El proyecto de Presupuesto para 2025 para la provincia de Córdoba, elaborado por el gobierno de Martín Llaryora y girado al cierre de la semana pasada a la Legislatura, fue recibido con beneplácito por la industria mediterránea. El grueso de las objeciones fueron para los municipios por la subas de tasas.
Fuentes de la Unión Industrial de Córdoba (UIC) aseguran que el gobernador cumplió el compromiso asumido en distintos encuentros. Respondió positivamente a las expectativas expresadas por uno de los sectores de mayor peso en el Círculo Rojo local.
En simultáneo, aunque reconocen los impactos de un 2024 marcado por la recesión y el ajuste, mantienen buenas expectativas para el año que viene: siete de cada diez industriales siguen siendo optimistas hacia el futuro, tanto a nivel personal como en su evaluación sobre la situación económica general.
Según el proyecto presentado, el piso se cuadruplicará, pasando de $640 millones a $2.512 millones, según la facturación del año en curso. quienes hayan facturado menos quedarán excluidos de la carga.
En la conducción de la entidad gremial empresaria remarcan también la disposición de mantener los beneficios que conforman el régimen de promoción industrial, que tienen un impacto de más de $100 mil millones en el cálculo presupuestario.
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En la misma línea, subrayan la propuesta de excluir 50 tasas “administrativas” y el impuesto a la mera compra de productos agropecuarios, forestales y minerales para contribuyentes radicados fuera de Córdoba.
La eliminación de este gravamen, que había sido restablecido para el año en curso, era un pedido impulsado por Mesa de Enlace del agro provincial, al que adhería la UIC.
“Podría entenderse que convenía su continuidad. Pero conceptualmente estamos en contra de que se aplique más impuestos. Nosotros queremos que disminuyan los impuestos”, explican a Letra P.
La alerta por los Presupuestos de los municipios
Los reconocimientos al “esfuerzo” realizado por el gobierno provincial obran como contraste al “absoluto rechazo y preocupación” manifestado por la entidad ante lo que denuncian como un desmedido incremento en las tasas que perciben los gobiernos municipales. Según destacan, en algunas ciudades las subas oscilarían entre el 500% y el 600% interanual.
En un duro comunicado, la entidad advierte sobre eventuales acciones legales que podrían iniciar las empresas para protegerse ante “la adopción de criterios inconstitucionales que distintos municipios pretenden imponer a las industrias”.
“Las tasas deben ser razonables, proporcionales y responder a servicios reales; cualquier desviación de este principio representa un acto que la UIC no dudará en denunciar”, reprocha.
Martín Llaryora en la UIC
Los industriales de Córdoba mantienen buenas expectativas sobre Javier Milei y celebran una nueva sintonía con Martín Llaryora.
“En un contexto donde las industrias cordobesas enfrentan enormes desafíos para mantener su competitividad y generar empleo en una economía que se recupera lentamente, la imposición de tasas injustificadas constituye un golpe directo al sector”, fustiga el texto.
Deslizando que no existe correlato entre las pretensiones de cobro y los servicios prestados, la Unión Industrial se permite solicitar a las comunas que practiquen “una revisión integral de sus gastos”. La misma debería derivar en una observación de “sus políticas tributarias” y la adopción de “esquemas de financiamiento que no sobrecarguen a las industrias”.
La revisión, entiende la entidad, ya ha sido realizada tanto por el gobierno nacional como por el gobierno provincial, a los que reconocen voluntad por podar gastos innecesarios, que responden a meras cuestiones políticas, en la búsqueda de un equilibrio fiscal innegociable.
Reducir “el tamaño del Estado” emerge como repetido trasfondo de descripciones que deploran medidas intervencionistas.
El faro de Córdoba
La admisión de una situación económica crítica no es novedosa. En su último relevamiento industrial, la central industrial reconoce un escenario recesivo “marcado por la baja demanda y el aumento de costos”, en el que el 71% de las industrias perdieron rentabilidad.
Sin embargo, según anticipan las fuentes consultadas, más del 70% de los asociados tienen una mirada optimista sobre la evolución de la economía para el próximo año. “Javier Milei ha hecho su trabajo, que era necesariamente doloroso. No hay soluciones mágicas”, sintetizan.
Las mismas voces, empero, reconocen la existencia de algunas banderas amarillas en el mismo horizonte. Algunas reflejan promesas incumplidas del gobierno nacional, como la alineación de los tipos de cambio y la continuidad de los derechos de exportación.
Señales de incertidumbre llegan también desde ultramar. El triunfo Donald Trump alienta temores de un renovado proteccionsmo en la política económica de los Estados Unidos. También sobre el impacto que un discrecional manejo de las tasas de interés tendría para nuestro país.
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Martín Llaryora, junto a Luis Macario, el presidente de la Unión Industrial de Córdoba.
Más acá, en la provincia mediterránea, los industriales celebran la continuidad de pilotes sobre los que el cordobesismo edifica hace ya 25 años. En primer lugar, la voluntad de pago de la deuda tomada, aún en dólares. Lejos de los reproches, los industriales entienden la necesidad de empréstitos para obras que mejoren la infraestructura productiva.
Por encima de ello, remarcan la persistencia del superávit financiero como norte para la gestión provincial. "Es una excelente señal", sentencian fuentes oficiales.