LA CORTE DE MILEI

Grieta en UP: el kirchnerismo prepara una sesión para voltear los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla

Quiere convocarla para la semana que viene. De 34 miembros del bloque, 20 votarían el rechazo. Necesitan dialoguistas para llegar. El debate que viene.

Las conversaciones en la cámara alta se aceleraron luego de la fallida licencia de Lijo, que ni siquiera fue avalada por García-Mansilla. Para el kirchnerismo fue una maniobra de Javier Milei, digitada por Santiago Caputo: "Querían a su candidato y borrar al que podía tener consenso. No se la vamos a permitir", repitió una autoridad de UP en el Senado.

El pliego de Lijo tuvo dictamen de comisión de Acuerdos, pero no los dos tercios para ser aprobado. García-Mansilla ni siquiera logró las firmas para el despacho, pero sí tuvo el beneplácito del triunvirato de la Corte para jurar.

Para no exponer esa división, el sector ligado a Cristina Fernández de Kirchner demoró la decisión de buscar una sesión para rechazar los pliegos hasta este jueves, cuando naufragó la licencia sin goce que pedía Lijo y consideraron que era momento de hacer las cuentas.

El kirchnerismo, al frente contra Ariel Lijo

De los 34 miembros de UP en el Senado, no más de 20 quieren votar en contra el pliego de Lijo si llega al recinto. El grupo lo lidera la kirchnerista Juliana Di Tulio. García-Mansilla no tiene adeptos en el peronismo. Son necesarios 25 votos para el rechazo formal de un pliego, un tercio del recinto. El plan del sector K es sumar a quienes hasta se expresaron en contra del juez federal, que no son tantos.

La lista la integran Carolina Losada y Pablo Blanco (UCR); Francisco Paoltroni (exlibertario) y el bloque PRO, que de todas maneras no está claro si podría sumarse a una maniobra impulsada por el kirchnerismo. Para no ponerlos en ese apriete, Di Tullio esperaría que la sesión sea citada por al menos cinco opositores que no sean de su bloque. Es una de las negociaciones más duras por estas horas.

Tal vez lo más difícil sea garantizar 37 votos para que haya cuórum. Di Tulio necesitará para eso a casi toda la tropa de UP, dónde aseguran que no habrá ruptura. "En la última reunión de bloque se acordó que la división por este tema no iba a rompernos. El problema es que ningún gobernador quiere votar en contra de un juez federal", explicaron. De haber sesión, la foto del bloque será parecida a la votación que suspendió las PASO. Lijo mirará con lupa el tablero, porque hasta hace un mes estaba seguro de tener los dos tercios del Senado, con apoyo mayoritario del peronismo. CFK se impuso: exigió a cambio negociar la otra vacante de la Corte y nadie del Gobierno la llamó.

Sin dictamen, para tratar el pliego de García-Mansilla se requieren dos tercios del recinto, una mayoría muy difícil de alcanzar. Para evitar esa situación, el kirchnerismo quiere firmar un despacho de rechazo, llevarlo al recinto y ahí sí hacer valer un tercio para su eliminación definitiva. Está juntando las firmas.

Villarruel maneja los tiempos

El destino de los pliegos de la Corte Suprema, al menos en el corto plazo, está en manos de Victoria Villarruel. Si recibe un pedido de sesión, según acostumbra, la vice definirá cuándo abre el recinto. Así actúa desde que ocupa la titularidad del Senado, haciendo uso de los vacíos reglamentarios.

El año pasado, Villarruel resistió citaciones a sesión por cuestiones referidas a las dietas legislativas o al DNU 70/23. Las convocó cuando quiso. Siempre ignoró las fechas dispuestas en los pedidos. La vicepresidenta tiene motivo para mantener esa conducta: es detractora de Lijo, a quien le reprocha haber beneficiado al montonero Roberto Perdía en la causa por el asesinato del sindicalista José Ignacio Rucci.

En el Gobierno dejaron trascender que no retirarán los pliegos, una salida que tienen para evitar que sean rechazados en el recinto del Senado. La lectura de UP es que si eso ocurre, García-Mansilla debería renunciar al máximo tribunal, donde Milei lo nombró por decreto hasta el 30 de noviembre.

En el oficialismo creen que la salida del académico sólo puede ser dispuesta por juicio político. Lijo, mientras tanto, confirmó a través de sus voceros que no renunciará al juzgado y que, por lo tanto, no podrá asumir en la Corte, a no ser que el Senado avale su pliego. No parece un escenario probable.

Javier Milei se prepara para negociar durante el verano los pliego de Lijo y García-Masilla
Javier Milei. 

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