El exsecretario de Transporte confirmó que construirá para La Libertad Avanza en Córdoba. El lanzamiento de la SUBE, el escenario. El PJ, de testigo.
Franco Mogetta, el armador de LLA en Córdoba, en el lanzamiento de la SUBE. Atrás, Passerini y gabinete municipal.
En un anuncio de la tarjeta SUBE en la ciudad de Córdoba, el secretario de Transporte de la Nación en salida, Franco Mogetta, y con el PJ como tribuna, confirmó su lanzamiento como armador de La Libertad Avanza en representación del presidente Javier Milei.
El escenario que lo puso como uno de los protagonistas de la jornada no es poco relevante: la Municipalidad de Córdoba. El contexto, mucho menos. Estuvo acompañado por el intendente Daniel Passerini, su equipo de gobierno y funcionarios provinciales para el anuncio de “un hecho histórico”: la implementación del Sistema Único de Boleto Electrónico en la ciudad mediterránea.
Mogetta, quien fuera funcionario provincial durante las dos gobernaciones de Juan Schiaretti y que, a finales de este mes deja su cargo en la Secretaría de Transporte, confirmó el "mandato" de Milei para fortalecer a las fuerzas del cielo de la provincia.
En rueda de prensa profundizó lo que ya había adelantado en pleno acto institucional. Acompañado por Passerini, Mogetta dijo: “Vamos a trabajar para poder consolidar el modelo de orden económico que viene llevando adelante el gobierno nacional y me han encomendado la misión de trabajar en el territorio, para mejorar la vida a la gente y conocer sus necesidades, trasladarlas al espacio y al Congreso”.
Con candidatura sin confirmar, el funcionario señaló que “eso se va a definir más adelante y no es algo que defina yo” aunque manifestó, carente de entusiasmo, una leve intención de representar a Córdoba en el Congreso: “No tengo ningún problema”.
El interrogante continúa siendo cómo será la convivencia con el el jefe de la bancada oficialista en la Cámara de Diputados y armador oficial, Gabriel Bornoroni.
Durante el evento, celebrado este viernes en el Palacio 6 de Julio, como se conoce al edificio municipal, tras las palabras de apertura del intendente Passerini, el neolibertario Mogetta, tomó la posta.
Celebró el anuncio de la implementación de la tarjeta SUBE en la ciudad de Córdoba -con esperanza futura de expansión hacia el resto de la provincia- como un “hecho histórico”, aunque se excusó de sonar grandilocuente.
El funcionario, con las horas contadas en la Secretaría de Transporte de la Nación y con su desplazamiento ya anunciado hace días, señaló que la puesta en marcha de este sistema de boleto es un “acto de justicia” de un reclamo histórico de la provincia y la capital. La SUBE ya funciona en más de 60 ciudades del país.
Mogetta apuntó a los partidos políticos que, desde 1996 en épocas de campaña, ofrecían la implementación que nunca se concretaba. Ahora, La Libertad Avanza se lleva el mérito.
“Haber eliminado el Fondo Compensador tiene que ver con un acto de justicia de no intervenir más en los sistemas locales porque para acceder a esos fondos del Estado nacional exigían muchísimas condiciones que tenían que ver con la administración del propio sistema, no así la SUBE”, se excusó en un tema polémico.
Sin obviar el “reordenamiento” y el “ahorro” que hace el gobierno nacional con la quita de subsidios para destinar a los sectores que lo necesitan, puso relevancia en que ésta es una herramienta que permitirá a los usuarios acceder a beneficios como la tarifa social y múltiples opciones de pago.
El intendente de la ciudad de Córdoba, representante del cordobesismo en la capital, fue el principal orador del evento de anuncio de la SUBE.
Crítico de las políticas libertarias de recorte de subsidios al transporte del interior, entre otras, ofició de anfitrión del expejotista y neolibertario, Mogetta, acompañado por el viceintendente, Javier Pretto y funcionarios municipales y provinciales.
No son días fáciles para el mandatario local. Entre el reordenamiento de su gabinete de gobierno; asambleas, protestas y demandas por mejoras salariales por parte del Sindicato Único de Empleados Municipales (Suoem); y la visita de un representante de la gestión opositora que -además, enarboló los méritos por el anuncio- mostraron a un Passerini visiblemente alejado de la comodidad.