Lo que debería ser un trámite meramente formal para un legislador que asume un cargo en otro estamento del Estado tal vez sea el comienzo de una novela para el intendente de San Nicolás, Santiago Passaglia, quien pidió licencia en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires para mudarse al municipio del norte bonaerense. Según pudo saber Letra P, el jefe comunal PRO se niega a dejar su banca legislativa en poder de quien figuró como suplente en 2021, la radical María Belén Malaisi. Argumentando que debe respetarse la paridad de género, exige que ingrese un hombre de su espacio político, amenazando incluso con renunciar a la intendencia para conservar el escaño.
Passaglia, que encabezó la lista de aspirantes a la Cámara baja por la Segunda sección electoral hace dos años, pidió una licencia ordinaria por 30 días en la Legislatura pero sólo le dieron una por siete días. En rigor, debería haber pedido una extraordinaria, sin goce de sueldo, que le permitiera acceder a otro cargo público. Sin embargo, el intendente dilata esa situación porque pretende que su banca sea ocupada por Ignacio Mateucci, el segundo suplente de aquella lista, detrás de Malaisi, argumentando que debe respetarse la Ley de paridad. Sin embargo, la reglamentación supone géneros intercalados en la integración de las nóminas, no así en la conformación posterior del cuerpo.
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Malaisi, una dirigente de la UCR la línea Evolución, oriunda de San Andrés de Giles, fue la primera suplente en la nómina, y si ingresara a Diputados, el PRO –hoy separado de la UCR, aunque funcionen en una especie de interbloque- perdería una banca que pasaría a manos radicales. Matteucci, un exconcejal que responde a la familia Passaglia, empuja para que el escaño quede a su nombre. La radical espera en boxes para asumir y sumarse al bloque radical que conduce Diego Garciarena.
Tal vez ese sea el eje del conflicto: el PRO, la UCR y la Coalición Cívica armaron bloques separados en Diputados, por lo que abandonar su lugar significaría para Passaglia y el PRO perder un representante, que ganaría el radicalismo. Si bien Letra P intentó -sin suerte- comunicarse con el diputado y su entorno, fuentes de la Legislatura le aseguraron a este medio que Passaglia podría pedirse una licencia, esta vez en el municipio –quedaría en el cargo el primer concejal Daniel Luchelli-, para regresar a La Plata y conservar el poder en ambos lugares.
En la provincia de Buenos Aires rige la paridad de género (ley 14.848) desde 2016. El pedido de Passaglia tiene algunos antecedentes. En 2019, la entonces diputada provincial Blanca Cantero pidió licencia para asumir como intendenta del municipio de Presidente Perón. En esa oportunidad, el GEN exigió la banca de Cantero para María Ángela La Rosa, en lugar de quien había asumido, Nicolás Russo, esgrimiendo el mismo argumento que Passaglia: que la legisladora debía ser reemplazada por alguien del mismo género. Sin embargo, según el régimen vigente Buenos Aires, la ley de paridad de género es sólo aplicable a los nombres de las listas de precandidaturas y candidaturas, no así de quienes ya resultaron electos, para quienes rige la Ley Electoral 5.109, que mantiene el orden de prelación de la lista.