El voto es secreto y también sagrado, por lo que las autoridades religiosas eluden pronunciamientos que se lean como un apoyo explícito a quienes se postulan para la Casa Rosada. Por eso, en vísperas de las elecciones 2023, las voces principales e institucionales de los credos evitan toda prédica política desde el púlpito de las iglesias, templos, sinagogas y mezquitas. No siempre lo logran. Hay gestos y palabras en los que subyace una intención de apoyo posible a Javier Milei, Sergio Massa o Patricia Bullrich en las urnas el 22-O.
Como lo contó Letra P, las ideas de la ultraderecha representadas por el candidato presidencial de La Libertad Avanza han logrado cautivar a la feligresía evangélica, aunque sin una base de sustento en las instituciones cristianas. La adhesión llega por la prédica individual de pastores que, en sus comunidades de fe, animan a votar por el libertario y rechazan la idea de que esa fuerza partidaria sea el infierno tan temido como alertan desde otras vertientes sociales.
En este sentido, la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera) ratificó que en esta instancia electoral no hay bendición institucional para ninguna fuerza partidaria, como tampoco la hubo en las PASO; y advirtió que nadie puede arrogarse la representación de ese entre 15% y 18% de quienes habitan el país y dicen profesar el evangelismo.
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En tanto, su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, arrastra más adeptos –puntualizó una fuente libertaria- entre personas de fe católica, de edad avanzada y con posiciones más conservadoras y negacionistas en materia de derechos humanos.
El judaísmo dividido por el libertario
Milei, quien como contó Letra P sueña con ser el primer presidente judío del país, divide las entrañas de las instituciones judaicas con sus formas religiosas de decir y hacer. Artistas e intelectuales de esa comunidad, por ejemplo, repudiaron "el uso político" que realiza del judaísmo, sus textos y sus símbolos; y han asegurado que la ética judía está "íntimamente vinculada con la noción de igualdad y justicia social y en las antípodas” del proyecto de país que propone el libertario.
Aunque la dirigencia comunitaria se mantiene equidistante de quienes se postulan a la presidencia, valoró que tanto Milei, Bullrich y Massa hayan expresado al unísono su repudio contra el ataque del grupo terrorista Hamás a objetivos israelíes asesinando a más de 1.300 personas, en su mayoría civiles.
Milei fue quien –según fuentes comunitarias consultadas por Letra P- sacó más rédito político de ese posicionamiento; recordando, además, que el referente de la LLA ya ha manifestado su decisión de alinearse con Israel y trasladar la embajada argentina de Jerusalén a Tel Aviv de llegar al poder.
Catolicismo ¿massista y antilibertario?
Hay una suerte de creencia popular acerca de que los obispos católicos no votan en las elecciones. Nada más lejos de la realidad; como toda persona nacida en este suelo tienen derecho y obligación de acudir a las urnas. Es por eso que, en la previa de cualquier instancia electoral, la jerarquía eclesiástica evita cualquier pronunciamiento que pueda interpretarse como un apoyo a tal o cual postulante.
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Las autoridades episcopales apelan a que sean sus organizaciones laicas las que animen a la ciudadanía católica a acudir a las urnas con la consigna “votá, tu voto vale”, sugiriendo sufragar por quienes levantan las banderas de la justicia social, por quienes no atacan al papa Francisco, como el referente libertario; y con prédicas desde las bases con discursos similares a los que apela el candidato oficialista en relación con la necesidad de un Estado “presente e inteligente”.
Una excepción a ese silencio preelectoral estuvo en boca del arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, quien salió este jueves a responderle al el referente ideológico de Milei, Alberto Benegas Lynch, quien propuso romper las relaciones con la Santa Sede en caso de que el minarquista llegue a instalarse en Balcarce 50 tras los comicios. García Cuerva pidió a los católicos “no dejar el Evangelio en la puerta del cuarto oscuro y votar con los valores del Evangelio, pensando en la solidaridad, en los que más sufren, en que la Argentina tiene que salir adelante”.
Misa desagravio al Papa
Una multitud en la misa de desagravio por los ataques de Milei al papa Francisco
Otro que se salió del protocolo fue el papa, que pareció ensayar una respuesta a Milei: “No soy comunista como dicen algunos”. Sin nombrarlo, aludió a las acusaciones del minarquista y advirtió contra los mesías en política. "El Mesías es uno solo, los demás son todos payasos", aseveró el pontífice en una entrevista con Télam.
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Un dato de la elección presidencial es que casi toda la mesa ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina estará ausente debido a que sus integrantes están participando en el Vaticano de la asamblea sinodal con aires de reforma convocada por Jorge Bergoglio. Los ausentes son el presidente Oscar Ojea (San Isidro) y los vicepresidentes Marcelo Colombo (Mendoza) y Carlos Azpiroz Costa (Bahía Blanca). A estos se suman Tucho Fernández, quien desde septiembre reside en Roma tras asumir como prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y otros dos: el cardenal Ángel Rossi (Córdoba) y el obispo Dante Braida (La Rioja).
Bullrich, multiconfesión y voto religioso
Bullrich es la postulante a la Casa Rosada con más diversidad de credos entre las personas que adhieren a su proyecto. Fuentes partidarias aseguran que entre sus “seguidores” hay votantes de fe católica, judía, evangélica y hasta musulmana “por igual”; aunque reconocen que la dirigente no tiene demasiada afinidad con las comunidades religiosas con más injerencia social y política.
A diferencia de lo que ocurrió durante la campaña previa a las PASO, y que tuvo a Horacio Rodríguez Larreta como principal inspirador; ni Milei ni Bullrich ni Massa ni Juan Schiaretti y mucho menos Myriam Bregman apuntaron –admiten fuentes partidarias– a captar el “voto religioso”, variable que supo ser clave en otros comicios para modificar resultados distritales y posicionar a figuras religiosas en espacios de la política.
