La canciller Diana Mondino resultó una de las figuras más difíciles de sumar al proyecto cuando el presidente Javier Milei decidió competir por la Casa Rosada. Con una amplía experiencia en el sector privado y académico, que le valió integrar el directorio de algunas de las empresas más importantes del país, como Loma Negra, la economista quería tener en claro que su decisión de ingresar al barro de la política iba a tener límites claros. Esa forma de calcular cada uno de sus pasos se trasladó a la función pública en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
Apodada "La locomotora" por el personal de carrera de la Cancillería, Mondino permanece largas horas en su despacho en el que incluso se la llegó a ver almorzando en medio de una entrevista con un medio italiano. La titular del Palacio de San Martín mantiene un estricto control de todas las áreas, pero sin dejar de escuchar. A sus oídos llegaron las historias sobre las gestiones del kirchnerismo, las denuncias sobre maltratos y las "humillaciones" de parte de La Cámpora como "colonizar todas las oficinas del piso 14" reservadas para las autoridades de mayor rango.
Mondino es una estudiosa de cada aspecto de su vida. Un ejemplo que cuenta una y otra vez en las filas de la Libertad Avanza es cómo la economista aprendió a usar Twitter. Cuando ella, en 2019, identificó que era necesario para sus intereses tener presencia en esa red social, comenzó a estudiar las formas de comunicación propias. Fueron al menos tres meses en donde buscó patrones entre las cuentas con más interacciones. Cuando se lanzó al mundo del pajarito, tuvo un crecimiento exponencial. A veces, su forma de ser le trae dolores de cabeza, como el meme que publicó para defender al militante libertario golpeado a traición durante las jornadas en las que se debatió la ley ómnibus en particular.
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Eso lo complementó con su perfil mediático. Poco a poco se convirtió en una de las primera voces que criticaba abiertamente el manejo de la economía de Alberto Fernández. Mondino impone sus decisiones, pero con un tono ameno y conciliador. “Es como cuando tu abuela te reta o te obliga a hacer algo”, recordó uno de los miembros de LLA de la primera hora.
Un cuento chino
Su desembarco en la gestión tuvo su prueba de fuego, al menos por ahora, con la tensión diplomática con China como consecuencia de presuntos acercamientos con Taiwán. Cerca de la canciller remarcan que tiene una relación personal con la encargada de negocios de ese país en la Argentina, Florencia Hsie, pero que nunca se reunió con ella desde la victoria de Milei en el ballotage. Agregan que lideró las críticas hacia el diputado provincial Agustín Romo, que aceptó 300 pan dulces de parte de ese Estado.
Mientras Mondino buscó acercar posiciones con China -mantuvo un encuentro con el embajador de ese país-, comenzó con la búsqueda para saber quién había sido el responsable de difundir el rumor de un encuentro con la representante de Taiwán que podría haber puesto en jaque a buena parte del comercio exterior argentino. Ese 26 de diciembre, fecha en la que habría sucedido el encuentro con Hsie, hubo al menos dos funcionarios que estuvieron todo el día con la canciller. Ambos negaron los trascendidos que generaron ruido diplomático.
La rigurosidad con la que Mondino se mueve dentro de cancillería contrasta con su buen humor y su predisposición a hacer comentarios que generen risas. "Es full cordobesa", le contó a Letra P un diplomático de carrera. "Hace chistes, es graciosa, pero también picante", agregó otro funcionario con varios años dentro de la gestión pública. Con un perfil bajo, en comparación con el resto de sus compañeros de Gabinete, la encargada de llevar adelante las relaciones diplomáticas ya tuvo su primer enfrentamiento con el expresidente Mauricio Macri cuando el expresidente intentó poner en su lugar a Federico Pinedo.
En el macrismo negaron esa posibilidad, pero el exsenador mantuvo un perfil de canciller blue que encendió las alarmas en la Casa Rosada. La respuesta de Mondino fue aumentar la intensidad de su agenda con el objetivo de empezar a mostrar resultados en materia de acuerdos comerciales.
Mondino no pudo frenar el avance de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en la designación del exdiputado Francisco Sánchez como secretario de Culto. La llegada del neuquino generó ruido, sobre todo, con el papa Francisco, como consecuencia de sus duras opiniones hacia el Sumo Pontífice.
