Juntos por el Cambio volvió a mostrar este viernes, a partir de la decisión del presidente Alberto Fernández de no buscar la reelección, las diferencias de tonos y estrategias que distinguen a sus principales tribus y a sus figuras centrales. Mientras el ala más dura de la coalición, que tiene como referencias a la titular en licencia del PRO, Patricia Bullrich, y a la dirigencia radical del “Grupo Malbec”, acordaron bajarle el precio a la noticia en base al “nulo poder" que le adjudican al mandatario dentro del Frente de Todos (FdT), en el sector paloma, que encabeza el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, la preocupación se centró en quién representará al oficialismo en las elecciones presidenciales.
Para los halcones, el renunciamiento de Fernández no cambia sus planes de campaña. Están convencidos de que la discusión con el oficialismo es con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y, por esa razón, Bullrich evitó salir al cruce. “Ya ni era presidente. Ni vamos a declarar nada. Al vacío se lo vacía”, sostuvo ante Letra P uno de los principales armadores de la exministra de Seguridad.
En el mismo sentido se expresó el senador por Mendoza y candidato a gobernador por esa provincia, Alfredo Cornejo, el mejor socio de Bullrich en la UCR. Lejos de enmarcarlo en una cuestión partidaria, las críticas del miembro de la Cámara alta fueron hacia "el Gobierno”. Cada palabra en el espacio halcón se mide al detalle, al punto de que Bullrich y Cornejo acordar la estrategia.
Una y otro trabajan con un horizonte alentado por sondeos de opinión que les señalan la posibilidad de competir con el espacio libertario del economista Javier Milei en una eventual segunda vuelta. El expresidente Mauricio Macri expuso esa hipótesis la semana pasada, durante su exposición en la Sociedad Rural, donde planteó la necesidad de avanzar hacia un acuerdo en el Congreso para la aprobación de diferentes reformas.
Del otro lado de la grieta interna, en el sector paloma de la alianza, la salida de Fernández de la ecuación electoral plantea una incógnita y una preocupación: qué nombres llevará la boleta del Frente de Todos. Al conocer la noticia del renunciamiento, cerca de Larreta una de las primeras observaciones pasó por la evaluación de las debilidades y fortalezas de las otras figuras de FdT que ya están lanzadas.
“No nos cambia en nada el panorama”, sostuvo uno de los principales armadores del jefe de Gobierno. Sin embargo, desde hace tiempo tienen identificado al embajador en Brasil, Daniel Scioli, como el candidato con el que podría chocarse Larreta en la avenida del centro. Con todo, sostienen que "no dejaría de ser el representante de un gobierno cayendo en picada".
Como consecuencia de ese cálculo, Larreta salió con los tapones de punta contra el Gobierno. “Es una muestra más del fracaso de este gobierno, de todo el kirchnerismo y de Cristina Kirchner”, diojo el jefe de Gobierno en Rosario, durante una recorrida de campaña que seguirá por las localidades cordobesas de Río Cuarto y Río Tercero. Incluso, al ser consultado sobre las implicancias del renunciamiento, sostuvo: “Peor de lo que estamos no podemos estar”.
En la misma sintonía estuvo el gobernador de Jujuy y titular del radicalismo, Gerardo Morales, cuando sostuvo que en el oficialismo no hay “liderazgo ni carácter” para gobernar.