en el ballotage al candidato de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, en medio de la incertidumbre que rodea a la letra chica del acuerdo entre ambos, ya bautizado como Pacto de Acassuso por una cuestión geográfica. ¿Qué rol buscará tener el fundador del PRO en un eventual gobierno del libertario? Desde la mesa chica macrista aseguran que su jefe no aceptará un puesto institucional, aunque nadie lo imagina corrido de la escena del poder.

“Macri no va a agarrar nada, no va a aceptar ninguna propuesta”, dijo a Letra P un hombre cercano al expresidente. También describió que en estos días está concentrado en el gabinete porteño que comandará su primo Jorge Macri, con el objetivo de “depurar” de radicalismo los cargos más importantes. “Dice que ya ganaron muchas gobernaciones y se deberán arreglar con eso, no quiere darles ni un ministerio en la Ciudad”, explicó la fuente, en línea con la discusión subida de tono que Macri tuvo esta semana con los principales dirigentes de la UCR.

Si Macri sostiene su idea de no participar con u papel específico en el gobierno de Milei, en su entorno no hay un pronóstico unificad sobre el lugar desde el que buscará intervenir. Hay quienes creen que buscará ser un “asesor con experiencia” para guiar al libertario, un rol que lo llevaría a convertirse en una especie de “faro moral” como lo fue Elisa Carrió en la era Cambiemos, dispuesto a cuestionar a Milei si resurgen sus tintes autoritarios. Otro sector apuesta a que la intervención de Macri sería más pragmática, con buena parte de la dirigencia del PRO metida en la gestión, dispuesto a marcar el ritmo y las políticas de la próxima etapa: un “auditor político”, como lo fue Cristina Fernández de Kirchner con sus cartas durante el gobierno del Frente de Todos, decidido a vetar las políticas que considere incorrectas.

Un legislador cercano a Macri rechazó de lleno a Letra P las versiones de que podría aceptar algún cargo en el exterior. “A Mauricio no lo van a mandar a ninguna embajada”, anticipó frente a las versiones apoyadas en los propios dichos de Milei, que en agosto confesó que buscaría tentarlo con “un rol destacado como representante de la Argentina, por encima incluso de Cancillería” para aprovechar “sus contactos en el mundo”.

Los nombres que se negocian

Si bien Macri aseguró que el apoyo a Milei es “incondicional”, ya existe una lista de nombres concretos que le pidió sumar a su gabinete si gana. Desde La Libertad Avanza aseguran que no habrá ninguna “contraprestación”, pero dejaron trascender quiénes son los exfuncionarios a los que no rechazarían sumar.

Macri especificó sus pedidos después de la reunión que organizó la noche del martes en su casa de Acassuso para amigar a Milei y Bullrich, que derivó en una conferencia al día siguiente de su exministra para darle apoyo al libertario. De ese encuentro a puertas cerradas también participaron los macristas Fernando De Andreis, Cristian Ritondo y Luis “Toto” Caputo; y por el lado de Milei se sumaron Guillermo Francos, su eventual ministro del Interior, y Santiago Caputo, el amigo que en los últimos tiempos ganó peso en la mesa chica libertaria.

Macri le pidió a Milei que sumara al expresidente del Banco Central (BCRA) Federico Sturzenegger, a quien el libertario calificó el jueves en su entrevista con A24 como “un “excelente ser humano” y “un técnico excepcional de nivel intencional”. Este sábado volvió a elogiarlo. También el expresidente buscará integrar al expresidente de la entidad, Guido Sandleris; a su exministro de Justicia, German Garavano; y al de Transporte, Guillermo Dietrich, que había sido marginado de los equipos de campaña de Bullrich y no militó para ella en toda la campaña.

Este sábado, en radio Mitre, el propio libertario vetó a Carlos Melconian, que preparó el plan para Bullrich, pero elogió al socio histórico del economista de la fundación Mediterránea, Rodolfo Santángelo. También mencionó a Daniel Artana.

A esos nombres podrían sumarse el del exministro de Trabajo Jorge Triaca, de afinidad con los equipos libertarios, que ya metió a su exfuncionario Gustavo Morón como secretario del área laboral en un gobierno de Milei. Todo Caputo, presente en la noche del acuerdo, tendría una entrada directa al gobierno mileísta por su parentesco con Santiago Caputo.

Además de los que metió Macri en la lista, hubo dos dirigentes que se apuraron a dar el salto solos, ni bien se confirmó la derrota de Bullrich: el diputado Waldo Wolff, amigo personal de Milei y relegado de la campaña de la exministra por haber jugado para Larreta; y Javier iguacel, intendente de Capitán Sarmiento y exministro de Energía, que se apuró a abrazar para el ballotage a LLA bajo la premisa de que “no es momento de tibios”.

Mientras avanza la integración de los equipos libertarios y del PRO para organizar una mesa política y una fiscalización conjunta, quienes frecuentan a Macri lo ven dispuesto a poner todo lo que esté a su alcance para empujar el triunfo y al líder de La Libertad Avanza muy dispuesto a dejarse ayudar: “Milei se la pasa diciéndole ‘sí, señor presidente’, lo escucha y le obedece en todo”, dijo a este medio uno de los dirigentes que participó de la última cena, la que detonó a Juntos por el Cambio.

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