En las seis horas que estuvo en el lujoso hotel Borgo Egnazia, de la región meridional italiana de Apulia, el papa Francisco se constituyó en el argentino más famoso de la cumbre intergubernamental del G7; opacando la presencia e interés que también suscitó el presidente Javier Milei.
El papa fue recibido por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien lo fue a buscar hasta el campo de golf donde aterrizo el helicóptero que lo traslado y se subieron a un carrito que los llevó hasta el lugar donde se reunieron los mandatarios que integran el grupo: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.
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El papa Francisco con Giorgia Meloni
Meloni, quien también invitó en forma personal al mandatario argentino, consideró “histórica” la primera participación de un pontífice en esta cumbre de líderes mundiales reunidos en Italia.
Saludo breve y al paso
Francisco era trasladado en su silla cuando se cruzó con Milei en uno de los salones del hotel e intercambiaron un saludo. Fue breve y al paso, con apretón de manos, abrazo y alguna sonrisa.
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No se veía desde febrero pasado, cuando el economista libertario viajó a Roma para la canonización de Mama Antula, la primera santa argentina, y compartieron dos momentos: un encuentro informal tras la ceremonia en la basílica de San Pedro y una audiencia privada de más de una hora.
Las diez bilaterales del papa Francisco
En el marco de la cumbre del G7, el papa mantuvo diez conversaciones bilaterales con líderes mundiales, pero no incluyó a Milei en esa agenda formal de contactos.
En un primer bloque, el pontífice dialogó con Kristalina Georgieva, directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI); Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania; Emmanuel Macron, presidente de Francia; y Justin Trudeau, primer ministro de Canadá.
Luego, tras la foto oficial de quienes participaron de la cumbre del G7, la nueva sesión de encuentros bilaterales incluyó a los presidentes William Samoei Ruto (Kenia); Joe Biden (Estados Unidos); Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), con quien volverá a encontrarse este sábado en el Vaticano; Recep Tayyip Erdogan (Turquía); Abdelmadjid Tebboune (Argelia) y Narendra Modi, primera ministra de la India.
Papa Lula
El papa Francisco y el presidente brasileño
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Los conflictos bélicos, la ayuda humanitaria, el endeudamiento externo de los países más pobres, el hambre, la situación y acogida de los migrantes, el cuidado del planeta y las elecciones europeas, fueron algunos de los temas de conversación del pontífice con los mandatarios y jefes de Estado.
Inteligencia artificial y "política sana"
En su discurso ante quienes representan a las siete democracias más avanzadas del mundo, el papa abogó este viernes por dar una dimensión ética a la Inteligencia Artificial (IA) y advirtió sobre el riesgo de que se refuercen los paradigmas tecnocráticos y sobre la utilización de esta herramienta “fascinante y tremenda” en las guerras y la industria armamentista.
La IA es uno de los puntos de interés y preocupación del pontífice argentino, que desde el 2020 viene impulsando desde el Vaticano la iniciativa "Roma llama por una IA ética" para darle esa dimensión a los algoritmos y a la que ya se sumaron gigantes tecnológicos como Microsoft o IBM.
Al final de su discurso en el G7, el papa exhortó a los líderes mundiales a considerar la importancia de una "política sana", para mirar con esperanza y confianza el futuro. "Corresponde a cada uno hacer un buen uso de ella, y corresponde a la política crear las condiciones para que ese buen uso sea posible y fructífero", concluyó.