Al renunciar a ser parte del grupo de países que integran los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), la Argentina de Javier Milei se separa políticamente del bloque que es el contrapeso de las potencias occidentales del G7: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, más la Unión Europea (UE); y toma distancia de otras naciones con las que podría cerrar acuerdos comerciales más viables y redituables.
Ese alineamiento internacional va a contramano de la estrategia de la mayoría de los países emergentes en el contexto de multipolaridad. Mientras que la Argentina se autoexcluyó de los BRICS ampliados; entraron como miembros plenos: Egipto, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Etiopía e Irán; y hay otros 30 en lista de espera.
Con la decisión de no integrar el bloque; la canciller Diana Mondino renunció a una fuente de financiamiento barato y posible que ofrecía el Banco de los Brics+. También priva al país de incrementar el volumen de comercio en yuanes; una forma clara de escapar a la restricción asfixiante de dólares. Expertos coinciden en que el dólar está en una retirada lenta de supremacía global, aunque todavía es utilizado en el 70% del comercio internacional.
Un capricho ideológico
“Fue una decisión práctica del presidente Javier Milei, el objetivo de BRICS es de comercio con países con los que ya tenemos acuerdos, tenemos que simplificar y usar bien el tiempo para trabajar en los problemas de la gente”, dijo Mondino y agregó: “Nuestra alianza es con las democracias liberales del mundo, Israel, Inglaterra, Canadá, Nueva Zelanda, estados Unidos, Europa”.
Milei Mondino
Javier Milei y la canciller Diana Mondino
Juntos, los cinco países del BRICS representan más del 41% de la población mundial, el 28,2% del territorio mundial, el 26% del PIB y el 16% del comercio mundial. Contribuyen con el 17% de las exportaciones y el 14% de las importaciones mundiales de bienes.
Desde el punto de vista geopolítico, la autoexclusión de los BRICS+ deterioró aún más la relación con Brasil, el aliado estratégico y socio comercial principal y primer destino exportador de bienes industriales. El presidente Luiz Inacio Lula Da Silva fue el impulsor del ingreso de la Argentina al bloque. En igual plano de desprecio quedó el presidente chino Xi Jinping.
Oportunidad desperdiciada
Consultado por Letra P, Federico Vaccarezza, magister en Relaciones Comerciales Internacionales afirmó: “La renuncia a los BRICS+ puede ser contraproducente, si el vacío que deja la distancia del bloque no se compensa con un estrechamiento y apoyo del otro bloque, el occidental. Es una estrategia de un riesgo muy alto, sobre todo, por la pérdida de oportunidades”.
“La globalización de tipo hegemónica liberal y anglosajona se ha terminado y una nueva disputa por el poder mundial está en marcha. El gobierno de Milei tomó la decisión de alinearse con el bloque desarrollado y está asumiendo los costos”.
Por su parte, el ex canciller Santiago Cafiero opinó que "renunciar a los BRICS es romper la tradición integracionista de la Argentina por prejuicios ideológicos y sin beneficio alguno". El actual diputado también argumentó que "en un mundo multipolar, ser parte significa sumarse a un grupo de países claves para el desarrollo económico que representan un PBI mayor al del G7".
“Es una decisión arbitraria, renunciar sin siquiera haber entrado desmejora las relaciones comerciales con el resto del mundo y las posibilidades reales de crecimiento y de equilibrar los saldos de la balanza de pagos”, dijo a Letra P la economista Lucila Ostropolsky, integrante de Paridad en la Macro. “Los BRICS disputan la injerencia del G7, en busca de relaciones comerciales y políticas más equitativas y multipolares”, agregó.
Cuidar la alianza con Brasil
“Hay que cuidar la relación con Brasil. Con China e India tenemos relación comercial, pero con Brasil es una alianza estratégica, incluso más allá del Mercosur. Brasil tiene inversiones en la Argentina, hay turismo brasileño y la posibilidad de una agenda común en el mundo”, dijo Marcelo Elizondo, especialista en negocios y ex titular de la Fundación Export.Ar.
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El economista internacional aseguró que “Brasil quería que la Argentina estuviera en los BRICS+, porque el otro interesado es Venezuela, país al que no quería dentro del bloque" y lamentó: "Argentina ha maltratado la relación comercial con Brasil durante años”.
“A la Argentina no le cierra ninguna puerta no entrar en los BRICS+, no le genera pérdidas económicas mayores. Los BRICS son un acuerdo político”, planteó y profundizó: “Sí, marca una separación geopolítica con ese conjunto de países; y queda saber si el gobierno logra insertarse en el marco de las democracias capitalistas de mercado, un modelo más a la chilena, mexicana o peruana. Entonces lo que hubiera conseguido por el Banco de los Brics, con creces lo consigue en inversión por otro lado”.