A diferencia de sus principales competidores, la lista cordobesa de Unión por la Patria no tendrá un cierre de campaña. No habrá un gran acto, ni visitas rimbombantes, pero sí una intensa actividad militante para asegurarse el voto histórico y una buena posición general en la línea de arranque de cara al 22 de octubre. Una base de diez puntos que sirva para seguir creciendo es el objetivo de los integrantes de la lista de precandidatos a la Cámara de Diputados de la Nación que acompañarán las candidaturas de Sergio Massa y de Juan Grabois en Córdoba.
En paralelo, cabezas de ejecutivos municipales y referencias territoriales del interior provincial trabajarán por el extremo izquierdo de la boleta. En algunos casos, proponen incluso una compleja operación de corte que no genera mayores temores. “Ya está demostrado que esas cosas no funcionan”, afirman restándole importancia a la situación que explican a partir de los que llaman “fricciones naturales en una armado de coalición”.
La diputada Gabriela Estévez encabeza la lista con la que buscará extender su estadía en Cámara Baja por cuatro años más. Concentrará su sprint final con recorridas por la Capital provincial. En el interior, priorizará actividades de cercanía vecinal y contactos con figuras del sector productivo. Arrancó la semana en Tío Pujio y dedicará los últimos días al rastrillaje del departamento Marcos Juárez, donde visitará la ciudad homónima, Cruz Alta y Cavanagh. Este martes, conversó con algunos autoridades municipales electas del espacio como Sandro Atala, de Ambul; Esther Villanueva, de El Chacho; y Luciano Vrancic, de San Marcos Sierras.
Martín Fresneda también dedicará las últimas horas de la campaña a la ciudad de Córdoba. En la previa, el ex secretario de Derechos Humanos de la Nación, pasó por departamento Colón y por el arco noroeste de la provincia. La semana inició con recorridas en San Javier, Yacanto y Villa Las Rosas y tendrá uno de sus actos más representativos con la conmemoración de los 15 años del primer juicio por delitos de lesa humanidad en Córdoba, tras la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Cabe recordar que la denominada Causa Brandalisis tuvo a Fresneda como uno de los querellantes en la causa que terminó con la primera condena a prisión perpetua para Luciano Benjamín Menéndez.
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Leticia Medina, secretaria General de CTA Córdoba que ocupa el tercer casillero de la lista, viene realizando un trabajo directo sobre el territorio, sobre todo desde el campo gremial. La única referente de la lista que participó de la reunión de Massa con los jefes y jefas sindicales el pasado miércoles, se suma a una de las estrategias que se consensuó en el encuentro que tuvo lugar en Villa Warcalde y que apuesta al trabajo de la militancia sectorial en los espacios de trabajo.
Este miércoles participará de una actividad que tendrá lugar en el Aeropuerto Internacional de Córdoba. Allí, se darán cita diferentes representantes de los gremios aeronáuticos de todo el país para una charla que se coronará con una volanteada. Por la tarde, será una de las protagonistas de un encuentro con la Mesa Intersindical de Mujeres en Villa María; mientras que el jueves, al filo de la veda, encabezará una actividad en la Universidad Nacional de Córdoba, uno de los espacios en los que filokirchnerismo cordobés encuentra su mejor anclaje. Medina es, además, secretaria adjunta del gremio que nuclea al cuerpo docente y de investigación universitaria de Córdoba, ADIUC.
La interna
En reiteradas oportunidades, desde diferentes sectores de Unión por la Patria advierten sobre las dificultades que puede traer aparejado un mal manejo de los armados de coalición. Es algo casi obligado, en medio de una campaña en donde no son pocos los sectores que miran hacia atrás con el objetivo de no repetir errores. En Córdoba, el tropezón es reciente. Las elecciones provinciales con el peor resultado en la historia del kirchnerismo mediterráneo terminó exponiendo un malestar contenido en el entonces todismo. A favor del amplio abanico de actores que confluían en ese espacio, los mantenía unidos el proyecto, pero eso también pareció estallar.
El punto de quiebre fue la conformación de la lista para diputados nacionales, en el que el sector identificado con el peronismo más clásico, el delasotismo antischirettista, se rebeló ante lo que denunciaron como un “dedazo” de la vicepresidenta Cristina Kirchner y decidió no participar de la lista. Y tampoco militarla.
Con el paso de los días, y el comienzo de la campaña, algunos dirigentes que habían trabajado por la elección de Martín Llaryora, pero que habían anticipado que apoyarían la candidatura presidencial del ministro de Economía ante la dificultad de Juan Schiaretti para apuntalar sus aspiraciones nacionales, llegaron a plantear la posibilidad de votar a Massa y a la lista de diputados que encabeza Carlos Gutiérrez. Una iniciativa que para muchos sectores, incluso entre quienes reconocen el reclamo de los sectores ofuscados por el amado de las listas, tiene pocas chances de alcanzar resultados concretos.
Con todo, una buena parte de la militancia cordobesa augura una buena cosecha de votos para Unión por la Patria desde las dos listas presidenciales. Por un lado, por la figura de Massa que no sólo cuenta con una mayor aceptación entre el electorado provincia y entre los dirigentes que ya supieron trabajar con él en los tiempos en que aunó esfuerzos con De la Sota. Por otro, por el voto kirchnerista “duro”, que históricamente supo reunir voluntades de agrupaciones de centro izquierda en la provincia y que hoy engordan las posibilidades de la boleta que encabezan Grabois y Paula Abal Medina.
