La grieta no se va: los mandatarios no quieren quedar pegados al kirchnerismo. El encuentro se hará, pero convocado por ellos. Foto y poroteo en el Congreso.
Los gobernadores de Juntos por el Cambio y el peronismo no kirchnerista rechazarán cualquier convocatoria que venga de parte de Axel Kicillof.
Mientras se preparan para un enfrentamiento por fondos con el presidente Javier Milei, los gobernadores de Juntos por el Cambio (JxC) más sus pares del peronismo no kirchnerista le esquivan a cualquier encuentro convocado por Axel Kicillof: no quieren quedar pegados a su par bonaerense y plancharon una mega cumbre para la semana que viene.
La decisión de los gobernadores, principalmente los de JxC, se tomó después de que Kicillof hablara el lunes por la tarde sobre un encuentro "con mandatarios de todos los signos políticos". El anuncio a una reunión que no estaba en agenda de los demás fue tomado por las figuras de la coalición opositora como una jugada del exministro de Economía para erigirse como figura central del reclamo a la Casa Rosada.
"La reunión de los 24 es una posibilidad, pero ni por asomo porque la convoque Kicillof", le dijo a Letra P un gobernador de la UCR. "Sobre mi cadáver vamos a ir detrás suyo", agregó un mandatario del PRO. "Ni loco voy a aparecer a un cónclave que organiza él", remarcó uno del peronismo no kirchnerista.
El reclamo que Kicillof lleva a la Justicia por el corte al Fondo de Fortalecimiento Fiscal también genera rispideces entre el bonaerense y sus pares de JxC. Es dinero que el expresidente Alberto Fernández le quitó a la Ciudad en 2020 en plena pandemia de coronavirus cuando Horacio Rodríguez Larreta era jefe de Gobierno y que la Corte Suprema le ordenó restituir a fines de 2022. Esa cautelar del máximo tribunal tampoco es ahora respetada por Milei. A eso se le suma, de acuerdo a la visión de los gobernadores, que la provincia de Buenos Aires fue la que más fondos discrecionales recibió durante los cuatro años de la administración del Frente de Todos.
Los mandatarios de JxC están convencidos de que tienen que dar una muestra de unidad con sus pares ante los embates de la Casa Rosada. Por eso es que se preparan para una reunión conjunta, con una foto que muestre potencia política del federalismo. Más aún cuando, según su poroteo, tienen el número suficiente en el Congreso para aprobar cualquier proyecto de ley y, al contar con dos tercios de ambas cámaras, evitar el veto presidencial.
Tanto en el PRO como en la UCR están convencidos de que Milei debe bajar el tono de la discusión para "dejarse ayudar". Más aún cuando JxC busca reconstruir su identidad como un espacio opositor diferenciándose del kirchnerismo.
Los gobernadores intentan hacer movimientos quirúrgicos, sobre todo aquellos que gobiernan provincias donde La Libertad Avanza fue la fuerza más votada en las elecciones generales y en el ballotage. Por eso es que, dentro de la construcción de su identidad, además deben evitar que la Casa Rosada fracture los bloques del PRO y de la UCR, en especial el del macrismo que comenzó a crujir luego de la carta de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.