A poco más de 48 horas para el cierre formal del plazo para oficializar alianzas electorales, el proyecto del “frente de frentes” que propone el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, se juega sus últimas fichas para lograr que el antikirchnerismo cierre filas de cara a las primarias del 13 de agosto. Las negociaciones se mantienen tan firmes como las resistencias. Mientras el team halcón y el radicalismo cordobés se esfuerzan por imponer su postura, el larretismo, con la victoria de Claudio Poggi en San Luis como referencia, insistirá hasta último momento para “ampliar el espacio”.
Luego de visitar las tierras puntanas con una comitiva integrada totalmente por la dirigencia de su núcleo interno, Larreta insistió con el pedido de sumar a más jugadores al espacio opositor. En un comunicado acorde a los festejos de una alianza que vence al peronismo, con un candidato surgido de ese partido y con el apoyo fundamental de un dirigente histórico del justicialismo como Adolfo Rodríguez Saá, el porteño definió a la elección como “un ejemplo nítido de que la ampliación y la unidad de Juntos por el Cambio y la incorporación de dirigentes con una importante trayectoria política nos fortalece”.
Que el senador, exgobernador y presidente por siete días haya evitado la foto conjunta es sólo un detalle para el alcalde que sumó a su afirmación las firmas de referentes del radicalismo, la Coalición Cívica, Margarita Stolbizer y de José Luis Espert, a quien el arribo de Schiaretti no le cierra.
“Gobernar esta Argentina requerirá una coalición nacional. Cuanto más ambiciosa sea la agenda de reformas, más músculo político y capacidad de gestión tendrá que tener. Por eso nuestro compromiso es seguir trabajando por la unidad y la ampliación de Juntos por el Cambio hasta el último minuto antes de asumir el gobierno”, decía el comunicado conjunto que pone el ojo en las posibilidades todavía latentes de sumar al espacio referenciado en el gobernador de Córdoba.
Por esa razón y con un tino tuitero notable, Mario Negri salió al cruce en el mediodía de este lunes. Después de pedir un “esfuerzo” para las últimas dos semanas de campaña en Córdoba, el diputado radical aseguró que “se está instalando un debate falso” y negó que la discusión nacional de JxC deba dirimirse entre las propuestas de “ampliarse” o “cerrarse”. “El radicalismo siempre está dispuesto a ampliarse. El tema es con quién, cómo, con qué programa, cuándo, de qué manera”, planteó Negri, que agregó que “si el precio de incorporar a una persona (Schiaretti) es la ruptura de la unidad, entonces hay que hacer un análisis de costo-beneficio y tema terminado”.
Esa será la postura del radicalismo mediterráneo en la Convención que debe definir la posición del partido centenario de cara a la inscripción de alianzas electorales. En Córdoba, la jugada de Larreta deterioró la relación entre el porteño y la pata boina blanca. Si bien esa situación complica al alcalde de cara a la interna, da más argumentos a su espacio para acelerar y sumarse a un plan más amplio que llegue con el desembarco de Schiaretti, que mientras tanto avanza en sus propias alternativas.
https://twitter.com/marioraulnegri/status/1668288310261821441
Como ya anticipó Letra P, lo del gobernador de Córdoba no tiene vuelta atrás. Convencido del lugar en la historia que le toca en suerte, realizará un esfuerzo máximo para lograr arribar a esa propuesta de centro que tiene al armado opositor santafesino como espejo más nítido. Ahora, el larretismo suma a San Luis a ese listado de ejemplos y al gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, al listado de aliados.
Más allá de lo que pase, Schiaretti ya confirmó que será de la partida el 13 de agosto. Si su frente amplio no aparece antes del miércoles, “habrá que ver después”. Por lo menos, eso dicen en su entorno, en donde no dejan demasiado en claro cuál sería la forma de ese acuerdo que el cordobés insiste en alcanzar “antes de las PASO”.
Debate interno
El espacio del cordobesista se inscribirá con los sellos de la Democracia Cristiana, el Partido Autonomista Nacional (PAN) y, por el momento, el Partido Socialista. El espacio que preside Mónica Fein se reunió el pasado sábado y mandató al Consejo Directivo para que avance con la firma del acuerdo, aunque al interior de la fuerza reconocen que “va a haber que esperar, porque de acá al miércoles pueden pasar muchas cosas”. Sobre todo, porque JxC debe definir algunas otras sumatorias, por ejemplo, la del GEN, cuya máxima referente llegó a la Cámara de Diputados con la boleta de JxC en 2021.
El Consejo Federal del Partido Socialista avanzó en “cuestiones orgánicas de cara a la estrategia nacional”. Quienes asistieron se fueron de allí con el convencimiento de un acuerdo para “acompañar el proyecto que lidera el gobernador de Córdoba”, de cara a las primarias. También con algunos reparos que, justamente, son los mismos que viene expresando Schiaretti desde hace tiempo. “Nosotros no vamos a aceptar sumarnos a JxC”, dicen replicando la idea del gobernador mediterráneo que propone “una nueva alianza, que incorpore a sectores de todos los espacios opositores”.
En esa idea también está el espacio del peronismo bonaerense que convive con el schiarettismo en el interbloque Federal de la Cámara de Diputados y que tiene a Florencio Randazzo, Graciela Camaño y Alejandro Topo Rodríguez como principales referentes. Del terceto, el único que abiertamente sostiene la idea de Schiaretti es el primero, lo que no quiere decir que los otros dos estén afuera. El que sí se bajó públicamente es Juan Manuel Urtubey, que iba a competir con el cordobés por la candidatura final del espacio de centro, que ahora busca tomar otra forma.
En esa postura, el límite que establece el socialismo es el mismo que expresa el schiarettismo. Si sostiene su opinión, algo muy probable dado el convencimiento que expresa respecto a su proyecto, Schiaretti no aceptará “sumarse” a JxC. El PS sostiene: “No vamos a entrar como lo hizo Espert, nosotros queremos otra cosa y esa va a ser nuestra postura”. Para eso, obviamente, miran hacia Santa Fe, lugar del que el gobernador de Córdoba tomó la idea del “frente de frentes”.
Esperando las novedades que llegarán este lunes desde el radicalismo y la Coalición Cívica, la plana mayor del socialismo está en la Ciudad de Buenos Aires y se suma a las negociaciones contrarreloj. No lo dicen, pero apuestan a una “liberación” del ala dialoguista del cambiemismo. Para eso, usan algún que otro eufemismo. No dicen que no participarán de un espacio integrado por algunos sectores de JxC que los incomodan, pero aceptan que hay referentes que son “inmilitables”.
Son horas decisivas y, aunque para definir los nombres quedan aún 12 días por delante, la inscripción de los frentes y las alianzas electorales trazarán un mapa general de un escenario que puede quedar tal cual está o quebrarse de modo determinante.