Será distinguido como "embajador de la luz" junto a su hermana por sus ideas políticas y el apoyo a Israel. Acto y discurso en la nueva sede de una vertiente ortodoxa.
Javier Milei, Eduardo Elsztain y Karina Milei en la tumba del rabino milagroso de Nueva York
NA REUTERSSus ideas de derecha y su apoyo incondicional a Israel harán que el presidente Javier Milei sea reconocido como “Embajador Internacional de la Luz” por la comunidad Jabad Lubavitch, la congregación de la ortodoxia judía cuya mayoría de integrantes respalda al republicano Donald Trump en la escena política estadounidense.
La invitación es para el 10 de abril en el nuevo centro jabadista de Bal Harbour, en Miami. El primer mandatario viajará junto con su hermana, Karina Milei, quien recibirá el mismo reconocimiento de esa congregación judía cada vez más influyente en ambientes religiosos, políticos y económicos internacionales.
Milei también será acompañado por el rabino Shimon Wahnish y el empresario Gerardo Werthein, nominados para las embajadas de Israel y Estados Unidos respectivamente, pero sin votos suficientes en el Senado para asumir formalmente sus misiones diplomáticas.
Mientras que el religioso perteneciente al rabinato de la Comunidad Marroquí Judeo Argentina (Acilba) es su consejero espiritual y a quien Milei instruyó para que formalizara el traslado de la Embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén; el magnate polideportivo le prepara, en el marco de la visita, una ronda de contactos con referentes empresariales estadounidenses y regionales con intención de invertir en el país.
Javier y Karina Milei serán declarados “Embajadores Internacionales de la Luz”, un reconocimiento con escasos antecedentes y sin lista de nombres de otras personas a las que fue otorgado, durante una cena de recaudación organizada para inaugurar el Centro Menachem Mendel Schneerson de Bal Harbour, en la que el Presidente dará un discurso ratificando las líneas centrales de su política exterior y su sintonía con la derecha internacional encarnada en Trump y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
“Honrando su inquebrantable dedicación a difundir la libertad, la esperanza y la positividad frente a la oscuridad. Sus incansables esfuerzos por Israel y la comunidad global han sido un faro brillante que ha inspirado un mundo más luminoso y compasivo”, afirma la invitación fundamentando el porqué de la distinción.
Milei, quien, como contó Letra P, tiene la intención de convertirse al judaísmo en algún momento, encontró en Jabad Lubavitch un refugio espiritual que también le permitió ampliar la red de contactos internacionales. Una de las personas que le abrió tanto las puertas religiosas como del mundo empresario comunitario fue Eduardo Elsztain, dueño de IRSA.
Elsztain motivó a Milei a viajar a Nueva York para conocer la “experiencia espiritual” alrededor de la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, conocido como "el rebe de Lubavitch" y considerado milagroso.
Milei ya viajó dos veces al Ohel de Queens donde está enterrado el referente del jasidismo ortodoxo. Una, antes de las PASO; otra, en la previa de su asunción presidencial. También se ha acercado al rabino Tzvi Grunblatt, referente local jabadista por quien participó del encendido de la vela guía de Jánuca en Buenos Aires dos días después de llegar a la Casa Rosada y tras los anuncios del Caputazo.
En su viaje a Israel de febrero, antes de su abrazo con el papa Francisco en el Vaticano, otro rabino de esa vertiente judía le obsequió un cuadro con una foto del Rebe y un billete de un dólar bendecido en algún momento por Mendel Schneerson y considerado un objeto invaluable.
La misión del jabadismo es netamente religiosa: busca promover el estudio de la Torá y la difusión del judaísmo en el mundo. Sin embargo, fuentes comunitarias consultadas por Letra P reconocen que la mayoría de quienes adhieren a esa corriente ortodoxa respaldan las ideas de la derecha internacional y que, en Estados Unidos, han apoyado a Trump y ahora acompañarán al republicano en su búsqueda de un segundo mandato presidencial.
En 2018, siendo presidente, Trump recibió en la Casa Blanca a una delegación de rabinos de este movimiento jasídico para proclamar el Día de la Educación y de Compartir, que coincide con la fecha del aniversario del nacimiento del Rebe.
Trump tiene, sin embargo, una relación ambivalente con la dirigencia judía, a la que ha acusado con frecuencia de ser desleal, perpetuando lo que sus críticos consideran un discurso antisemita.
Recientemente, a Trump se le preguntó sobre las críticas demócratas contra Netanyahu por su manejo de la guerra en Gaza mientras las muertes de civiles siguen acumulándose. El candidato republicado respondió: “Cualquier persona judía que vote por los demócratas odia su religión”.
Las declaraciones de Trump provocaron una reacción inmediata de la Casa Blanca, del equipo de campaña del presidente Joe Biden y de líderes judíos estadounidenses.