El Congreso avanza con un proyecto y en la Legislatura toda la oposición empuja el cambio. El gobernador lo rechaza. Impacto de una reforma.
Axel Kicillof y Carlos Bianco.
El avance legislativo de la boleta única en el país pone a Buenos Aires y a Axel Kicillof en una situación incómoda: mientras la Casa Rosada impulsa el cambio, el gobernador deberá consensuar si adopta el nuevo sistema o mantiene el vigente en la provincia, donde los comicios siempre fueron atadas en tiempo y forma a los nacionales.
La iniciativa fue aprobada por el Senado y lo propio ya había hecho la Cámara de Diputados, aunque se introdujeron modificaciones para implementar el sistema utilizado en Mendoza. El proyecto deberá volver a Diputados, donde sectores del PRO y la UCR insisten en habilitar el voto a lista completa.
El gobernador Axel Kicillof ha manifestado abiertamente su rechazo a la implementación de la boleta única en Buenos Aires. En un acto con intendentes por la firma de convenios, comentó que la dimensión que tendría la boleta en las PASO de la provincia sería “king size”, refiriéndose a la impracticabilidad de este sistema en un distrito tan grande y diverso. Según sus palabras, no existe un problema real que justifique esta medida, calificándola de “innecesaria”.
“Los diputados y senadores de Buenos Aires dieron una respuesta muy sencilla mostrando el tamaño que tendría una boleta para las PASO en la provincia de Buenos Aires, sería king size; si el año pasado medía un metro una sola, imagínate todas juntas”, ejemplificó.
“Sería impráctico, por no decir inaplicable”, afirmó Kicillof y defendió el sistema actual, sobre el que -dijo- no hay denuncias de fraude o desconocimiento de un resultado más allá de alguna “cuestión folclórica menor”. “Estamos generando un problema para resolver un NO problema desde el punto de vista práctico”, agregó. Y cerró con un pedido: “Como somos la jurisdicción de mayor envergadura, esperamos que el Congreso Nacional tenga en cuenta lo que va a pasar acá, porque si no nos condenan a nosotros a algo imposible”.
Ante la consulta de Letra P, el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, también se mostró crítico. Afirmó que este tipo de decisiones deberían discutirse en la Legislatura bonaerense, donde la oposición ya presentó un proyecto similar. Bianco subrayó que su implementación no es considerada necesaria por el oficialismo provincial.
Como contó Letra P, los bloques de La Libertad Avanza, el PRO, la UCR y la Coalición Cívica presentaron juntos un proyecto de boleta única, en un sistema similar al que utilizan las provincias de Mendoza y Córdoba. Estos sectores sostienen que este cambio reduciría costos y aceleraría el proceso de recuento de votos.
A medida que se acerca la definición final sobre el sistema electoral que regirá en Buenos Aires, Kicillof enfrenta la difícil tarea de negociar no sólo con la oposición, sino también dentro de su propio espacio político. Fuentes cercanas al gobierno señalan que el gobernador desconfía de las intenciones del gobierno nacional, que podría derivar la responsabilidad y los costos logísticos de la elección provincial al Ejecutivo bonaerense, como ocurrió en 2002.
La posibilidad de un desdoblamiento electoral o la implementación de elecciones concurrentes también está sobre la mesa, lo que agregaría una capa adicional de complejidad a la ya tensa situación política en la provincia.
Con la aprobación de la boleta única casi asegurada en el Congreso, todas las miradas están puestas en cómo se resolverá esta cuestión en el territorio bonaerense. La decisión que tome el gobernador no solo impactará en el desarrollo de las próximas elecciones, sino que también podría influir en el escenario político provincial de cara a 2027.