La detención del senador de Provincias Unidas Edgardo Kueider en Paraguay provocó una conmoción en la cámara alta, donde el entrerriano recibió una protección de La Libertad Avanza (LLA) y un ataque de sus expares de Unión por la Patria, que presentaron un pedido de destitución. Su bloque también pidió investigarlo.
Kueider fue arrestado en Ciudad del Este, donde no pudo identificar el origen de 200 mil dólares que tenía en su poder. El dinero no estaba declarado y lo trasladaba en paquetes. Se quedará en la comisaría hasta la intervención de la Cancillería, que debe resolver su caso.
Recién por la tarde, Victoria Villarruel trató de despegarse del vínculo que entabló con el entrerriano desde hace un año y por el cual le cedió la presidencia de la comisión de Asuntos Constitucionales, que irónicamente es la que debería tratar un eventual pedido de desafuero. La vicepresidenta se mantuvo cauta y recién se expresó para responder a Cristina Fernández de Kirchner, quien recordó el viraje al oficialismo que hizo el senador este año.
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La bancada Provincias Unidas, que integra Kueider, se creó por gestión de Santiago Caputo, quien tiene al entrerriano como nexo en el Congreso. De hecho, no hubo un comunicado de LLA sobre el tema ni tampoco lo habrá. "No tenemos previsto decir nada", respondieron a este medio voceros de la bancada oficial. Tampoco se expresaron la UCR y del resto de los partidos provinciales, las fuerzas que el Gobierno busca unir en cada sesión. El PRO recién lo hizo por la noche.
LLA tiene motivos para preocuparse: con la salida de Kueider, se queda sin otro aliado, tras la licencia de Víctor Zimermann. Sin UP, el oficialismo sólo puede aspirar a tener el cuórum justo (37 votos), para lo que debe negociar con díscolos como Martín Lousteau. Conseguir leyes será una tarea imposible.
La rosca de Edgardo Kueider
En el Senado no hubo información oficial sobre la detención de Kueider y el tema pareció quemar en los despachos, porque el entrerriano supo tejer alianzas con todas las fuerzas. Sólo se informó que la dirección de Asuntos Jurídicos esperaba cualquier documentación desde la frontera para actuar.
Los voceros del entrerriano no respondieron los llamados. El presidente de su bloque, el senador Carlos Espínola, difundió un comunicado recién por la tarde, con Kueider incomunicado, en el que pareció soltarle la mano. "Reafirmamos nuestra firme voluntad a favor de que la justicia investigue los hechos hasta el esclarecimiento", señaló. Agregaron que "todos los funcionarios públicos" están "obligados a someternos a la justicia cuando lo requiera".
Casi al mismo tiempo que el comunicado del bloque PU, Oscar Parrilli anunció un proyecto de Unión por la Patria para pedir la destitución de Kueider por inhabilidad moral. Hasta el cierre de esta nota, era el único proyecto presentado para echar al concordiense.
El senador detenido compartió con los miembros de UP la bancada del Frente de Todos entre 2019 y 2023. Luego se fue para armar Unidad Federal con Espínola y la cordobesa Alejandra Vigo, esposa del exgobernador Juan Schiaretti. La senadora tuvo que desmentir este miércoles que hubiera participado del mismo viaje que su compañero.
Los desafueros -pedidos por la justicia- requieren los dos tercios del recinto, una mayoría que no se puede alcanzar sin el voto de UP.
La peculiaridad de Kueider, es que desde hace un año el PJ le hizo la cruz y hasta hay un pedido de echarlo del partido en su provincia, luego de que votara la ley Bases con el Gobierno. El histórico padrino del senador es el exgobernador y diputado Gustavo Bordet, quien habló con él antes de aquella sesión para pedirle que no votara con el Gobierno. Luego no volvieron a comunicarse.
La bronca venía de antes: el PJ responsabiliza al Kueider por la derrota en octubre en Concordia, su pago chico que resultó clave para la victoria de Rogelio Frigerio, del PRO.
El senador sabía mantener los secretos. Los entrerrianos que circulan por el Congreso no supieron identificar l actividad profesional que le permitió reunir 200 mil dólares en efectivo. "Creo que estaba con algo de informática", respondieron.
De Villarruel a Caputo y el estigma Macri
Lo cierto es que este año Kueider fue un fiel aliado del oficialismo, con el único desliz de haber rechazado el mega-DNU 70, que de todos modos sigue vigente porque Diputados nunca lo trató. Desde la comisión de Asuntos Constitucionales, el senador respetó la agenda oficial, en contacto con Villarruel. Su conducta le valió una oferta en julio de Caputo para presidir la bicameral de fiscalización de organismos de inteligencia. Su postulación no tuvo consenso y el cargo recayó el radical Lousteau, en acuerdo con el Kirchnerismo.
La comisión tiene nada menos que la misión de supervisar el sistema de espionaje. Según explicó el mismo Kueider, Caputo lo contactó, como a tantos, para tener su voto en la ley Bases. Lo logró a cambio de cargos en la comisión mixta que controla la represa de Salto Grande, uno de los bastiones de poder del entrerriano.
Caputo, por esos días, buscaba amigos en el Senado para aislar a Villarruel y no perder carrera con Guillermo Francos, artífice de las negociaciones parlamentarias. Y no quería darle la bicameral a la vicepresidenta que proponía al macrista Martín Goerling. El vínculo entre Kueider y el asesor estrella dejó otra marca: fue uno de los 11 votos a favor del DNU que aumentaba en 100 mil millones de pesos los fondos reservados de la SIDE, finalmente derogado.
El idilio de Kueider con el oficialismo se materializó en el bloque Provincias Unidas, de sólo seis miembros. Lo integra junto a Espínola, con quien en febrero de 2023, Vigo, el aliado oficialista Juan Carlos Romero; la radical Elizabeth Terenzi (socia del gobernador de Chubut, Ignacio Torres) y la neuquina Lucila Crexell. Nunca votaron juntos.
El kirchnerismo nunca le perdonó a Kueider su partida en 2023, que paralizó el recinto ese año. Sus voceros difundieron bien temprano la información de su detención, mientras preparaban su pedido de destitución. Algunos experimentados legisladores tejían conjeturas: la principal es que la detención podría ser una interna de los servicios de inteligencia que apunta a desacreditar a Caputo, cuyo principal enemigo es Mauricio Macri. Las aduanas son territorios de influencias para los servicios secretos.
Desorientada, Villarruel, quien tomó café con Kueider más veces que cualquier peronista este año, respondió a las acusaciones de Cristina con la foto de la boleta del Frente de Todos de 2019, con el senador junto a Alberto Fernández y CFK. "Entró con su boleta y sigue siendo afiliado del partido que usted preside", le dijo la vice a su antecesora. "Desde el Senado somos respetuosos de las leyes y del orden institucional. La Justicia dirimirá responsabilidades", aclaró. La discusión se colará en la próxima sesión. Cómo sea.