El Gordo Dan, @GordoDan_, el influyente tuitero libertario menos conocido por su nombre real, Daniel Parisi, fue la punta de lanza de la avanzada que eyectó al macrista Julio Garro del gobierno de Javier Milei. El pecado original del exsubsecretario de Deportes no fue haberse metido con Lionel Messi ni, como sospechan en el PRO, haber llegado ahí por el expresidente: cayó en desgracia por no haber entendido la batalla cultural de La Libertad Avanza (LLA).
El análisis más simplista indicaría que Garro firmó su salida al pedirle "al capital de la Selección argentina" que se disculpe por los cantos xenófobos de vestuario, transmitidos en el vivo de Instagram de Enzo Fernández. Milei se ha declarado devoto de Messi, con quien nunca habló todavía.
La mirada kirchnerista de la problemática del rol de los medios agregaría como condimento dónde lo dijo: fue en el programa de María O'Donnell, la periodista que es sistemáticamente agredida por el Presidente en las redes, espacio virtual donde el primer mandatario cree que es un ciudadano más y en su biografía se define como "Economista".
La óptica de la política tradicional, con el marco teórico que se sorprendió por el ascenso de Milei, haría hincapié en el macrismo de Garro para contextualizar su salida con el enfrentamiento ya no tan subterráneo que mantiene la mesa chica presidencial (Karina Milei y Santiago Caputo) con el líder del PRO. El libertario, en cambio, en privado evita hablar mal de su exsocio en el ballotage. Por eso el partido amarillo sostiene que ni con las disculpas de quien las pidió hubrían logrado otro final.
GNqNSMTXIAAanGn.jpg
Julio Garro, otro caído en la batalla cultural de Javier Milei, en una de sus actividades junto a Daniel Scioli.
Garro es el segundo macrista que se sienta en esa silla: el anterior, Ricardo Schlieper (ex-Ucedé y ex-Recrear devenido PRO), dejó su cargo con la llegada de Daniel Scioli. Por lo bajo, en la Casa Rosada se comenta que Deportes era un raviol acordado con el expresidente como cabeza de playa para instrumentar las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), lo único que quedó del Pacto de Acassuso. Hay altísimas chances de que el reemplazante del exintendente platense también sea consensuado entre Macri, Milei y Scioli.
La mirada libertaria abarca todo lo anterior, pero le suma otro nivel: la corrección política. El Gordo Dan dixit, antes de celebrar la salida de Garro: "Recordatorio para funcionarios de tercera y cuarta línea: si no entendés la ideología que te puso el culo en la silla donde lo tenés sentado, que, dicho sea de paso, es la ideología del Presidente (que es TU JEFE), entonces agradecé por la suerte que tuviste, disfrutá de tu cargo mientras dure y CERRÁ BIEN EL ORTO". Lo tuiteó a las 15.06.
¿Cuál sería la ideología de Milei que Garro no entendió? ¿Messi sí, Messi no? En la usinas de pensamiento libertario aclaran que no, que el problema fue que Garro reclamó un pedido de disculpas cuando, a su entender, la Selección no hizo nada malo. Mirando su propio gobierno desde lejos, apartada en el Senado, Victoria Villarruel supo interpretarlo mejor que nadie en Twitter, como compañera de ruta de Milei desde el kilómetro cero. "Basta de simular indignación, hipócritas. Enzo, yo te banco", tuiteó la vicepresidenta, en una jornada signada por otro escándalo que hubiera generado indignación en otro clima de época en un oficialismo: la visita de legisladores al genocida Alfredo Astiz.
Julio Garro pecó de casta
Primero, por ser políticamente correcto. Macri difiere con Milei más por las formas que por el fondo. Al expresidente, que dejó trascender que se sintió destratado en Tucumán, le molestan los modos libertarios -que llame al Congreso "nido de ratas", por ejemplo-, pero comparte la sensación con Milei de haber tenido acompañamiento legislativo en su gobierno, un reproche al que le dedica buena parte de su libro Primer Tiempo.
El segundo pecado de Garro fue ser atrapado mintiendo: desmintió haber dicho lo que dijo. Fue precisamente el Gordo Dan quien le enrostró el video probatorio como respuesta a su tuit.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/GordoDan_/status/1813597224674451725&partner=&hide_thread=false
Lo brutal de su salida responde a lo mismo. En la Casa Rosada afirman que anticipó su salida al PRO (o al propio Macri) ante del comunicado sin anestesia de la Oficina del Presidente: "Ningún gobierno puede decirle qué comentar, qué pensar o qué hacer a la Selección Argentina Campeona del Mundo y Bicampeona de América". Por diplomacia, hubiera correspondido informar que fue aceptada la renuncia que fue puesta a disposición por el único funcionario macrista que quedaba. La moderación no es parte del clima de época.
La batalla cultural es tomada muy en serio en LLA. Así nació, con comentarios cancelables en los videos de El Peluca Milei, en los que se repetía el término "feminazi", se apuntaba contra "los progres" y se pelea contra la agenda 2030, bajo el convencimiento de que el muro de Berlín nunca cayó. Con ese discurso, que Milei cree estar exportando al resto del mundo para jactarse del avance de la ultraderecha en Europa como si fuera un mérito suyo, ganó las elecciones en la Argentina en 2023 y esa es la ideología con la que gobiernan.
"La totalidad de los funcionarios de este gobierno son solo una cosa: vehículos para empujar la agenda del Presidente de la Nación. Al que no le gusta, que se joda", tuiteó la cuenta atribuida a Santiago Caputo, @SnakeDocLives, el estratega del pensamiento mileísta. Fue horas después de la salida de Garro.
No es como Las Vegas: lo que pasa en Twitter, no queda en Twitter. Como la policía del pensamiento libertario patrulla las redes, hasta dejaron de tuitear ministros y ministras que llegaron al gabinete precisamente por sus dotes 2.0. Las consecuencias de no respetar la doctrina se sufren en la vida 1.0.