Lourdes Arrietapresenció la primera sesión con su monobloque con el pie izquierdo: Martín Menem le quitó su banca y la trasladó al fondo del recinto, junto a los tres miembros del MID, el bloque del exlibertario Oscar Zago. Su nueva butaca fue ocupada hasta la última sesión por el rionegrino Sergio Capozzi, del PRO, quien tuvo que mudarse.
El cambio de lugares se dio en la sesión informativa de Guillermo Francos. En su carta de renuncia Arrieta le había pedido a Menem mantener su lugar, pero no lo logró. Su banca original estuvo ocupada por Alida Ferreyra, una de las seis integrantes de LLA que estuvo en Ezeiza para entrevistarse con represores, el pasado 11 de agosto. La mendocina formó parte de la comitiva, pero luego se arrepintió y denunció al riojano de no protegerla.
En su breve intercambio con la prensa, que hizo antes de abandonar el bloque, Arrieta dijo que quería armar un interbloque Zago, quien nunca respondió a su propuesta. El viernes, el exjefe del bloque LLA fue a la Casa Rosada junto a la comitiva del PRO, con quien negocia una fusión.
Preocupado, el presidente Javier Milei quiere aliar a estas fuerzas con el oficialismo, pero por ahora son sólo conversaciones. Arrieta no está en sus planes, pero tiene mandato hasta 2027 y su voto será requerido.
La interna que soporta Martín Menem
Otra curiosidad fue que Guillermo Montenegro, otro diputado libertario que fue a Ezeiza y organizó la visita junto a Beltrán Benedit, estuvo un largo rato hablando con Zago, en la banca que ocupa Eduardo Falcone, del MID. Arrieta estaba a dos bancas de distancia, separada por María Cecilia Ibáñez, la otra figura del bloque zaguista.
La otra novela del bloque LLA es la disputa irreconciliable que mantienen Marcela Pagano y Lilia Lemoine, quienes se mantienen a poca distancia y evitan mirarse. La periodista llegó con la sesión empezada y se ubicó a media altura del hemiciclo, con salida al pasillo. Se mantuvo al lado de Rocío Bonacci, la otra arrepentida del viaje a Ezeiza.
Lemoine se mantiene en la primera fila, a metros del jefe de Gabinete, una de las bancas privilegiadas que permite ganarse las cámaras. A su lado se ubicó la cordobesa Celeste Ponce, quien siempre está junto a la cosplay. Ambas son mencionada como las únicas figuras del bloque que pueden hablar con Javier Milei sin intermediarios.
La bancada oficialista se mantuvo por demás tranquila durante la monótona presentación de Francos. Sólo hubo aplausos cuando el jefe de Gabinete se refirió a la seguridad, el narcotráfico y la educación.