2023-2025

Juan Schiaretti, el presidente que no fue: qué es y qué será de su vida

El exgobernador de Córdoba apura la apertura de su partido en las 24 provincias. Equilibrio en la relación con Javier Milei. Su autoexclusión de las listas.

El excandidato presidencial de Hacemos por Nuestro País, Juan Schiaretti, siempre supo que Javier Milei sería la estocada perfecta para el sistema político atrapado por más de una década en la dicotomía kirchnerismo-antikirchnerismo. Al medio de esa grieta nada podía crecer, afirmaban en el peronismo de Córdoba.

Es por eso que empezó su aventura nacional sin convicción alguna en sus posibilidades. El objetivo del cordobesismo fue, como en tantas fallidas oportunidades, raspar al peronismo que conduce en los hechos Cristina Fernández de Kirchner.

Su campaña nacional -que terminó con ocho puntos en las generales- fue la de un antikirchnerista de molde. Poco les importó a los caciques del cordobesismo el reproche de su tropa, que entre Milei y Sergio Massa siempre prefirió al segundo.

Schiaretti y Llaryora, en sus más profundas ensoñaciones, prendían velas también por la caída de Axel Kicillof, con hambre presidencial como el entonces gobernador electo de la provincia mediterránea.

La jugada no fue completa. Kicillof logró su reelección y Llaryora mostró dificultades evidentes en el ludo que propuso el Presidente. Schiaretti se guardó. La red de funcionarios suyos en el gobierno libertario sólo funcionan para los objetivos de quién hoy les paga el sueldo.

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Florencio Randazzo, Juan Schiaretti y Miguel Ángel Pichetto. El exgobernador aceita los contactos políticos para engordar Hacemos por Argentina.

Florencio Randazzo, Juan Schiaretti y Miguel Ángel Pichetto. El exgobernador aceita los contactos políticos para engordar Hacemos por Argentina.

Sin embargo, el alboroto que atraviesa el peronismo a nivel nacional tras la denuncia de Fabiola Yañez al expresidente Alberto Fernández por violencia de género es asumida como una oportunidad para el schiarettismo duro.

Qué es Juan Schiaretti

Quedó claro que la corrección de la vía del medio seguirá siendo el camino elegido, pero, como adelantó Letra P, la ambulancia schiarettista hará sonar su sirena más fuerte en los bastiones donde el PJ tiene vida activa como, por ejemplo, la provincia de Buenos Aires.

Hacemos por Argentina se presentará como esa criatura que mostró un crecimiento inesperado en octubre de 2023, que agita la bandera del productivismo y que muestra cierta línea de conducta de su dirigencia, por ahora, sin archivos o carpetazos que la contradiga.

En el presente, Schiaretti elige mostrarse activo en ese armado. Si no pone la cara él, lo hacen sus referencias directas como la senadora Alejandra Vigo o el diputado Carlos Gutiérrez. El partido nacional que elabora va avanzando casilleros. Ya está conformado en 14 distritos y planean cubrir la totalidad del mapa antes del brindis de año nuevo.

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Juan Schiaretti, junto a Carlos Gutiérrez. El diputado es uno de sus principales armadores políticos.

Juan Schiaretti, junto a Carlos Gutiérrez. El diputado es uno de sus principales armadores políticos.

¿Schiaretti planea otro intento presidencial? Su mesa chica prefiere alejarlo de las especulaciones rayanas de los cargos y las listas. Por supuesto, no le bajan la jerarquía y eligen ubicar a Llaryora como opción.

“¿Qué espacio tiene dos dirigentes como Schiaretti y Llaryora?”, se agrandan. La división de roles es clara. El primero, urdirá la opción nacional, mientras que el segundo asume como prioridad mostrar una gestión que supere a la de sus antecesores. Al fin y al cabo, chapa insignia y real sustento de cualquier jugada nacional de la dupla.

Qué será de la vida del exgobernador de Córdoba

Schiaretti continuará con las recorridas nacionales. Simposios y cumbres de la producción serán su vidriera pública. También habrá alguna foto con algún peronista o radical que decidió acomodarse en la previsibilidad y aplomo que prometen en Hacemos por Argentina. Sus adláteres insisten con que los contactos subterráneos son incesantes.

Lo cierto es que el armado choca con las decisiones, todavía en el limbo, de espacios como la UCR, parte del PRO y otras fuerzas progresistas que Schiaretti tiene apuntadas. Hay coincidencias con Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau, seguro, pero poco puede hacer esta vía intermedia para engordar sus filas.

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Por ahora, seguirá la pesca en el elenco de reparto de la política. Esta situación es advertida por Llaryora, más impaciente que su antecesor. Es hoy quien mayores presiones pone sobre Schiaretti, a quien quiere encabezando alguna boleta en las elecciones de medio término de 2025. Poco importa si es la cordobesista o la porteña.

Schiaretti deja correr la versión que será un simple espectador en el coliseo electoral. Su red de vocería encumbrada afirma que debe completarse el tablero y lo reafirma como un opositor -el verdadero, dice- entrenado en el juego del diálogo y la conciliación. Una oferta que Milei no desprecia al alejarlo de la picota.

¿El peronismo nacional sepultó con la seguidilla de escándalos su competitividad electoral? ¿Seguirá esta bandera blanca entre Milei y Schiaretti que se comprobó desde el primer minuto de las rondas presidenciales? ¿El cordobesismo realmente tiene una vocación de construir políticamente afuera de su frontera?

Algunas de las preguntas que invaden el presente y el futuro inmediato del presidente cordobés que no fue.

Javier Milei y Patricia Bullrich posan para la foto.
Horacio Rodríguez Larreta apuesta a confrontar con Javier Milei como un resolvedor de problemas.

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