Horas antes del conflicto, los mandatarios de JxC mantuvieron un Zoom. Creían que la Casa Rosada apostaba al diálogo. Los puentes. otra vez detonados.
Ignacio Torres había presentado una medida cautelar para suspender la quita del subsidio al transporte.
Los gobernadoresse preparan para la guerra total contra el presidente Javier Milei y su motosierra después del recorte a la coparticipación que recibió Chubut, que denunció el mandatario provincial Ignacio Torres (PRO)y que los sorprendió en momentos en que comenzaban a encaminar el diálogo con la Casa Rosada.
La decisión de recortar $13.500 millones a la provincia patagónica, argumentando parte del pago de un préstamo del Estado Nacional, terminó dándole forma a una apresurada liga transversal de gobernadores que salió a respaldar a su colega Torres, con una seguidilla de comunicados. Irónicamente, la rebelión del interior se desató horas después de un Zoom en el que mandatarios provinciales de Juntos por el Cambio (JxC) habían festejado el supuesto cambio de discurso de la Casa Rosada tras el fracaso del proyecto de ley ómnibus.
"Fue una reunión positiva en el marco del diálogo que estamos recuperando con el Gobierno", había remarcado un mandatario radical poco después de finalizado el encuentro virtual en la tarde del viernes. Cuatro horas después, el panorama cambió. "Milei va a tener que empezar a ser un poco más flexible, porque de lo contrario va a ser todo muy complicado", recalculó el mismo gobernador.
Del encuentro participaron Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Carlos Sadir (Jujuy), Leandro Zdero (Chaco), Gustavo Valdés (Corrientes), Jorge Macri (CABA), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Alfredo Cornejo (Mendoza), además de Torres.
El antecedente que destacaban era la visita de Guillermo Francos a Salta, donde se reunió con un puñado de gobernadores. Parecía que el ministro del Interior volvía a tener espalda para recomponer la relación de la Nación con las provincias. El mismo funcionario fue quien salió al cruce de Torres, quien advirtió con cortar el suministro de petróleo y gas. "Podrá amenazar y concretar su amenaza, pero tiene que someterse a la ley", lanzó Francos este sábado. Y agregó: "Será responsable de sus actos".
Milei, al dejarlos otra vez en offside, abroqueló a los gobernadores, quienes por videoconferencia habían bajado un mensaje de tolerancia para Balcarce 50. Sin embargo, estaba madurando una nueva contraofensiva contra el Gobierno. "Si el miércoles no hay fondos, no hay petróleo", bramó Torres. "Que manden la Gendarmería y me metan preso; no me importa", llegó a decir el chubutense.
Titular del partido al que pertenece Torres y ministra de Seguridad, Patricia Bullrich eligió bando: se puso del lado de su nuevo jefe, Milei. "Ningún miembro del PRO puede estar de acuerdo ni validar la amenaza de confiscar propiedad privada. No sólo es obsceno hacer esa amenaza, sino que son afirmaciones que ahuyentan inversiones", escribió la excandidata presidencial de JxC en su cuenta de Twitter.
En el oficialismo están convencidos de que obraron de acuerdo a lo que establece la ley. "No hubo nada ilegal en lo que sucedió. Fue una cuota de una deuda que debía pagar Chubut como las otras diez provincias que están en esa situación", remarcó un ministro al tanto de los pormenores del entramado.
El ministro de Economía, Toto Caputo, mostró el acuerdo original y señaló que la deuda de Chubut asciende a los $100.000 millones. Inmediatamente Milei se sumó a la ofensiva en la que cargó contra Torres al acusarlo de ser un empleado del exjefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta.
Milei, que acusó de chavista a Torres, se encargó de incluir en su ofensiva al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, alguien con quien desde el día uno de su gestión tuvo una buena sintonía. Dentro de JxC tomaron esa mención como un tiro por elevación al expresidente Mauricio Macri, primo del alcalde.
Macri se mantuvo en silencio. Al cierre de esta nota no había dado su opinión sobre la polémica. El enfrentamiento de Milei con Torres sucede en momentos en los que Macri busca abroquelar a todo el PRO dentro de su afán por volver a conducir el partido.
La avanzada de la Casa Rosada sobre los fondos de Chubut, que se terminará de dirimir en la Justicia a menos que se abra una instancia de diálogo, sigue sin ser entendida por los gobernadores. En los primeros diálogos entre ellos, para elaborar el comunicado en defensa de Torres, la explicación que más les cierra es que Milei busca dejar a toda la oposición pegada al kirchnerismo, al igual que hizo ante el regreso del proyecto de la ley ómnibus a comisión.
El comunicado de la Oficina de la Presidencia, en el que los acusó de "chavistas", potenció esa idea. "Vamos a ir a fondo", vaticinó un gobernador del PRO visiblemente enojado por el ataque de la Casa Rosada.
Como contó Letra P, el Gobierno busca evitar tener que negociar en el Congreso, gobernar por decreto y esperar que los gobernadores lleguen "arrastrados" a pedir negociar un nuevo pacto fiscal. La chispa que saltó en Chubut se esparció por el resto del país.