La Convención de la UCR de La Pampa quedó empantanada en su propia grieta y ratificó que el radicalismo todavía busca qué trole hay que tomar para seguir. La cumbre de este sábado fue un guiño al PRO para seguir aliados en las elecciones legislativas de octubre, pero el partido opositor no se animó a cerrarle la puerta a La Libertad Avanza.
La ambigüedad e incertidumbre quedó reflejada en un dato. El cuerpo partidario le puso fecha a otra asamblea, el 28 de junio, por si hay que corregir decisiones. Ese encuentro se prevé en el filo de los plazos electorales.
El espacio boinablanca aparece fracturado entre quienes propician ya mismo un rejunte ampliado que incluya al todavía desordenado sector libertario, pensando más que nada en 2027, y quienes sostienen que solo se puede conformar una coalición con partidos con los que haya sintonía política y rechazan de plano unirse a LLA.
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La mesa de cabecera de la Convención de la UCR de La Pampa, este sábado: no se le cerró la puerta a La Libertad Avanza.
Por eso la Convención se puso picante, especialmente en un tramo donde se cruzaron feo los dos bandos de la grieta. Por un lado, el promotor de la tesis de que "es con todos", el jefe del bloque radical en la Legislatura, Poli Altolaguirre; por el otro, el intendente más importante que tiene el partido, Abel Sabarots, quien propicia un frentismo con límites.
Altolaguirre llegó a acusar a Sabarots de que en 2023, en su ciudad, benefició electoralmente al peronismo. El jefe comunal lo acusó de desconocer las realidades del interior y comparó el alivio de las tareas legislativas con el complejo trabajo de las intendencias y sus "preocupaciones diarias".
Puentes con el PRO, un espejo de la UCR
La Convención contó con 75 presentes. La dirigencia había generado expectativas, anunciando que se definiría el destino electoral de este año, pero la UCR definió a medias. Se votó para conformar un frente electoral “con partidos con los que ya se han hecho coaliciones”.
Eso incluye principalmente al PRO, donde existe la misma disputa interna: un sector que se tiñe de violeta y la dirigencia fundadora del partido en La Pampa que ya dejó claro que no quiere ese alineamiento. Lo dijo sin medias tintas María Alejandra Mac Allister, vicepresidenta de la asamblea partidaria y hermana del líder amarillo en la provincia, Carlos “Colo” Mac Allister.
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Con su definición a medias, la UCR también respalda puentes con partidos menores como el MID, que tiene un diputado provincial, el Movimiento Federalista Pampeano y el Partido Socialista.
Como no se solucionó el tironeo de fondo, se abrió la puerta a que otra asamblea termine de decidir en qué tren va el radicalismo pampeano. El 28 de junio se prevé un nuevo encuentro en el caso de que las negociaciones que entablen las autoridades partidarias sugieran la chance de acercarse a LLA y/o a Comunidad Organizada, el partido de Juan Carlos Tierno que ahora está con Juan Schiaretti.
Si se abre a votación la incorporación de un nuevo sello para la alianza, serán necesarios los dos tercios de la Convención.
La debilidad política y el rol de Martín Berhongaray
Uno de los orígenes de la indefinición de la UCR es su debilidad política, puesto que en las encuestas el sello partidario aparece muy por debajo de la intención de voto que tienen el PJ y La Libertad Avanza.
Por ahora, el único que permite saltar ese piso es el exdiputado Martín Berhongaray, que tiene sus propias indecisiones sobre ser candidato o no.
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La Convención de la UCR de La Pampa no logró cerrar la grieta entre los sectores que repelen a Milei y Tierno y los que pretenden un acercamiento.
La UCR en La Pampa sostiene todavía algunas fortalezas. Gobierna municipios importantes y en 2023 tuvo una de sus mejores elecciones en términos históricos, pero es un misterio cuál puede ser el próximo impacto en las urnas del huracán libertario. Incluso en las legislativas nacionales de hace un año y medio ocurrió lo impensado: el radicalismo perdió en la interna con el PRO.
En ese contexto, Berhongaray, que es por mucho el candidato que mejor mide con vistas a octubre, se protege. Prefirió no aparecer en el encuentro que se llevó a cabo en el Comité provincial y aunque se comporta como si fuera postulante, visitando intendencias y tendiendo puentes dirigenciales, no ha fijado posición respecto de cuál es su posicionamiento frente a LLA.
La grieta que la UCR no cierra
Otra razón para la indefinición radical es que hay una grieta notable entre sectores que especulan con una alianza en la que confluya todo el arco no peronista y quienes desde hace tiempo cierran las puertas tanto a LLA como al tiernismo.
Esa disputa se ha ido pateando para adelante, pero la Convención dejó demostrado que en algún momento la confrontación va a explotar.
El espacio Azul es el que marca límites, con aval de Mujeres Radicales: no quieren acercarse por nada a Javier Milei ni a Tierno. El sector tiene representación importante en el presidente del partido Federico Guidugli, la diputada Marcela Coli que termina su mandato en diciembre, el exdiputado Francisco Torroba y Sabarots, que es el intendente de General Acha, la ciudad más importante del sur.
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Otros dirigentes de importancia actúan con perfil más bajo o guardan cartas bajo la manga, pero el jefe del bloque en la Legislatura y uno de los líderes de la línea Celeste, Poli Altoaguirre, es uno de los que públicamente aceptó que le gustaría una gran alianza. Bajo la mesa, propicia conversaciones y acercamientos. En las últimas semanas compartió varios encuentros con Tierno. El senador Daniel Kroneberger también se mueve en puntas de pie.
Altolaguirre y otros dirigentes que aceptarían alianzas más amplias aclaran siempre que esa coalición solo sería posible si se admitiera el liderazgo radical. Esa opción está lejos del radar libertario. El sueño de una porción boinablanca, en ese sentido, es que en 2027 Berhongaray sea el candidato a gobernador de un frente multicolor, como revancha de la elección que se le escapó por cinco puntos en 2023, cuando perdió con el reelecto peronista Sergio Ziliotto.