La flamante mesa cordobesa que trabaja por la candidatura de Sergio Massa avanza en el armado de la estructura que militará en las elecciones nacionales que tienen su primera parada el próximo 13 de agosto. La expectativa es alta porque aguardan la confirmación de una primera visita del precandidato presidencial de Unión por la Patria, agendada para la semana que viene. Ganan tiempo con ideas que incluyen la tijera y el collage de boletas.
El massismo mediterráneo se construye con las partes del oficialismo a nivel nacional que, en algunos casos, se tocan con el provincial, encolumnado detrás de la candidatura presidencial de Juan Schiaretti. En ese entuerto, ya hay un puñado de intendentes que propone cortar por lo más sano: por la boleta. Es decir, Unión por la Patria para el tramo presidencial y Hacemos por Nuestro País, en el que se definen las bancas cordobesas, para la Cámara de Diputados.
En el fondo, se trata de una discusión estratégica. Hay un grupo de la dirigencia con origen en el PJ que no reniega de la idea de un Schiaretti presidente, pero sabe que en un escenario polarizado las chances del gobernador están totalmente licuadas y que la mejor opción es contar con un liderazgo de corte peronista. Allí, marcan una diferencia con el mandatario provincial, que públicamente habla de acuerdos programáticos con una parte de Juntos por el Cambio, aunque coinciden con él a la hora de marcar los límites con el kirchnerismo. Por esa razón, trabajarán para Massa, pero no militarán la lista que encabezan las figuras mediterráneas más cercanas a la vicepresidenta, Gabriela Estévez y Martín Fresneda.
Como los exponentes principales del PJ cordobés, dicen que no tienen nada que ver con el kirchnerismo, aclaran que si el candidato hubiese sido Wado de Pedro su postura actual hubiese sido diferente y sacan a relucir un discurso de neto perfil cordobesista: “Entre quienes van a votar todo lo que dice Cristina Kirchner y los que van a defender a Córdoba, me quedo con los segundos”.
De todos modos, retoman el viejo adagio frentetodista que dice que “sin los votos de Cristina no se puede” y defienden la postura de Massa, a quien consideran “distinto” y, por esa razón, “con una mayor penetración en el electorado provincial”.
Instrucciones frescas
La bajada de línea principal a la mesa del massismo cordobés fue comenzar a construir en el interior. Ese día empezaron a moverse las estructuras de aquellas regiones en las que el Gobierno siempre tuvo una mayor incidencia, sobre todo a partir de una gran presencia estatal a partir de obras y recursos. Desde allí surgieron las primeras reuniones encabezadas por el intendente de Leones, Fabián Francioni, en el departamento Marcos Juárez; por el intendente de Villa María, Martín Gill, en General San Martín; y por el intendente de Idiazabal, Juan Pablo Vassia, en Unión.
El último cónclave fue el lunes, en Monte Maíz, donde se reunieron representantes del centro-sur departamental. Allí dialogaron intendentes, concejales y la dirigencia de Cintra, Ordoñez, Justiniano Posse, Escalante, Pascanas, Colonia Bismark, Viamonte, Benjamín Gould, Pueblo Italiano y Laborde. El canalense Edgar Bruno, uno de los que asume públicamente que trabajará por la candidatura de Massa y la boleta legislativa del schiarettismo, forma parte de esa mesa, tuvo que viajar a la capital y avisó que no sería de la partida.
En ese lugar se analizaron las estrategias para salir a trabajar en estas últimas tres semanas previas a las PASO. El bloque planifica volver a encontrarse para una foto conjunta con el precandidato a presidente la semana que viene, siempre y cuando la agenda del ministro lo permita.
Lo que sí tienen claro es que, a diferencia de la iniciativa que encabeza Bruno, no militarán el corte de boleta, más allá de la poca expectativa que despierta el armado impulsado por el camporismo. “Se complejiza mucho, ya fue muy difícil hacerlo en 2019, cuando hubo compañeros que trabajaron por la candidatura de Alberto Fernández y los candidatos a diputados del peronismo provincial”, recuerda uno de los intendentes presentes en la reunión que ya había tenido una antesala en Cintra, la semana anterior.
“Esas iniciativas a veces surgen como idea de los dirigentes que la gente no termina de entender del todo. Podés repartir votos cortados, pero la chance de que tenga buenos resultados es ínfima”, asegura.