La ley ómnibus XS que fue aprobada el martes en Diputados comenzó a empantanarse en el Senado, pese al acuerdo que Guillermo Francos tejió con gobernadores. Este viernes, potenciales aliados del oficialismo sugirieron que aprobarán con modificaciones el proyecto y lo devolverán a la Cámara baja, que debería definir si sanciona su versión o la corregida en el recinto vecino.
Es que con sólo modificar una coma, el proyecto debe retornar a la cámara baja. Y previendo que el oficialismo no pueda evitarlo, en la oposición dialoguista prefieren adelantarse y proponer modificaciones que tal vez prosperen.
En el Gobierno aceptan que tal vez el debate de la ley ómnibus deba mudarse de recinto una vez más. Sería el mal menor: el peor de los escenarios es una derrota en el Senado, que impedirá volver a tratar el proyecto en el resto del año.
En el kirchnerismo, en tanto, hay otra expectativa: apuntan a conseguir los cuatro votos que le faltan para llegar a una mayoría y voltear el proyecto.
Ley ómnibus revisada
Este viernes hubo dos figuras que Victoria Villarruel siempre cuenta como aliadas y advirtieron sobre posibles correcciones a la ley ómnibus: el entrerriano Edgardo Kueider y la rionegrina Mónica Silva.
Kueider integra el bloque Unidad Federal, donde se mueve en tándem con el correntino Carlos Espínola. La otra integrante es la cordobesa Alejandra Vigo, esposa del exgobernador Juan Schiaretti.
El entrerriano dijo que si el Gobierno apura un dictamen la semana próxima “la discusión va por un lado”; mientras que, si acepta que el Senado tenga el rol de “cámara revisora, nos vamos a posicionar en otro”. Los tiempos no son un tema menor: si el proyecto llega a Diputados dentro de 15 días, habrá tiempo para sancionarlo antes del 25, cuando Milei quiere exhibirlo ante los gobernadores para la firma del Pacto de Mayo en Córdoba. Si se demora una semana más, el Presidente deberá olvidar ese plan.
Silva responde a su gobernador, Alberto Weretilneck, quien en Diputados facilitó la aprobación de la ley ómnibus a través de Agustín Domingo. La senadora aclaró que el proyecto no se sancionará a libro cerrado. “Lo estamos analizando y no descarto que vuelva a la Cámara de Diputados”, dijo a medios locales.
La rionegrina sostuvo además que el Gobierno debería tener gestos con las provincias como la reactivación de la obra pública, un reclamo que puede generar un efecto dominó en el resto de los partidos provinciales que necesita el oficialismo para reunir una mayoría en el Congreso.
Expectativa oficial
El ministro Francos confía en que, tarde o temprano, la ley ómnibus será sancionada en el Congreso por los acuerdos que cerró con la mayoría de los gobernadores.
Weretilneck está interesado en el Registro de Grandes Inversiones, el RIGI, porque permite avanzar en la construcción de una planta de gas. Las provincias mineras tienen expectativas similares.
El capítulo de gas y energía tiene el respaldo institucional de los mandatarios patagónicos, agrupados en la Ofephi.
Este jueves, Francos encontró otro problema impensado: la posibilidad de una rebelión del bloque radical del Senado, sector que en Diputados fue clave para aprobar todos los capítulos. Como contó Letra P, el senador Maximiliano Abad pidió los gobernadores del partido asistan a explicar cuál fue su acuerdo con Milei.
Apuesta K
En Unión por la Patria quieren hacer leña del árbol caído y este viernes especulaban en conseguir los cuatro votos que le faltan a Unión por la Patria para alcanzar una mayoría y rechazar la ley ómnibus, siempre que no tenga fisuras internas. En el espacio imaginaban un escenario parecido al del rechazó al DNU 70/23, cuando se aliaron a Martín Lousteau, la rionegrina Silva, la dupla Kueider-Espínola, la neuquina Lucila Crexell y la dupla santacruceña, que integran Natalia Gadano y José María Carambia.
La jugada K no es casual. Intenta incomodar a varios gobernadores, como Raúl Jalil (Catamarca) y Osvaldo Jaldo (Tucumán), que tienen emisarios en el bloque del Senado y quieren sostener algunos artículos de la ley ómnibus y el paquete fiscal. La presión de las mineras arrastra a esa posición a Sergio Uñac. En el zoom del jueves, las autoridades del interbloque sólo hablaron del rechazo en general de los proyectos. Nadie se opuso a esa estrategia.
Para no llegar a la votación en particular, en el kirchnerismo negocian con el grupo que rechazó el DNU y con otras figuras que no se sienten cómodas estando aliadas al Gobierno como Abad, el radical Pablo Blanco y la larretista Guadalupe Tagliaferri. “Estamos cerca de los 37”, aseguran en la cámara alta quienes frecuentan a Cristina Fernández de Kirchner. El lunes por la noche, el bloque de UP tendrá una reunión presencial. Se sabrá si alguien tiene otra idea.