Monótono, el jefe de Gabinete evitó cruces fuertes con la oposición. Acceso a la información y devaluación, los temas. Los disturbios afuera aceleraron el final.
Guillermo Francos, jefe de Gabinete.
Guillermo Francos, jefe de Gabinete.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, brindó este jueves su primer informe de gestión en la Cámara de Diputados, donde durante cinco horas dominó el recinto con su estilo monótono y su habilidad para evitar cruces, si es necesario, ganando los duelos por aburrimiento. La restricción al acceso a información pública fue la queja más repetida.
Todo terminó abruptamente, cuando Unión por la Patria tenía que tomar la palabra y vació la sesión en rechazo a la represión policial en las afueras del Congreso.
Los efectivos enviados por Patricia Bullrich atacaron a quienes se manifestaban contra el veto de Javier Milei a la reforma previsional, respaldados por agrupaciones de izquierda. La mayor tensión se inició pasadas las 16, cuando la Policía atacó con palos y gases lacrimógenos, mientras se realizaba un cuarto intermedio y llegaba luego el turno de las últimas preguntas por bloque.
Martín Menem había dejado para ese momento las exposiciones del PRO y a Unión por la Patria (UP), la fuerza con mayor cantidad de consultas. Pero el peronismo y la izquierda se aliaron para pedir suspender la sesión.
“Había un cordón de gendarmería. Luego se acercó la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria) y luego vino la Policía Federal que acaba de gasear a tres personas delante mío. Yo no quiero bloquear esto. Creo que Bullrich es la que quiere”, irrumpió en el recinto Viviani Basi, del Frente de Izquierda.
Cuando Menem quería continuar, y lo cruzó el jefe de UP, Germán Martínez. “Ni siquiera hay un comando unificado”, cuestionó el operativo. Basi volvió a reclamar la suspensión y el santafesino la respaldó “Está el jefe de Gabinete. Que llame a Bullrich”, sugirió y se ganó los abucheos libertarios.
Menem se negó a pedir un nuevo cuarto intermedio y UP y la izquierda abandonaron sus bancas. Como les tocaba hablar a los primeros, la sesión terminó antes de tiempo y deslució un informe que Francos había logrado controlar.
El jefe de Gabinete se presentó a las 11.30 y leyó un informe durante una hora, al pie de la letra y sin levantar la voz. De a ratos era imposible escucharlo en el recinto y desde todos los rincones le pedían que hablara más fuerte. Su tono bajo desalentó la confrontación, permitió que la oposición se distrajera y que por momentos casi nadie le prestara atención. Menem tuvo que pedir silencio.
El jefe de Gabinete cuestionó la herencia recibida, destacó la sanción de la ley Bases -con especial hincapié en el Registro de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI)-, las desregulaciones del DNU 70/23, la baja del déficit fiscal, la reducción de la inflación y el traspaso de obra pública a las provincias.
El bloque libertario, ya sin Lourdes Arrieta, aplaudió las menciones de Francos al Plan Bandera de Bullrich y al plan de alfabetización de Sandra Pettovello. En UP no hubo abucheos para contrarrestar, en un clima muy diferente a las visitas de Marcos Peña durante el Gobierno de Mauricio Macri.
Francos cerró su discurso con la defensa al veto de Milei a la reforma previsional. “La sanción del proyecto de ley que establece modificaciones al régimen de movilidad previsional no parece un acto maduro y responsable: se establecen gastos exorbitantes sin su correspondiente partida presupuestaria”, culminó su presentación el jefe de Gabinete, ante aplausos libertarios y el ninguneo opositor.
En la ronda de respuestas, Francos no cambió el estilo. Las leyó de a una y rara vez levantó la cabeza para afirmar un concepto. El debate por las jubilaciones volvió cuando el radical Martín Tetaz le consultó sobre la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados, que el funcionario negó.
"De diciembre a agosto subieron las jubilaciones un 113% y la inflación fue de 94%. La mejora fue del 9,7%", dijo Francos. ¡Te estás olvidando de diciembre!", gritó Tetaz.
El único momento en que precisó levantar la cabeza fue cuando aclaró el alcance del decreto que limitó la ley de acceso a la información pública, criticado por toda la oposición, incluido el PRO. Las voces más fuertes para el rechazo fueron las de Miguel Pichetto (Encuentro Federal) y Karina Banfi (UCR), quien le pidió sin vueltas derogar esta medida cuánto antes.
"No hay ningún ánimo de restringir este derecho constitucional. Le voy a transmitir esas inquietudes al Presidente y veremos si tenemos necesidad de modificar el decreto", prometió. Aclaró que también debe haber responsabilidad en el pedido de datos. A Milei no le agradaron las consultas sobre su vida en la Quinta de Olivos.
El debate económico no trajo grandes títulos, pero sí ratificaciones, como la decisión de Milei de no devaluar la moneda por encima del 2% mensual. “La expectativa para los meses que restan del año es una compresión de la brecha cambiaria y una baja de la tasa de inflación", vaticinó.
Fue inevitable que Rodrigo De Loredo, jefe de la UCR, le consultara si siguen sus planes volar el Banco Central y dolarizar o si sólo se trató de un eslogan de campaña. “Lo vamos a intentar de verdad, solamente hay que contemplar las restricciones financieras que existen en este momento y que seguramente la situación futura irá diciendo cuándo va a existir la convergencia, cuándo se va a poder terminar con el cepo, cuándo el crowning debt pueda disminuir", se esperanzó.
Con sobrada experiencia legislativa, Francos demostró oficio para salir de la tangente ante preguntas capciosas. Por caso, relativizó la declaración del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, sobre la negación a la autopercepción sexual. "Fueron enunciaciones de preceptos que no pudieron ser concatenados", leyó, con media sonrisa.
Tampoco se prendió en la discusión sobre si los periodistas deberían presentar declaraciones juradas. "La ley establece algunas excepciones", se apartó. Sobre el aumento de los fondos reservados de la SIDE fue escueto. "Es una suma razonable para montar un sistema de inteligencia".
Francos desconoció una supuesta negociación en el Senado para ampliar los integrantes de la Corte Suprema a cambio de conseguir los votos para el pliego de Ariel Lijo a integrar el máximo Tribunal. Sólo admitió un proyecto del Gobierno para una desburocratización de la justicia", que se presentará en el Congreso".
El final fue con preguntas del jefe del PRO, Cristian Ritondo, quien reclamó por la ley de acceso a la información pública, que Francos prometió corregir. También hizo reclamos por el aumento de penas por bloqueo de empresas, la ley de hidrógeno verde y la falta de reglamentación de la pubertad precoz. Francos prometió tenerlo en cuenta.