Cada uno de los movimientos políticos que ensayó José Luis Espert después de las elecciones de 2021 anticipaban que estaba dispuesto a integrarse a Juntos por el Cambio (JxC) y disputar con su sello partidario una interna con los demás socios de la alianza. Por eso, cuando este martes blanqueó en declaraciones mediáticas que deseaba una “mega PASO opositora” no sorprendió a sus incondicionales liberales, ni a sus exsocios fugados al sector de Javier Milei. Tampoco a las distintas familias del PRO consultadas por Letra P. La iniciativa, que no admiten en público, es parte de un acuerdo entre el economista y Horacio Rodríguez Larreta para diluir parte del electorado de Patricia Bullrich y, en menor medida, del otro economista, el ultra de pelos revueltos.
Quienes manejan la comunicación oficial de Espert se limitan a decir que su jefe está haciendo una ronda de reuniones con los principales referentes de JxC, entre quienes mencionan a Mauricio Macri, Patricia Bullrich y el propio Larreta y que esto es un refuerzo de su vieja propuesta de conformar un amplio espacio opositor para derrotar al kichnerismo. Según pudo saber Letra P de fuentes amarillas y liberales al tanto de las negociaciones, todo forma parte de un acuerdo entre el diputado y el jefe de Gobierno porteño, principal interesado en levantar el perfil del referente de Avanza Libertad para sacarle votos a su principal competidora interna, la jefa de los halcones.
La maniobra es audaz y si bien se encuentra en proceso de negociación, varias fuentes afirman que está cerrada. El lanzamiento de Espert a la carrera por la gobernación de Buenos Aires, con un acto celebrado a principios de noviembre en el barrio porteño de Palermo, tenía un objetivo similar, pero ahora se vería modificado: el economista analiza regresar al escenario nacional lanzándose a una postulación por la Presidencia, reforzar a un candidato o candita bonaerense y tomar prestada otras estructuras políticas como la Ucedé o el PAN para garantizar cierta presencia en los distritos. El riesgo de todo esto es que se acelere el plan de fuga que ya pusieron en marcha varios diputados, concejales y dirigentes que accedieron a sus puestos gracias a su nómina en 2021 y que, ante coqueteos previos con Larreta, se fueron con Milei.
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Tan sólo unas horas después del anuncio del jefe del bloque Avanza Libertad en la Cámara de Diputados ante las cámaras de Lanación+, Carolina Piparo blanqueó aún más sus diferencias y conformó un monobloque denominado Buenos Aires Libre. En rigor, la diputada oriunda de La Plata ya no formaba parte del esquema de Espert desde hace algunos meses, pese a que ingresaron con la misma boleta, y con el correr de los días daba muestras claras de su inclinación por el proyecto de Milei, como la actividad que compartieron juntos este sábado para reunir a unos 100 mil fiscales para las próximas elecciones presidenciales.
En la Legislatura de Buenos Aires sucedió algo similar. La diputada Constanza Moragues Santos rompió el bloque en la Cámara baja y se alineó a Milei, pese a que no consultó con su jefe político esta decisión y hoy se encuentra en tensión con buena parte de su armado; mientras que el diputado Nahuel Sotelo analiza hacer lo mismo, mientras amplía su armado territorial a partir de la agruación que comanda, La Julio Argentino, y se posiciona como uno de los hombres de confianza junto a Carlos Kikuchi.
El tercero de los legisladores provinciales que ingresó con Espert, el marplatense Guillermo Castello, se mantiene alineado y es uno de los pocos con proyección en la amplia provincia del 38% del padrón electoral nacional. De hecho ya fue candidato a gobernador cuando la alianza liberal llevaba el nombre de Frente Despetar, con la que Espert tomó impulso y trascendencia nacional en 2015, por lo que no se descarta que su nombre esté en una boleta para el ejecutivo bonaerense o en la de candidatos a diputado nacional en representación de esta jurisdicción.
Todos estos movimientos ya fueron anticipados por la rabia política que rodea a Milei, pero también por líderes del partido amarillo alineados a los halcones, que advertían el desenlace para intentar perjudicarlos en la contienda interna. Sin Mauricio Macri en la pelea mayor por el sillón de Rivadavía y con los tres candidatos lanzados del macrismo –además de Larreta y Bullrich, la exgobernadora María Eugenia Vidal– más los que pueda sumar el radicalismo -todo indica que será Gerardo Morales- el liberalismo está a un paso de tener una silla en la mesa nacional de JxC. Si eso sucediera, sería todo ganancia para el jefe de gobierno porteño.