Abel Sabarots saca pecho. Desde la intendencia de General Acha, la ciudad más importante del sur de La Pampa, está decidido a forjarse un perfil propio para proyectar su figura a toda la provincia y lo hace con un posicionamiento que lo diferencia del resto de los posibles liderazgos opositores.
Sabarots es radical, pero deja que, un poco en broma y un poco en serio, le digan “compañero”. Tiene 54 años, es abogado, viene de familia peronista y resulta una especie de “oveja negra” dentro de la UCR. Lo conquistó Raúl Alfonsín.
Cuestiona los últimos años del radicalismo porque jugó a la comodidad a “ser segundo” del invicto PJ pampeano. Se queja de las “pymes familiares” dentro del partido. E insiste desde hace años en dos reclamos: le pide a la UCR pampeana mayor federalismo para considerar a la dirigencia del interior y exige “mayor vocación de poder”.
La UCR pampeana destila tibieza: el último sábado concretó su Convención provincial, la instancia más importante del partido, declarándose “opositora”, pero “no obstruccionista” del gobierno de Javier Milei, en afán de tener huevos en las distintas canastas que se exhiben en el confuso y resbaloso panorama político.
Un puente entre Sergio Ziliotto y la UCR
En contraste con esas mesuras y ambigüedades, Sabarots le dio una vuelta de tuerca a la instalación de su figura, que es un operativo extendido que se reforzó el año pasado cuando fue reelecto con el 81% de los votos. Acha es la tercera ciudad de La Pampa por su cantidad de población y ese solo resultado lo posiciona como posible líder en la mentada renovación de su partido.
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Hay quienes le ponen el mote de primer radical ziliottista. Durante la gestión anterior hizo muy buenas migas con el gobernador peronista Sergio Ziliotto, también reelecto, y a quien conoce desde el año ‘83. Fue un período de obras importantes para Acha, que venían postergadas. El gobernador visitó la ciudad y protagonizó actos como ninguno de sus antecesores, pese a estar en veredas políticas diferentes con el intendente. “Hemos sentido el acompañamiento del gobierno provincial”, reafirma el jefe comunal.
Sabarots luce cómodo liderando al scrum de intendentes de la oposición que denuncian un salvaje ajuste a nivel nacional y comparten el diagnóstico que hace Ziliotto. Este lunes hubo una cumbre masiva: 80 jefes y jefas comunales de La Pampa escucharon a puertas cerradas el diagnóstico preciso y pormenorizado que hizo Ziliotto sobre el impacto del ajuste.
“Es un panorama sombrío”, definió Sabarots a la salida y bancó el reclamo del gobernador peronista, porque en el trimestre Milei le rebanó con su motosierra recursos y programas por $24.000 millones.
Un crítico de la propia UCR pampeana
Con las principales figuras del PRO haciendo seguidismo de las políticas de La Libertad Avanza y una UCR que en general juega a dos puntas, Sabarots es un distinto dentro de la grieta opositora de Juntos por el Cambio: es un rotundo crítico de Milei, aunque eso implique pararse en el mismo rincón que Ziliotto y cuestionar a la misma grey correligionaria.
En estas horas Sabarots marcó claras diferencias entre radicales que ejercen el Ejecutivo y radicales que parlamentan. Pidió que la Legislatura apruebe dos proyectos claves que envió Ziliotto y se quejó de que la UCR arreglara con otras bancas opositoras para no dar cuórum.
“Tengo urgencias para mañana y necesitamos esas leyes”, dijo sobre la continuidad con fondos provinciales de la obra pública que abandonó Milei y una jubilación anticipada. Punzó: “La herramienta del cuórum se puede utilizar, pero con una lectura de la realidad política y no creo que haya sido el instrumento adecuado”.
Fue un tiro por elevación al presidente del bloque radical, Hipólito “Poli” Altolaguirre, el principal impulsor del liderazgo partidario del exsenador Martín Berhongaray, ahora en boxes, pero igual bien posicionado a partir de que el año pasado hizo una gran elección como candidato a gobernador.
Sabarots se le para de manos al DNU
La Legislatura pampeana finalmente comenzó a funcionar, porque hubo quórum con la presencia de la UCR y el PRO y la ausencia de dos legisladores de Comunidad Organizada, el espacio que lidera Juan Carlos Tierno y que pretende erigirse como referencia libertaria ante la ausencia institucional absoluta de La Libertad Avanza.
El otro radical que pretender proyectarse es el senador Daniel Kroneberger, alineado con Gerardo Morales. Dentro del partido lo miran de reojo porque en los últimos años jugó la personal en alianzas con el PRO, pero como le salieron bien y ganó de modo histórico la elección legislativa de 2021 también cosecha respeto y reconocimiento. Además, tiene larga trayectoria y una dirigencia que le responde desperdigada en la geografía pampeana.
Sabarots se le para de manos en su mirada del contexto actual y dice que el decretazo libertario que Kroneberger respaldó en el Senado “en su esencia es inconstitucional”, tal como pregona el titular de la UCR Martín Lousteau. Desde siempre Sabarots dijo que Milei era “el límite”, aunque la ola libertaria de noviembre también gestó un triunfo de LLA en Acha.
Figuras de la UCR, locales y nacionales
“No creo en la política de los empujones”, insiste el intendente achense, que destaca por eso mismo los posicionamientos nacionales de Lousteau y el diputado Facundo Manes.
No está del todo claro cuál es la vereda preferida de la diputada nacional Marcela Coli, quien se opuso a las privatizaciones y a las facultades delegadas, pero votó a favor de la ley ómnibus original en general, y en las últimas semanas viene alternando algunas observaciones críticas con otras comprensivas.
El principal delfín de Sabarots, Federico Guidugli (34 años), sostiene sus mismas banderas en la presidencia del Comité provincial. Dijo que la mayoría de sus integrantes están en contra del DNU. Guidugli fue clave en la etapa en que Sabarots tuvo que dejar transitoriamente la intendencia, durante su primera gestión, por un cáncer que lo puso contra las cuerdas.
Sabarots dice que volvió fortalecido de esa circunstancia y del miedo a la muerte. “Fue muy duro, un antes y un después”, resume y no se olvida que en ese tiempo difícil el primero que lo llamó para darle un espaldarazo fue el exgobernador peronista Carlos Verna. “Hablamos 10 minutos de la enfermedad y una hora de política”, recuerda en tono compañero.